Seirei Gensouki Volumen 13 Chapter 2 - Parte Final


Después de unos minutos, terminaron su conversación y Rio se retiró de la habitación para encontrarse con Cosette y Chloe fuera de ésta.

"Hola, ¿también vinieron aquí?" Se dirigió a ambas.

"Buen día, Sir Haruto. Lo estábamos esperando. Ninguna de nosotras parecía haberle guiado a su habitación y como no podíamos encontrarlo en ningún lado de la fortaleza, nos preguntábamos si estaría en la habitación de nuestra señora," Cosette respondió con una animada sonrisa en su rostro.

¿Por qué se encontraba Sir Haruto en la habitación de Lady Liselotte? Y solos.

Observó a su señora con una mirada de protesta.

"Oh, perfecto. Chloe, guía a Sir Haruto a su habitación," Liselotte dijo, ignorando hábilmente la mirada de Cosette.

"Si, señora. Sir Haruto, sígame por favor." Chloe inmediatamente avanzo, invitando a Rio a seguirla.

"Bueno entonces. Liselotte, Cosette, si me disculpan." Rio se despidió sin enterarse del intercambio que sucedía bajo las sonrisas de Liselotte y su ayudante.

"Por favor, disfruta de tu tiempo aquí y descansa," Liselotte respondió con una alegre expresión.

Luego, inmediatamente después de que Rio y Chloe desaparecieran en el pasillor--

"Hey, ¿por qué no me dejaste guiar a Sir Haruto? Y más importante aún, ¿por qué estaban reunidos los dos solos? Y en su habitación de todos los lugares," Protestó Cosette.

"No había el suficiente personal, así que lidié acordemente con la situación. También había algo que necesitaba discutir con él. Tenían entendido eso, que es por lo cual estaban esperando fuera, ¿no? "

"Hmph. Aun así, invitar a un hombre al cuarto de una noble de alto rango sin ningún ayudante presente es una clara muestra de afecto hacia él. ¿Cómo es que no he escuchado que tienes a Sir Haruto en la mira? ¡Eso quiere decir que no tengo esperanza alguna!" (TN: No tienes esperanza alguna u_u)

"No recuerdo mencionar que me guste Sir Haruto de esa manera." Contestó Liselotte tranquilamente, como diciendo que no debería malentenderlo.

 ¿Me pregunto si está siendo transmitido...Mi afecto? Se preguntó, evadiendo la mirada de Cosette. Fue criada con cero experiencias en el amor, ya sea en esta vida o la anterior, así que carecía de conocimiento en esa área.

"Sé que no lo has mencionado. No recordamos haberlo escuchado, después de todo. El problema es si le tienes afecto o no," Cosette siguió presionando fuerte.

"Suficiente--nos vamos. Deseo ir a ver a los dos jóvenes que arribaron con Sir Haruto. Tu vienes conmigo." Liselotte empezó a caminar rápidamente, sus mejillas un poco sonrojadas. Cosette infló sus mejillas con un "Hmph!" y la siguió.  




Durante el momento en que Rio arribó a la habitación de Liselotte, Christina y el Duque Huguenot se reunieron en otra sala.

Que Charles y Sir Emarle fueran tomados como prisioneros...La Princesa Christina de seguro obtuvo unos excelentes obsequios. La Princesa Flora es fácil de manejar, y el modo en cómo solo se sienta y escucha es realmente conveniente, pero...Sus deméritos tienen suficiente conveniencia como para ser ignorados. El problema es la cantidad de poder que se le entregue,

Estaba pensando el Duque Huguenot antes de que la conversación empezara.

"Me retiro entonces. Si necesitan algo, estaré esperando fuera de la sala."

Natalie preparó té para ellos, pero naturalmente no podía estar presente durante la conversación de dos nobles extranjeros, así que voluntariamente dejó la sala. Esto dejó a Christina y al Duque Huguenot solos para que pudieran empezar su conversación.

"Si pudiera expresar mi asombro, Su Alteza: la captura de Charles Arbor y Sir Emarle como prisioneros...Es un logro espléndido," Dijo el Duque Huguenot apenas se cerró la puerta.

"Quien los arrestó fue Sir Amakawa, no yo," Dijo Christina con calma.

