El Mago que se Alzó del Fracaso - Chapter 2 Parte 1
Chapter 2: Pasos Inciertos
Han pasado 2 años desde que Arcus creó el etómetro. A pesar de eso, aún no había hecho público su invento.
Había mucho que hacer. Tenía que realizar rigurosas pruebas, y no había una manera fácil de buscar un lugar discreto para empezar la manufactura. Godwald y Sue fueron las ultimas personas a quienes les revelo su existencia.
El proceso de producción fue probablemente el obstáculo más grande. El éter amasado requerido para cada aparato drenaba de gran manera el tiempo y la energía de Arcus; el aun no había decidido si también revelaría ese descubrimiento al mundo. El camino hacia adelante será largo y arduo.
Debido a que Arcus aun no sabía mucho acerca del éter amasado, tenía pensado no compartir la información, y de igual forma era su derecho legal. Claro, esto significa que solo el sería capaz de crear etómetros, pero lo considero una ventaja. Mientras menos se hagan, más fácil seria administrar la producción.
Arcus ahora tenía 10 años. Mientras que había crecido en estos 2 últimos años, aún era más pequeño que los niños de su edad y un poco más delgado. Sin embargo, en este mundo, la altura y volumen no correspondían directamente a la habilidad física de la persona, y el hecho era que el estado físico de Arcus era mucho mejor que el de otros niños de 10 años. Esto era gracias a su entrenamiento diario. A este paso, terminara siendo tan fuerte como Craib, aunque posiblemente sin tanto musculo.
Incluso después de 2 años, su relación con Lecia iba bien. Se veían mucho menos que antes debido a su intensa educación de noble, pero jugaban juntos cada vez que tenían la oportunidad.
Debido a esa educación, la inteligencia de Lecia se había desarrollado, y su manera de hablar era elocuente y fluida. Arcus no podía recordar ver a algún niño, masculino o femenino, con ese nivel de madurez en el mundo del hombre, y todo eso se debía al ambiente en el que crecieron. Se esperaba que los niños nobles se conviertan en adultos lo más pronto posible, y su rápido crecimiento reflejaba eso.
La relación de Arcus con Sue también era más fuerte que nunca. Se veían varias veces a la semana para estudiar magia o pasear por la ciudad. Tener acceso al etómetro hacia avanzar sus estudios, y habían profundizado su entendimiento de la Lengua Ancestral. Lo bueno es que Sue ya no tocaba mucho a Arcus. Se había vuelto un poco más formal, probablemente debido a su crecimiento. Su obsesión con sus cachetes, sin embargo, permaneció sin cambios.
Hubo algo más que también cambio, y eso fue la forma de hablar de Arcus. Empezó a alejarse de la rígida y formal dicción que Joshua y Celine le habían inculcado. Noah dijo lo siguiente acerca del cambio: "Debo decir, que aún no estoy acostumbrado a que hable de manera tan casual..."
De hecho, su sirviente mencionaba su manera de hablar bastante. Personalmente, Arcus pensó que estaba siendo maleducado.
"Su apariencia es muy...delicada para que esté hablando de manera tan poco refinada," es lo que Noah seguramente quería decir con sus palabras.
Mientras que Arcus aún era consciente de su rostro, hace mucho que perdió la esperanza de poder hacer algo al respecto. Todo lo que podía hacer era confiar en que el tiempo arreglaría eso.
Hoy, Arcus estaba dando vueltas alrededor del jardín de Craib.
"¡Vamos, Arcus! ¡Se que puedes hacerlo mejor que eso! ¡Ve más rapido!"
"B-Bien!"
"Asegúrate de que tu fuerza física pueda seguirle el paso a tu fuerza mágica!"
El entrenador le estaba gritando, claro, éste no era otro que su tío Craib. Se había ofrecido para ver los ejercicios de su sobrino, y parte de ello era dar mucho "ánimo."
