El Mago que se Alzó del Fracaso - Chapter 1 Parte 8
El Gremio de Magos. Originalmente, era solo una oficina la cual llevaba registros de los magos viviendo en el reino. Ahora, lidiaba con mucho más: identificación oficial mágica, publicitar los servicios mágicos de sus miembros, y protección para las actividades mágicas.
Su edificio negro de cuatro pisos se encontraba cerca del palacio, en un distrito dedicado a las oficinas nacionales.
Luego de su visita al palacio esa mañana, el maestro del gremio Godwald Sylvester regreso a su castillo: El Gremio de Magos. En el carruaje de regreso, le hablo a su viejo secretario, Balgeuse.
"Tengo una reunión esta tarde, ¿verdad?"
"Si, señor. Una con Craib Abend y dos acompañantes. Pidieron una reunión en un lugar donde no sean interrumpidos, y por ende reserve la Habitación Negra."
"Oh? ¿Crees que traman algo?"
"Estratagemas en una habitación secreta, y a prueba de ruidos, no es nuevo territorio para usted, señor."
"Hmph. Prosigue. ¿De qué se trata esta reunión?" Godwald pregunto luego de la broma de su secretario.
Había tres salas de reuniones en el Gremio. A los VIPs se los veía en la Habitación Dorada, la Habitación Azul era donde se guiaba a la mayoría de la gente, y la Habitación Negra era usada para asuntos confidenciales. Era una habitación completamente aislada y sin ventanas. Era donde los magos del estado reportaban sus investigaciones, y, por ende, era usada mucho más de lo que uno pensaría.
"Los acompañantes...Son sirvientes?"
"Posiblemente," Balgeuse contesto. "Cree que haya hecho algún tipo de descubrimiento?"
"No me ha informado nada."
Craib era un viejo amigo de Godwald. Cuando Craib aún era un mocoso fugitivo, siempre aparecía a donde Godwald fuera, causándole un montón de problemas. Después de irse de su casa y país, aun así, tuvo la audacia de pedir convertirse en un mago del estado al regresar.
Godwald se mantenía en constante comunicación con él, y Craib a menudo venia con él para discutir sus investigaciones. Últimamente, sin embargo, había estado tan ocupado con sus deberes militares que no había empezado nuevos proyectos de investigación.
Y, aun así, estaba aquí en la Habitación Negra. Mago del estado Craib Abend, su sirviente, Noah Ingvayne, y una joven chica a quien Godwald no reconocía. Tenía el mismo cabello plateado que Craib y largos ojos como rubí ubicados en su pálido rostro. Vestia una camisa blanca y, a pesar de ser una joven noble, llevaba unos shorts en vez de una falda. Ella incluso tenía una pequeña espada en su cintura, la que generalmente se usaba para defensa personal.
La niña soltó un pequeño grito cuando vio la cara de Godwald. A él no le importo; ya estaba acostumbrado. Su expresión natural era severa, sin mencionar que su rostro estaba cubierto de cicatrices. Los niños generalmente temblaban de miedo o incluso empezaban a llorar.
La niña, sin embargo, se ajustó de repente e hizo una reverencia como disculpa.
"De verdad lo siento!" Ella grito.
"Está bien."
La niña bajo aún más, como si no le creyera. "¡R-Realmente lo siento, de verdad!"
Continúo disculpándose, haciendo parecer que Godwald la estaba intimidando. Se pregunto si su rostro realmente era tan aterrador.
Vio a Craib y a su sirviente, pero ambos estaban sonriendo de oreja a oreja. Su sirviente, Noah Ingvayne, realmente era adecuado para él. Godwald había escuchado que era bastante recto, pero que tenía buen sentido del humor.
La niña aún se veía nerviosa. No fue hasta que Craib le aseguro que todo estaba bien que se calmó, disculpándose nuevamente, y sentándose en el sofá. Con la bandera del Gremio ilustrando la pared detrás de él, Godwald se sentó para encarar a sus invitados. Empezó dirigiéndose a Craib, el iniciador de esta reunión.
"Ya he conocido a Noah, por supuesto, pero...¿quién es esta joven señorita?"
"Es mi sobrino," Craib corrigió. "Digo, puedes saber por sus ropas que es un niño, ¿verdad?"
"Tu sobrino?" Dijo Godwald.