"Sin embargo, el conocerlo y encomendarle la tarea de su seguridad fue logrado gracias a su habilidad, Alteza. Pienso que es una pena que el Reino Galarc lo obtuviese primero, pero entonces su Alteza lo trajo como una carta de triunfo. ¿Y acaso no son las otras chicas habilidosas usuarias de espadas encantadas? Celia es la hechicera genio de nuestro reino, también. No habría nada más placentero que hacer que se nos unan en Restoration, ¿no lo cree?" El Duque Huguenot alzó ambos brazos.

Restoration estaba preocupado por su falta de personal capaz en lo que respecta a combate y hechicería. Si esa insuficiencia pudiera ser solucionada de una vez, no tendría más opción que recibirlos con los brazos abiertos, aunque Christina se convierta en una espina en su costado.

"Es muy pronto para decir eso. Dejando a un lado a la Profesora Celia, Sir Amakawa y las tres chicas no son nobles del Reino Beltrum. Estoy en deuda con ellas, pero siguen siendo personas ajenas. No hay garantía de que continúen cooperando con Restoration en un futuro. No deberías asumir lo contrario," Christina le advirtió.

"Sin embargo...¿Acaso Sir Amakawa no secuestró a Celia de su ceremonia en orden de debilitar la influencia de la facción Arbor? ¿Además de servir como guardaespaldas de Su Alteza?"

Debería haber algún interés político común para que el haya ofrecido su apoyo, y así, debería haber algún modo de continuar recibiendolo, el Duque Huguenot implicó con su pregunta.

"El interés común que hizo que Sir Amakawa y las chicas cooperaran con nosotros no tiene relación con nuestro objetivo de reducir la influencia de la facción Arbor."

"Y con eso se refiere a...?"

Christina dudó, preguntándose si debería ocultar la relación entre Haruto y Celia, pero figuró que la manera en la que interactuaban entre ellos lo hacía bastante obvio. Pensando eso, decidió decirlo--esto también servía para darle coherencia a su historia y como advertencia. "El rescate de la Profesora Celia”

"Pude darme cuenta de que Celia y Sir Amakawa son cercanos, ¿pero cuál exactamente es su relación?"

"La Profesora Celia es la benefactora de Sir Amakawa. Aunque, parece que ahora es ella quien se siente más en deuda con él."

"Bueno, sería realmente difícil pagar una deuda tan grande como los logros de Sir Amakawa...Sin embargo, no es el tipo de persona que piense que su deuda pueda ser pagada fácilmente, ¿verdad?" Preguntó el Duque Huguenot, implicando que ésta era su oportunidad de traerlo a su lado.

"Cierto...Es por eso por lo que no hay manera de que se nos oponga mientras la Profesora Celia se una a Restoration. Pero si alguna vez le hiciéramos daño de cualquier manera, su espada apuntará hacia nosotros sin misericordia alguna," Christina dijo seriamente.

"Pero claro, no tenemos intención alguna de lastimar a Celia..." El Duque Huguenot encogió sus hombros con una sonrisa nihilista.

"Naturalmente. Pero no hay garantía de que alguien de Restoration la moleste en orden de ganar la cooperación de Sir Amakawa, ¿no es así?"

"No permitiremos algo así, pero..." El Duque Huguenot no negó la posibilidad.

"Deberás prestar mucha atención a las cosas para que ninguno de esos tontos aparezca. La Profesora Celia estará bajo mi protección desde ahora, así que no tendré misericordia juzgando cualquier cosa extraña que suceda."

Que eso fuera una orden o una amenaza, no quedó claro.

"Eso suena bastante sobreprotector. ¿Le dará a Celia su patrocinio entonces?" El Duque Huguenot preguntó en tono de broma.

"¿No es eso obvio? Sir Amakawa fácilmente se deshizo del escuadrón de caballeros y hechiceros de elite dirigidos por Charles, noqueó a Alfred y Sir Shigekura en una batalla uno a uno, e hizo que 5000 soldados tiemblen de miedo. Lo mejor sería mantener una relación favorable con alguien así. Por lo que la Profesora Celia será la persona más importante para tener una conexión con Sir Amakawa. Pensé que ya habrías comprendido esto."

"Estoy consciente de ello, pero también sé que muchos anticipan la asistencia de Sir Amakawa. Y en mi humilde opinión, deberíamos perseguir una mejor relación más proactivamente..."

"Concuerdo...y es por eso que no estoy diciendo que debamos rendirnos. Sin embargo, no puedo aprobar tanta insistencia en invitarlo cuando él no está interesado. Esto para demostrarle a Sir Amakawa nuestra buena fe en orden de ganar lo más que podamos su confianza. Y es por eso por lo que lo repetiré: deberás prestar mucha atención a las cosas para que ninguno de esos tontos aparezca." Christina dijo, recalcando fuertemente su punto.

"Entendido. Ser muy persistentes y crear animosidad sin duda sería un tonto plan. Por el momento, lo mantendré como una invitación a Rodania y un puesto en la celebración." El Duque Huguenot puso su mano sobre su pecho y asintió respetuosamente.

Puso bastante entusiasmo de su parte, pero entiendo su razonamiento. Derrotó a un héroe--una de las leyendas vivientes de este mundo--y a Sir Emarle, el más poderoso de Beltrum. Sus logros en esta ocasión alzaran su nombre mucho más alto...Es una pieza que deseo obtener como sea.

El Duque Huguenot pensó para si mismo con su cabeza agachada. Sin embargo, entendió que usar métodos forzosos contra Haruto, quien era presentemente tan famoso como un héroe, sería un mal movimiento.

Era una fuerza de combate deseable, y el Duque Huguenot tendría todas las opciones del mundo si fuera la Princesa Flora con quien estuviera lidiando, pero no podía arriesgarse contra Christina.

¿Me pregunto el rostro que este hombre podría si supiera que el desastre de incidente que causó su hijo fue lo que ahuyentó a esa persona del Reino Beltrum? ¿Y como procedería después de eso...? No, no hay pruebas de que Sir Haruto sea la misma persona. No tiene sentido pensar en ello, Christina pensó, inmediatamente borrando esos pensamientos.

Estas advertencias deberían ser suficientes para frenar al Duque Huguenot. Todo lo que resta es Flora. Quizás ella...

Hubo algunas cosas en la anterior discusión que le llamaron la atención a Christina--tendría que confirmarlas después. Cortó ese pensamiento allí, volviendo a prestarle atención a la persona que tenía en frente. Aun había cosas que necesitaba preguntar.

"En adición a esto, quisiera escuchar los eventos que transcurrieron mientras no estaba aquí."

"Bueno, el evento más notable fue que Su Alteza arribara con Charles Arbor como prisionero, pero..." El Duque Huguenot puso una mano sobre su boca para pensar.  "Primero, como de seguro ya sabrá, Flora fue secuestrada por un hombre llamado Lucius en Amande. Y..." Si fijó cuidadosamente en el rostro de Christina.

Escuché sobre eso de Sir Amakawa en nuestro camino hacia aquí, pero le preguntaré a Flora los detalles más adelante.

"Y? ¿qué más?" Christina preguntó mientras pensaba para ella misma.

"La Princesa Flora y Sir Hiroaki están ahora comprometidos" La expresión de Christina titubeó.

"...Que fue lo que dijiste?"

"Después del banquete, las ofertas de matrimonio para Sir Hiroaki incrementaron rápidamente. Esto fue decidido hace poco, cuando decidimos que sería malo prolongar más tiempo la decisión de quien sería la primera esposa de Sir Hiroaki. Sir Hiroaki y la Princesa Flora dieron su consentimiento, y el Rey Francois de Galarc también fue informado." El Duque Huguenot reportó elocuentemente.

"Ha sido anunciado públicamente?" Christina preguntó con una voz rígida.

"No. Aún no se ha anunciado, y ni siquiera Liselotte debería estar enterada de ello. El plan era anunciarlo una vez arribáramos a Rodania."

"..." Christina guardó silencio. Los matrimonios políticos naturalmente eran el deber de la realeza y nobleza, pero aún era muy pronto para Flora. Eso es lo que su corazón le decía, pero como su hermana, ¿será que solo se estaba preocupando innecesariamente?

Seguramente Flora no tuvo ninguna otra opción. Debió haber aceptado el matrimonio preparado para ella sin saber lo que éste involucraba.

"Hay algún problema con ello?" El Duque Huguenot preguntó inocentemente.

Con el consentimiento de Hiroaki y que el Rey Francois ya estuviera enterado del compromiso, ni si quiera la Primera Princesa Christina podría objetar fácilmente. El Duque preguntó aun sabiendo esto. Además, era lógico ofrecer algo apropiado cuando se trataba de obtener personal capaz.