Aunque pueda parecer extraño que un mago tenga la necesidad de aumentar su fuerza física, la razón era bastante simple. Arcus solo poseía un poco más de éter que el usuario promedio de magia. Como Craib señalo, sin embargo, esto significaba que había muchos otros magos que superaban su capacidad. Aunque jamás lo comparaban directamente, Arcus estaba seguro de que tenía 1/4 del éter de Lecia y 1/5 que el de Craib. Ni siquiera quería pensar en ser comparado con Sue, quien él no estaba seguro siquiera de que fuera humana. Estas eran solo unas cuantas personas entre todas las del mundo, pero no había duda alguna que había muchas otras que superaban el éter de Arcus.
Para cerrar la brecha entre esos superiores magos y el, necesitaba alguna ventaja; por ende, entrenamiento de fuerza. A los 10 años, su cuerpo al fin podía resistirlo.
O al menos eso pensaba, pero eso fue antes de experimentar la intensa "observación" de su tío. Arcus no estaba seguro si era por influencia militar o no, pero cada vez que mostraba un poco de debilidad, Craib añadiría más ejercicios a su régimen de entrenamiento. Había una buena razón por la cual su tío tenía tan buen cuerpo. De hecho, últimamente, Arcus había estado ejercitando más su cuerpo que su magia.
Mientras seguía corriendo a pesar de su falta de aliento, Arcus empezó a tener nauseas. Había notado que los niños de este mundo eran mucho más resistentes que los del mundo del hombre. Este nivel de ejercicio no debería dañarlo a largo plazo. A pesar de eso, gracias a la influencia de su sueño, no podía evitar pensar en que debería estar entregándole una queja por abuso a alguien debido a esto.
No pudiendo más, Arcus se detuvo, descansando sus manos sobre sus rodillas. Craib no ignoro eso.
"Te dije que no pararas! ¡Ya estuvo! Otra vuelta, aunque te mate...De hecho, ¡corre como si estuvieras intentando morir!"
"B-Bien." Aun jadeando por aire, Arcus se puso a correr una vez más.
Había visto demonios en el mundo del hombre menos terroríficos que su tío en estos momentos. De hecho, Joshua era mucho menos terrorífico, aunque al menos Craib no le ponía la mano encima a Arcus.
Eventualmente, el intenso régimen de Craib termino por ese día. Arcus apenas y podía mantenerse en pie.
"Bien hecho! Eso es todo por hoy."
"G-Gracias..." Arcus jadeo.
"Arcus." La voz de Craib se tornó suave. "Si esto es todo lo que toma para tumbarte, jamás podrás convertirte en un mago estatal. Debes continuar y aumentar tu fuerza de esta manera, ¿okay?"
"Okay..."
Arcus ya sabía de los altos estándares para poder convertirse en un mago estatal, pero esto era ridículo...Le gustaría al menos que su tío recordara que tan solo tenía 10 años. Aunque lo conocía bien como para saber que eso jamás pasaría.
Esto tampoco fue lo único. Craib decidió que Arcus también necesitaba el conocimiento básico de varias actividades físicas, por lo que empezó a entrenarlo en esgrima, arquería, y montar a caballo.
Para ser honesto, Arcus subestimo que tan difícil iban a ser las cosas. No pensaba que su tío le exigiría tanto. Esperaba que el entrenamiento durara unas 3 o 4 horas diarias, pero el tiempo dedicado constituiría una violación de derechos en el mundo del hombre.
Noah menciono que este tipo de entrenamiento intenso era raro, incluso para las familias nobles, pero eso era ponerlo de buena manera. Incluso príncipes y princesas temblarían ante las cosas que Arcus estaba experimentando. Arcus incluso se empezó a preguntar si llegaría a crecer lo suficiente como para poder realizar la venganza hacia las personas que lo trajeron al mundo.
También entrenaba a diario por cuenta propia. Aunque era duro, no quería ignorar este entrenamiento diario; había cosas especificas en las que quería trabajar, y tenía dudas en realizar ese entrenamiento frente a Craib o Noah, por lo que termino haciendo ejercicios aparte.
El entrenamiento privado consistía en las técnicas que aprendió en el mundo del hombre, pero ni Craib ni Noah las aprobaban, dado a que diferían del estilo nacional de esgrima con estoque.
Personalmente, no creo que sea nada malo...
Ya había descubierto como evitar que esas técnicas choquen con el estilo nacional de esgrima, gracias a lo que vio en su sueño. Aparte, todo lo que estaba practicando era como moverse en un mayor rango, algo que no debería afectar mucho las cosas. Era una técnica en la que mantenía su cuerpo quieto, usando la planta de sus pies para moverse.
Con un pie adelante y otro atrás, saltaría con su pie trasero para reducir el espacio entre él y su oponente. Después de eso, se concentraría en girar su cadera y voltear a un lado, cambiando su posición instantáneamente.
Una y otra vez repitió ese movimiento, determinado a hacer que sus músculos lo recuerden. Como siempre, no estaba practicando ese movimiento en específico sin razón.
Si combino esta técnica con esa otra del estilo nacional, debería poder hacerlo.
Tenía un movimiento especifico en mente. El paso de mayor importancia para hacer que funcione era mantener el cuerpo lo más quieto posible. Combinando esas dos técnicas junto a la diferencia entre los cuerpos humanos de ambos mundos, podría ser capaz de realizar lo que solo los héroes en los libros del mundo del hombre podían hacer--al menos en teoría.
No tenía tiempo para descansar. Si se tomaba siquiera un día libre, jamás podría reproducir el movimiento. Tenía que aprenderlo: el movimiento que el hombre solo podía soñar con hacer.
Arcus continúo combinando todos esos diferentes artes, progresando de manera lenta pero segura.
Un día, Joshua y Celine Raytheft llevaron a su hija Lecia a una cierta casa de nobles. Era una gran mansión de 4 pisos situada en una esquina del distrito de alta clase en la capital, completa con una torre. Solo el jardín era mucho más grande que la plaza central de la capital.
Mientras que la familia Raytheft contaba con un establecido y honorable puesto en la historia de Lainur, su poder financiero no era nada en comparación con este lugar.
Esta propiedad pertenecía al Marques Cau Gaston. Trabajaba en asuntos financieros, combinando un estatus de noble con el rol de un oficial de alto rango. Lecia observo la gran mansión sorprendida.
"¿Enorme, no es así?" Joshua hablo. "Pertenece a Su Señoría Cau Gaston, quien se dice es el noble más rico de todo el reino."
Lecia dio su respuesta esperada. "Si, Padre."
"Ahora asegúrate de mantener los ojos bien abiertos y prestar atención."
Era la misma instrucción que su padre le daba cada vez que visitaban una nueva propiedad. No estaba solo hablando de cualquier magia que fuera mostrada, sino también de la manera en cómo los diferentes nobles vivían y se comportaban. Últimamente, el número de estas visitas estaba incrementando. Joshua decía que era importante que te hagas conocer y presentarte ante otros. Cenas entre amigos, visitas de cortesía, salones mágicos para los nobles de alto rango...Al hacer que ella atienda a estas cosas, Joshua estaba haciendo saber que Lecia era oficialmente la heredera de los Raythefts.
Era precisamente por eso que visitaron hoy al marques. Aunque pertenecía a una facción diferente a la de los Raythefts, su territorio quedaba cerca al de ellos, y por ende los Raythefts deseaban mantener una buena relación a través de frecuentes visitas.
Esta noche, el marques estaba celebrando una larga fiesta. Para Joshua, era la oportunidad perfecta para presentar a la heredera de los Raythefts. Lecia llevaba en un vestido de alta calidad reservado para este tipo de ocasiones, y se había puesto mucha más atención de lo usual en su apariencia. Su padre también estaba vestido en un atuendo formal, y su madre también estaba atendiendo. Él le dijo que este evento era lo suficientemente importante para que toda la familia esté presente. "Toda la familia" significaba, por supuesto, todos menos su hermano.
Su hermano...Como era usual para estos eventos, fue dejado en la propiedad.
Los padres de Lecia solo eran amables con ella. Desde que lo desheredaron, liberaban toda su ira con él, mientras que ella era tratada incluso mejor que antes. Con cada día que pasaba, su trato hacia el empeoraba, mientras que a ella la consentían más y más.
Eso hacía que Lecia se sintiera terrible. De seguro su hermano deseaba que sus padres lo amaran como antes. Cada vez que ellos se referían a ella como la heredera, le recordaba lo que le había robado.
Lo siento...
"Vamos, Lecia," Joshua la llamo.
"Si, