El Mago que se Alzó del Fracaso - Chapter 1 Parte 4
Lo lograron. Arcus dejo salir
un suspiro de alivio, cuando de repente la niña hablo. La detuvo rápidamente.
"Lo hici--Huh!?"
"No lo digas todavía! ¡Lo
arruinaras!" Le advirtió.
Cantar victoria prematuramente
es algo que podría arruinar el momento, y Arcus lo sabía mejor que nadie. Logró
detenerla, pero no antes de que la mayoría de la "maldición" dejara
su boca. Ambos se quedaron plantados en el mismo lugar, reteniendo la respiración.
Pero tal parece que el secuestrador no se movería más por el momento.
Satisfecho, Arcus alejo sus manos de la boca de la niña.
"Para que fue eso!?"
Demando.
"Escucha. ¡Cualquier
tipo de canto de victoria después de una batalla hará que el enemigo se levante
nuevamente!" Arcus le explico.
"Qué clase de magia es
esa?" Le pregunto.
"No es magia."
Arcus sabía que solo era una superstición
que había adoptado de las memorias del hombre, pero aun así no quería
arriesgarse.
"Espera un segundo!"
La niña alzo la voz, como si repentinamente recordara algo.
"Cierto," Arcus concordó,
sabiendo lo que estaba a punto de decir.
Este no era el momento para
charlar. Tenían que asegurarse de que el secuestrador realmente estuviera
desmayado. Pero aparentemente, Arcus juzgo mal los pensamientos de la niña; Al
siguiente momento, ella se lanzó contra el.
"El hechizo que
conjuraste! ¿Ese con el que atrajiste toda la basura hacia tu brazo? ¿¡Que fue
eso!? ¡Dime! ¡Vamos, dime!"
Arcus guardo silencio.
"Que pasa? ¡Vamos! ¡Quiero
saber! ¡Dime! Dime, dime, ¡dímelo!"
La niña siguió molestando
acerca de su Brazo de Chatarra, ya sea inconsciente o indiferente de su
incomoda expresión.
"Creo que tenemos
problemas más grandes de los que preocuparnos en estos momentos,"
Finalmente dijo.
"Huh? ¿Por qué?"
Realmente parecía ignorarlo.
"Debemos asegurarnos de
que ese mago no esté fingiendo," Arcus le explico.
Hubo una pausa.
"Oh!" La niña dejo
salir un pequeño grito de comprensión. ¿De verdad el hechizo de Arcus la sorprendió
tanto que perdió su sentido común por un momento? O quizás a ella realmente
le gustaba la magia. Probablemente era eso.
Una vez se calmó, Arcus le dio
una pequeña patada al hombre tirado bajo los escombros. No hubo movimiento.
"Todo bien?" La niña
pregunto.
"Eso creo. Aunque sería bueno
lanzarle un hechizo de atadura." Arcus le hecho una mirada a la niña.
Eso fue todo lo que tomo. Un
momento después, sintió su cuerpo siento levantado en el aire. Arcus movió su
cuello para ver que estaba pasando; allí vio al secuestrador, lleno de basura. Tenía
sus brazos alrededor de Arcus, levantándolo por detrás.
"¿No esperaste esto, huh?"
Carcajeo alegremente.
"Eres un--" Pero el
secuestrador puso su mano sobre la boca de Arcus.
"Si, no. No te permitiré
conjurar más hechizos. Aunque son niños, su magia es bastante fuerte, ¿saben?"
Arcus forcejeo, pataleando con
todas sus fuerzas. Era solo un niño; no había forma de que pueda si quiera
lastimar a un hombre adulto. El secuestrador ni se inmuto.
"¿Ustedes son un
fastidio, saben? Ugh. Desearía haber tenido una mejor tarea como primer
trabajo. Debí ser más cuidadoso..." El hombre murmuro para sí mismo.
De repente, la niña grito.
"déjalo ir!"
"Nope. Y que ni se te
ocurra hacer algo, ¿oíste? Cualquier magia que conjures lo puede golpear a él, ¿sabes?"
Tenía razón. No solo eso, pero
no había nada impidiendo al secuestrador lanzar sus propios ataques. Estaban
acorralados. Arcus trato de pensar. ¿Qué puede hacer? Si no puede hablar, no
puede usar magia. ¿Debería dejar que la niña se encargue? ¿Pero y si no puede?
¡Piensa! ¡Piensa! ¡Piensa!
Debe haber algo. Algo que
pueda hacer. Recordó el contenido de su bolsa. Su billetera. La Plata del
Hechicero. El pigmento. Nada que pueda ayudarlo. ¿Qué más tenía?
Éter. Aun tenía un poco en su
interior. Y no era cualquier éter; era el caliente y ardiente éter de su práctica
para amasar. Lo mantuvo en su interior desde entonces.
No tenía nada que perder.
Arcus dejo salir su éter con
todas sus fuerzas.
Las calientes olas que
salieron de él fueron más poderosas de lo que esperaba, como cuando un globo
explota al ser sobre inflado. Brevemente pensó que no saldría ileso.
Arcus grito al sentir que
estaba siendo lanzado por el aire como un cohete. Su secuestrador se encontró
al otro extremo de esa fuerza explosiva.
El también grito mientras fue lanzado
violentamente en la dirección opuesta.
Arcus logro ponerse de pie
mientras se quejaba del dolor. Aunque con magulladuras y golpes. pudo escapar
de esa precaria situación. Observo al hombre, pero tal parece que esta vez
realmente quedo desmayado. Estaba temblando y convulsionando, pero aparte de
eso totalmente inconsciente. La niña, con sorpresa aun en su rostro, abrió su
boca para hablar.
"Fue eso...un gran pedo o
algo así?" Ella pregunto.
"No!" Arcus se enojó.
"Eso fue éter!"
El hecho de que el hombre
fuera lanzado detrás de él puede que haya parecido eso, pero aun así sintió
que era maleducado que ella lo haya señalado. La niña no pareció sentir su
enojo debido a que siguió preguntando.
"Pero el éter no sale tan
forzadamente!"
"Tampoco los pedos!"
"Que? Claro que--"
"¡No, no lo hacen! ¡Y
agradecería que dejes de hacer esas afirmaciones vergonzosas!"
Una vez que el par se calmó,
ataron al hombre antes de dejarlo con uno de los guardias patrullando la
capital. Aparentemente, los otros hombres trabajando con el también habían sido
capturados. Cuestionados acerca de sus actividades en los callejones, no paso
mucho antes de que los arrestaran.
Arcus y la niña se alejaron de
los callejones y se dirigieron a la plaza central. "Central" no era
tan certero; la plaza se encontraba un poco al sureste del castillo el cual era
el verdadero centro de la ciudad.
Caminos se dividían en la
plaza al este, oeste, y sur, lo cual significaba que, si querías ir a cualquier
lado en la capital, necesitabas pasar por esta plaza de camino. El suelo estaba
pavimentado con una simétrica capa de piedra, y un reloj en forma de flor en el
centro le daba vida al área. Puestos se veían a los alrededores, y las alegres
voces le daban vitalidad al lugar. Artistas y actores callejeros estaban
posicionados en los lugares más llamativos, atrayendo a una multitud de
plebeyos y nobles de bajo rango que buscaban entretenimiento.
Arcus recordó escenas de la
Europa medieval que había visto en su sueño--mujeres noble en vestidos,
cargando parasoles, y hombres con chaquetas adornadas con lazos. Admiro que
tanta atención se ponía en las vestimentas de ese mundo.
Y aunque esperaba lo contrario,
en este mundo, el mismo tipo de ostentosas gabardinas, chaquetas, blusas, y
bufandas también eran populares. En lo que respecta a la moda, no había mucha
diferencia entre ambos mundos. Ya sean nobles o plebeyos, las mujeres vestirían
bufandas, y los hombres nobles largas gabardinas formales.
A primera vista, este mundo no
parecía tan tecnológicamente avanzado. Sin embargo, cuando se observaba la producción
de vidrio, hilado de textiles, y construcción de edificios, se ponía en uso tecnología
que no existía en el mundo del hombre. La diferencia en la evolución de
civilizaciones entre mundos debe ser por la existencia de la magia y los
sellos, así como la existencia de la altamente avanzada civilización que ocupo
este mundo cientos de años atrás.
Arcus y la niña tomaron
asiento cerca de unas flores al borde de la plaza. Luego de que recuperaran su
aliento, la niña hablo.
"Gracias de nuevo. Me
llamo Sue."
"De nada. Soy Arcus
Raytheft."
Sue frunció el ceño. Luego
pregunto con una mirada burlona.
"Los Raythefts son
nobles, ¿verdad?"
"Bueno...Si, lo
son."
"Huh. Entonces vienes de
buen linaje."
Ella continúo estudiándolo con
gran curiosidad.
"Deja de tocarme."
"Pero tus mejillas son
suaves y elásticas!"
No contenta con tocarlas, Sue
paso a pincharlas. Si, probablemente eran suaves, pero de seguro seria lo mismo
para cualquier niño de ocho años. Arcus espero pacientemente a que se
detuviera.
"Oh!" Sue exclamo.
"¿Eres un noble, cierto? ¿Harás que los guardias me arresten por jugar con
tu cara?"
"Claro que no."
"No? ¿Acaso pedirás que
pague con mi cuerpo?"
¿De qué rayos está hablando?
"Acaso sabes lo que eso
significa?" Arcus pregunto.
"Claro que sí! Significa
que te de uno de mis órganos o un brazo, o algo, ¿verdad?"
"El tráfico de órganos no
es algo de lo que se debería hablar a la ligera." Arcus empezó a
preocuparse. "Como sea, aunque tenga sangre de noble, puedes tratarme como
cualquier persona."
"Seguro?" Sue
pregunto. Tomo su mano y la apretó. "¡En ese caso, es un gusto conocerte!"
Arcus no supo si sentirse
avergonzado o tímido. No tenía amigos de momento, y era inusual que conozca
niños de su edad.
Al mismo tiempo, no pudo
evitar preguntarse quién era exactamente esta niña. Aunque no le haya dado un
apellido, era totalmente posible que venga de una familia adinerada,
especialmente debido a su apariencia. Su largo cabello negro estaba bien
cuidado, y su piel estaba completamente libre de suciedad. Incluso portaba joyería,
aunque no se notaba a simple vista. La capa que llevaba estaba hecha a la
medida y estilo típico para un niño aristócrata, a diferencia de las capas genéricas
que se ajustaban al cuello. El primer tipo era usualmente dado para ayudar al
niño a esconder su posición social al salir.
Si Sue no era la hija de un
noble, entonces puede que sea parte de una familia de mercaderes. De hecho, es
posible que Arcus sea quien deba tratarla con más respeto. En cualquier caso,
lo que más le daba curiosidad a Arcus, era saber que estaba haciendo una niña
de su estatus social caminando sola por la capital.
"Como sea! ¡Tienes que
decirme acerca de esa magia ahora! ¡Jamás había visto algo parecido!" Sue
se le acerco muy emocionada.
"Ese fue un hechizo que
yo cree," Arcus le respondió.
"Puedes hacer eso!?
Wow!"
"No es nada,
enserio..."
"Claro que lo es!"
Sue objeto. "También trate de hacer el mío, pero tú mismo viste como
termino, ¡cierto!? ¡Y pudiste saber enseguida el por qué no funciono! ¡Debes de
ser muy listo!"
Mientras más lo elogiaba, mas
Arcus se avergonzaba. Aunque no tuvo la oportunidad de decirlo, el ultimo
hechizo que ella intento conjurar, le sonó a como que sería algo bastante
fenomenal.
"Sabes, no se ven muchos
hechizos así. Usualmente si quieres atacar, usas agua, viento, o fuego...Cosas
naturales como esas."
Estaba absolutamente en lo
correcto. Agua, fuego, viento, piedra...esos eran los tipos de elemento usados
para hechizos ofensivos la mayor parte del tiempo. Probablemente se debía a la inspiración
que la gente obtiene de los desastres naturales lo que les daba la impresión de
que eran tan fuertes, y por ende, eran los primeros candidatos al crear ese
tipo de hechizos. Otros tipos de fenómenos destructivos no eran muy conocidos,
y mucha gente carecía del vocabulario para incorporarlos en su magia.
Es gracias a las memorias
extras de Arcus que podía imaginar y describir exactamente el efecto de sus
hechizos.
"Que imaginaste para
atraer toda esa basura a tu brazo?" La niña pregunto.
"Supongo que estaba
pensando acerca de la gente que recoge desperdicios," Arcus contesto.
"Es decir, la basura puede ser pesada, ¿verdad? Y posiblemente lo
suficientemente pesada como para matar a alguien, incluso sin la necesidad de
crear fuego o agua. Aunque el secuestrador igual sobrevivió al final."
"Es posible que no
hubiera la suficiente basura para eso en los callejones. Pero tu forma de
pensar es muy interesante." Sue ladeo su cabeza, pensando en sus palabras.
"Hubo algo más?"
"Bueno..." Arcus empezó.
Ambos continuaron discutiendo
acerca de la magia. Antes de que se dieran cuenta, el sol empezó a
ponerse.
Aunque muchos días pasaron después
del atentado, Arcus continúo viéndose con Sue varias veces. Ambos se hicieron
amigos. No era solo su personalidad lo que hacía fácil llevarse bien con ella;
ambos tenían mucho en común.
Ambos estaban al mismo nivel
de habilidad mágica, con Sue ya intentando crear sus hechizos originales, y por
ello, sus conversaciones eran muy naturales. No solo eso, pero su interés en la
magia cubría un rango que Arcus no. Quedaron para estudiar juntos la próxima
vez que estuvieran libres.
Realmente es una niña
peculiar...Aunque no soy quién para decir eso, Arcus
pensó.
La mayoría de los niños de su
edad pasan su tiempo libre jugando fuera, pero ella parecía estudiar a cada
momento. Mientras que estudiar magia era más divertido que otro tipo de trabajo,
debido a que podías ver mejorar tus habilidades, aun así, era un poco extraño.
Arcus recordó un dicho del
mundo del hombre: "Dios los cría y ellos se juntan."
En cualquier caso, le alegraba
tener una amiga que compartiera su pasión por los estudios. Tener un amigo que
te ayude a mejorar tus habilidades mientras también los ayudas es bastante
raro.
Aunque Arcus apreciaría que
deje de tocarle y pincharle las mejillas, así como llamarlo cara de bebe.
Hoy, Arcus se encontraba
ocupado grabando sellos en su habitación. Tenía todo lo necesario: Una botella
de Plata del Hechicero, pigmento, y su cuaderno lleno de artglyphs. Aprendió
que si grababa usando el caliente éter amasado, que ahora era capaz de
producir, su sello seria mucho más efectivo. Desde ese incidente con el
secuestrador, mantenía guardada una reserva de ese éter amasado, e incluso
practico el cómo controlarlo. Por capricho, decidió usarlo al grabar sellos, y
los resultados fueron impresionantes.
Este tipo de éter requería un
control mucho más cuidadoso que el normal, al igual que una gran cantidad de concentración,
pero valía la pena debido a su eficacia. De hecho, usarlo en sellos hizo que
Arcus se diera cuenta de que su anterior método de grabado probablemente no
fuera tan efectivo al extraer el efecto de los hechizos.
Fue un nuevo descubrimiento, y
uno hecho por el mismo.
Aunque puede que alguien lo
haya descubierto antes que yo, pensó.
Aunque tuvo dificultades con
los sellos, todo eso lo llevo a este descubrimiento. Saber eso lleno a Arcus de
calidez. Continúo grabando mientras una alegre canción sonaba en su corazón.
"Hermano!"
"Ack!"
Ni noto a su visitante hasta
que se puso en frente suyo. El shock causo que perdiera la concentración y el
cuidadoso control de su éter. Tuvo dificultades para mantener sujeta la daga en
su mano, pero a costa de que la Plata del Hechicero se riegue de la botella.
Salpico en el suelo, las gotas
brillando con la luz. Nerviosa, Lecia comenzó a reunirlo.
"L-Lo siento!"
"No te preocupes. Está
bien."
"No pensé que te asustaría..."
"C-Cierto. La mayoría de las
personas no lo harían." Arcus soltó una risa incomoda.
Se sintió mal al verla disculpándose,
debido a que el debería de haber estado alerta.
Habiendo recogido la Plata del
Hechicero, Lecia se sentó al lado de Arcus para verlo trabajar. En estos dos
años, fue capaz de mejorar mucho y ahora era capaz de conversar fluidamente.
Hablar adecuadamente era
indispensable para un mago, debido a que no podrías enunciar tus hechizos de
otra manera. No solo eso, pero un mal dominio de tu lengua materna crearía
problemas a la hora de aprender artglyphs y la Lengua Ancestral. Como la
heredera de una noble familia militar, debió recibir una rigurosa terapia de
lenguaje.
Últimamente, cogió la costumbre
de recoger su cabello plateado con un lazo azul. El cabello que caía sobre su
rostro era largo, y sus ojos parecían cansados. Era un poco más pequeña que
Arcus. Bajo su blusa blanca, llevaba una falda azul con volantes, así como un
tirante para sujetar sus medias. Lecia observo el trabajo de Arcus curiosamente.
"De nuevo estas grabando
sellos?" Pregunto.
"Así es."
"Debes haber trabajado
duro para poder grabar sellos de esa manera."
"Haz hecho alguno?"
Arcus pregunto.
"Aun no. Recién empecé a
aprender magia después de todo."
La educación mágica de Lecia fue
retrasada, probablemente hasta que se juzgara que podría manejar las lecciones.
Arcus simplemente se había adelantado un poco. La mayoría de las personas no
empezaba a estudiar magia hasta los doce años, y algunos incluso empezaban a
los catorce.
"Has aprendido ya algún
hechizo?" Le pregunto.
"No, aun no."
Eso tampoco le sorprendió a
Arcus. Tomo seis meses para que Craib le diera permiso para conjurar hechizos
el solo. Lecia probablemente necesite la misma cantidad de tiempo.
"Que me dices de ti?
Estoy segura de que ya has usado magia varias veces," Dijo Lecia.
"Si, aunque la mayoría
han sido hechizos básicos. Nuestro tío también me enseño Flamlarune, y aprendí
también a conjurarlo debidamente."
"Enserio? ¡Eso es increíble!"
Lecia observo a Arcus, sus ojos brillando con admiración.
"Estoy seguro de que
pronto lo aprenderás. No creo que tengas ningún problema con ello."
"Hare lo mejor que
pueda!" Lecia prometió mientras admiraba a su hermano.
Al principio, Arcus se preocupó
de que Joshua y Celine pusieran a Lecia en su contra, pero ella lo había estado
visitando a lo largo de los años, y el encontraba su presencia reconfortante.
Si no fuera por ella, quien sabe que tanto él se hubiera hundido en depresión.
Arcus le explico lo que estaba
haciendo mientras grababa, pero eventualmente su tiempo de descanso termino y
tuvo que regresar a sus clases. Arcus decidió que era tiempo de que el también
tome un descanso. Reunió su éter, listo para limpiar, pero entonces se detuvo.
Si no estaba equivocado, una
de las gotas de Plata del Hechicero en el suelo se movió. Arcus soltó el éter
que había reunido en su interior. La gota de líquido en el suelo se encogió
nuevamente, como si se hubiera expandido momento antes.
Intrigado, Arcus reunió su
éter de nuevo. Y una vez más, la gota se expandió. Que extraño. Aunque estaba
usando su éter, no es como si estuviera tratando de hacer algo con la Plata del
Hechicero.
"Quizás está reaccionando
a mi éter," Pensó en voz alta.
Era la única explicación que
se le ocurrió. Lo que no podía entender era el por qué. Nunca había
visto a la Plata del Hechicero reaccionar así, por lo que concluyo que tenía
que ver con el éter que soltó cuando Lecia lo asusto. Siguiendo esa lógica,
estaba probablemente conectado al momento en que la Plata se disparó de la
botella. Pero si eso era cierto, Arcus no entendía que parte del incidente podría
causar ese fenómeno.
"No lo estaba usando para
conjurar un hechizo; solo para grabar sellos," murmuro. "Así que algo
debió pasarle en el momento en que estallo..."
Fue entonces que recordó el
caliente éter amasado dentro de él.
Eso debe ser. Cuando Lecia lo asusto,
perdió control de su éter, lo cual significa que la Plata del Hechicero quedo
expuesta a éste. No había otra explicación. Mientras que la Plata quedaba expuesta
incluso mientras grababa los sellos, esto habría sido muy limitado. No como la explosión
que libero cuando la Plata exploto.
Imbuido con ese éter, la Plata
del Hechicero se transformó en algo más.
"Es realmente curioso que
cambie tamaño de esa manera..." Arcus dijo.
Ahora que averiguo lo que
estaba pasando, debía investigar que podía hacer con este nuevo material. Tentativamente,
Arcus libero un poco de éter. Reaccionado a éste, lo que anteriormente era
Plata del Hechicero comenzó a crecer una vez más. Arcus se detuvo. El líquido
regreso a su tamaño normal. Repitió este ejercicio una y otra vez hasta que la
idea le pego de lleno.
"Eso es! ¡Un termómetro!"
Arcus empezó a temblar con emoción por este nuevo descubrimiento. "Esto es
igual que un termómetro!"
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