Si el compromiso de la Princesa Flora y Sir Hiroaki funciona, hará mi intervención aún más fácil. Fue buena idea apresurarlo.

El Duque Huguenot sonrío amigablemente.

"...No, solo me sorprendió un poco."

Christina agitó su cabeza con mucha calma. No tenía idea qué podría llegar a oídos de Hiroaki si se pusiera emocional y dijera algo incorrecto aquí. Es por eso por lo que no tenía más opción.

Si solo...Si solo hubiera arribado antes...

Hubiera podido tomar su lugar. Hubiera podido disminuir la carga de Flora. Christina maldijo su propia inutilidad desde el fondo de su corazón.



Mientras tanto, en la sala de reuniones continua a la de Christina y el Duque Huguenot, Celia y Aria estaban disfrutando de su tan esperada reunión.

"Me preocupe mucho cuando te raptaron de tu matrimonio, pero me alegra que estés a salvo. Aunque jamás imagine que nos volveríamos a ver de este modo...Aunque eso es exactamente lo que está pasando." Aria sonrió.

"Ahaha...No podía revelarme ante nadie como Celia Claire en ese entonces. Lo lamento," Celia se disculpó, sintiéndose avergonzada por engañar a su vieja amiga.

"No hay necesidad de disculpas. Después de todo, soy yo quien debería agradecerte. Ayudaste a Amande cuando fue atacada poniendo en riesgo ser descubierta."

"Sólo hice lo correcto. Y quién decidió ayudar fue Haruto. Deberías agradecérselo a él."

"Sir Amakawa no es alguien a quien casualmente le pueda pedir una reunión, pero si alguna vez tengo la oportunidad de hablar en privado con él, haré exactamente eso." Aria asintió profundamente, estando de acuerdo.

"Ah, cierto...ahora ya es bastante famoso. También se lo mencionaré," Celia murmuró con honestidad, pensando con su mano en su barbilla. De pronto rió, sintiéndose orgullosa de ese hecho.

"Si, te lo agradecería...Sabes, te ves muy feliz al hablar de él," Aria señaló riéndose un poco.

"De...De verdad?" Celia se sorprendió, sonrojándose un poco.

"No te has dado cuenta?"

"S-Soy la misma de siempre. Totalmente normal. Es natural verse feliz cuando alguien cercano a ti es reconocido." Habló Celia con un rostro de calma fingido, mientras Aria la observaba un poco exasperada.

"Si me permites hacer una pregunta directa...Están tú y Sir Amakawa enamorados?"

"E-Enamorados!?" Celia se puso roja repentinamente.

"Parecen haber circunstancias complicadas en la secuencia de eventos donde Sir Amakawa te rescató, naturalmente, no necesitas responder si no puedes. Sin embargo, como vieja amiga, no puedo negar mi curiosidad ante esas circunstancias."

"Haruto y yo no somos así, no estamos enamorados ni nada..." Celia dijo avergonzadamente.

"Ya veo. Sin tener en cuenta lo que siente él, tal parece que tu si tienes sentimientos por él."

"Te dije que estas equivocada!"

"Claro, claro," Aria rió en comprensión. (TN: ¡Eso! ¡Díselo Aria!)




"Que hay de ti entonces?" Celia enfurruñó sus labios, investigando las relaciones amorosas de su vieja amiga.

"Desafortunadamente, mi trabajo es difícil, lo cual me deja sin tiempo para el amor."

"Pero tu trabajo te da bastantes oportunidades de conocer hombres, ¿verdad?"

"No negaré eso, pero alguien adecuado no ha aparecido. En cualquier caso, no estoy trabajando en orden de conocer hombres."

En realidad, Aria ha recibido bastantes invitaciones de hombres, su determinación era fuerte, y siempre evadía todo tipo de invitación en nombre de la cortesía social.

"No has cambiado en absoluto. No te enfoques mucho en el trabajo o perderás la oportunidad de casarte" Dijo Celia de manera cansada.

"Eso va para ambas"

"Ugh..." Se atacó ella misma. La respuesta que recibió parecía más afiliada que la espada que usaba Aria.

"En cualquier caso, ambas estamos cogiendo años. Asegurémonos de no tener ninguna clase de arrepentimiento."

"P-Por supuesto..." Celia murmuró, asintiendo de acuerdo.



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