Vio nuevamente. El niño tenía un rostro bastante femenino, pero en efecto, sus ropas eran del tipo que todo niño noble usaría. Godwald sabía que Craib no tenía hijos, pero si había escuchado que el hijo mayor de los Raythefts había sido desheredado.
"M-Mi nombre es Arcus Raytheft." El niño se presentó. "Es un placer conocerlo."
"Es un placer conocerte. Soy el maestro del Gremio elegido por Su Majestad, Godwald Sylvester."
Craib siguió para dar su propia introducción de Godwald.
"Arcus, este horripilante sujeto es el mago más importante de todo el reino. Bueno, digo, supongo que ese sería el Rey...pero este sujeto sería el segundo, ¿okay? Solo recuerda que es el sujeto con la cara terrorífica."
"No hay necesidad de presentarme como un monstruo, Abend," Godwald le advirtió.
"Solo estoy rompiendo el hielo." Craib sonrió. "¿Sigue el juego, okay?"
Tenía malos modales, a pesar de convertirse en un mago del estado y ganar un lugar en la burguesía. Claro, técnicamente estaba en lo correcto acerca del rostro de Godwald, pero no tenía por que decirlo.
"Entonces, de que se trata es--" Godwald empezó.
"P-Permiso!"
Una fuerte y aguda voz al otro lado de la puerta lo interrumpió. Godwald se enojó un poco. La mujer que entro era una nueva empleada.
"Que sucede? Estas interrumpiendo," Dijo Godwald, un poco más severo de lo que pretendía.
La chica dejo salir un pequeño grito antes de caerse por el terror, regando los papeles en sus manos por todas partes. Tal parece que había venido a entregar estos papeles aparentemente importantes.
La mujer se recogió dónde estaba como una ardilla aterrorizada, con lágrimas en sus ojos.
"P-Por favor!" ella lloriqueo. "P-Perdóneme la vida!"
"Puedes apostarlo. Ahora, ¿qué sucede?" Godwald pregunto.
"Yo...Yo...!"
"Habla!"
"Lo siento! ¡Lo siento! ¡Lo siento mucho, mucho! ¡Por favor! ¡S-Solo...Hare lo que sea! ¡Pero por favor perdóneme la vida!"
Se arrodillo en el suelo, rogando por clemencia. El color se desvaneció del rostro de Arcus. Cuando abrió su boca para hablar, fue cuando por fin pudo encontrar las palabras.
"R-Realmente la va a matar?" Pregunto. "V-Va a enterrarla viva en concreto y arrojarla al océano!?" (TN: Entonces Godwald se ve como un terrorífico jefe yakuza. Vaya.)
La mujer dejo salir un grito de terror mientras Arcus describía como iba a morir.
"Claro que no la voy a matar!" Godwald contesto. "Por favor no digas esas cosas. Le dará a la gente la impresión equivocada."
"D-Discúlpeme, señor." Arcus dijo, sentándose derecho en su silla.
El exasperado suspiro de Craib fue escuchado por todos en la habitación. "Vamos, viejo. Debes darte cuenta de que, si hablas tan severamente, la gente se asustara de ti, por tu cara y eso."
"No...No puedo hacer nada por mi cara," Godwald se quejó y luego añadió, "y también estoy haciendo lo posible."
Se giro hacia la mujer.
"Entonces, ¿qué sucede?" Godwald repitió.
"U-Um, El Señor Balgeuse me envió con documentos, y...y té con dulces ya que hay un niño presente. Están afuera..."
Balgeuse era tan considerado como siempre.
"Que amable de su parte," Godwald dijo.
"Um...Disculpen, pero no me gustan mucho los dulces..." Arcus hablo, con una expresión de culpabilidad en su rostro.
"Oh? Que inusual."
Usualmente, niños de su edad amaban los dulces. Godwald probablemente podría contar con una mano aquellos con los que se había encontrado que no.
"Él es un poco raro," Craib se metió.
"En efecto lo es," Noah concordó.
"Estoy justo aquí, saben..." Arcus sonrió incómodamente.
La mujer coloco el té y los bocadillos en la mesa antes de irse. Los cuatro tuvieron un momento de paz antes de que Craib mencionara el asunto.
"Ahora, acerca de por qué estamos aquí..."
"Si. Me preguntaba acerca de eso," Godwald admitió.
"Sera más rápido mostrarte."
Craib saco un tubo de vidrio incrustado en un marco de madera y lo puso sobre la mesa. Godwald lo vio con curiosidad. Era muy estrecho para ser un tubo de ensayo, y en cualquier caso, el tubo estaba sellado, por lo que no podías verter nada dentro de él. Tenía tallado graduaciones en la manera, como para medir algo. Al fondo del tubo se encontraba un rojo y viscoso líquido.
Esto sin duda era digno para discutirlo en la Habitación Negra. No había duda de que era algo grande. Pero Godwald no tenía idea de que podía ser.
"Que es?" pregunto directamente.
"Es un aparato que puede medir el éter con precisión, llamado etómetro."
"Perdón?"
Lo primero que Godwald sintió fue confusión, e inicialmente no pudo entender el significado de las palabras de Craib. Craib sonrió, haciendo parecer que esperaba ver su confundido rostro. Godwald rápidamente volvió en sus sentidos.
"Entonces...dices que esta cosa mide el éter?"
Jamás había escuchado de nadie intentar tal cosa. Sabía que había magos quienes intentaron hacer hechizos o sellos para medir éter, pero que inevitablemente llegaron a un punto muerto. Cualquier investigación concerniente a eso era ya considerada una pérdida de tiempo. Pero ahora...
"E-Esto debe ser algún tipo de broma, ¿no?" Pregunto rápidamente.
"Nope. Realmente funciona. ¿Ves esa cosa roja allí abajo? Eso es lo que reacciona al éter," Dijo Craib.
"Dices que eso se mueve?"
"Se expande," Craib clarifico. "Se expande más mientras más contacto tenga con más éter."
"Y tu hiciste esto?"
"Yo ayude. Pero fue este pequeño a quien se le ocurrió." Craib puso su mano sobre la cabeza de Arcus.
"El?" Godwald dijo asombrado. "No puede tener más de diez años!"
"Lo se! ¡Bastante cool, verdad! Ni yo podía creerlo." Craib dejo salir su alegre y usual risa mientras Arcus mostraba una sonrisa avergonzada.
Godwald tomo el etómetro y lo probo liberando un poco de éter. Y en efecto, el líquido empezó a expandirse y subir por el tubo. El momento en que Godwald se detuvo, empezó a contraerse antes de bajar nuevamente.
"Es en extremo sensible, ¿no?" Señalo.
"Sep. Es lo que lo hace muy fácil de usar."
Al principio, Godwald no lo podía creer, pero ahora que lo había visto con sus propios ojos, estaba convencido. El aparato realmente podía medir el éter como Craib dijo.
"De que tan lejos funciona?" preguntó.
"No muy lejos. El rango es probablemente más corto que esta habitación," Craib le dijo, mientras Arcus asentía en confirmación.
En ese caso, probablemente no funcionaría para medir el éter de un mago enemigo.
A pesar de eso, sin embargo, no quitaba que sea revolucionario. Usarlo incrementaría masivamente el entendimiento de la propia magia de un mago. Al acortar el tiempo aprendiendo que tanto éter debe usarse para cada hechizo, el estándar de la magia en Lainur mejoraría masivamente, y los magos estarían en igualdad de condiciones. Era imposible poner en palabras que tantas ventajas traería este pequeño objeto, pero había una cosa que Godwald podía decir.
"Esto traerá grandes beneficios a nuestra nación."
"Verdad?"
"Seguro que quieres hacer esto?" Godwald pregunto. "Tienen todo el derecho de guardarlo para ustedes, después de todo."
El etómetro desbloquearía uno de los grandes misterios de la magia. Había precedentes en Lainur que permiten a un mago inventor de algo así esconder su existencia sin castigo alguno. Con esto, Arcus podría fortalecer su propia casa, ganar la ventaja por sobre otra, o incluso fundar una nueva casa.
"Él ya lo decidió," Craib hablo por él. "Dijo que quiere hacerlo público y obtener las recompensas de ello."
"Ya veo."
Que extraño, pensó Godwald, que un niño de su edad se preocupe tanto de lo material.
"Arcus Raytheft," se dirigió al niño. "Que esperas obtener al anunciar tu creación?"
"Dinero. Y, si puedo, desearía el mayor acceso posible a los textos de Lainur acerca de todos los estudios etéricos que el estado pueda darme."
Realmente era un mago. Dinero y conocimiento, los más grandes deseos de cualquier usuario de magia. Sin embargo, Godwald no podía aceptar la edad del niño.
"Craib...sabes, los niños de esta edad generalmente solo piensan en dulces y juguetes."
"Si. Te dije que era raro. Un día, de la nada, me pidió que le enseñe magia. ¡Y ahora ya hasta hace sus propios hechizos!"
"Enserio?" Godwald dijo sorprendido.
Sintió un escalofrío en la espalda. Crear tus propios hechizos era a menudo una de las tareas finales asignadas a los magos que estudiaban en el Instituto Real antes de que puedan graduarse. No era hasta después de cuatro largos años de estudiar la gramática de la Lengua Ancestral y su vocabulario, y de profundizar su conocimiento y poder sobre el éter que estaban listos para crear su propia magia. Incluso así, había estudiantes que fallaban, y a menos del 10% se les ocurría algo impresionante. ¿Realmente Craib está diciendo que este joven niño está a ese nivel?
Godwald esperaría algo así de un niño prodigio de la familia real, pero nunca de un niño como este, incluso aunque fuera entrenado personalmente por un mago del estado.
"Debe ser un joven impresionante si invento esto encima de ser capaz de crear sus propios hechizos."
Magos habían estado buscando una manera de medir el éter por años, y ahora este joven niño les mostro la solución. ¿Si este era el nivel que tenía ahora, de que será capaz cuando sea un adulto?
Godwald puso su atención en Arcus, estudiando sus inocentes y femeninos rasgos. Seguía moviendo su té, nervioso, y era difícil de creer que un cerebro prodigioso se encontraba tras esos ojos ansiosos. Godwald miro a Craib
"Le reportaste de esto a Su Majestad?"
"Nah, aun no. Solo preguntaría acerca de las cosas aburridas como 'los objetivos de producción', 'contratos con terceros', y esas cosas. Ni quiero pensar en lo que diría si le dijéramos que aún no hemos hecho nada de eso."
Godwald comprendió la razón. Su Majestad prefería a aquellos quienes tenían sus fines en mente. Sin ningún plan, ir a verlo solo resultaría en una reprimenda.
"No crees que se quejara de que no hayas ido a verlo primero?" Godwald pregunto, haciendo saber su última duda.
"Pff. Probablemente. El tipo tiene un palo metido en el culo, después de todo."
Godwald se dio cuenta que Arcus se vio más nervioso que antes.
"T-Tío,” empezó, ¿” estas seguro de que esa es manera de hablarle al rey?"
"Huh?" Craib parpadeo. "Oh. Cierto."
En Lainur, como en otros reinos, el poder y la divinidad del rey eran absolutas. Hablarle de tal manera como lo hacía Craib era considerado traición. Eso debería ser sentido común...pero Craib, claro, era el tipo de persona que no se regía por el sentido común.
"Somo amigos, sabes," Craib explico. "Solíamos escaparnos y vagar por toda la ciudad."
Craib empezó a contar las historias de como él y el rey actual formaron una fuerte amistad. Aunque hablo orgullosamente de sus escapadas, a Godwald le sonaba a que eran un par de fastidios. Arcus, mientras tanto, simplemente tenía la boca abierta.
"Como sea. Supongo que tendremos que decirle rápidamente," Craib decidió, terminando sus historias.
"Suena bien. Hare los arreglos para que te escuche. ¿Qué te parece?"
"Gracias. Arreglaremos las cosas de la investigación. Una vez que decidamos una fecha, confiaremos en que hagas todas las preparaciones formales y las cosas legales." Craib se levantó.
"No te llevaras esto?" Godwald le pregunto a Arcus, señalando el etómetro.
"Puede quedarse con él y usarlo, Maestro del Gremio," contesto.
"Sera un regalo en agradecimiento por vernos." Craib sonrió.
"Muy gracioso." Aunque Godwald suspiro, la emoción de poder usar el aparato se podía ver en su cara. Antes de que el grupo dejara la habitación, dijo: "Abend."
"Sí?"
"Por la Corona y la Nación por Siempre."
"Si. Por la Corona y la Nación por Siempre."
Con eso, Craib dejo la habitación con sus acompañantes.
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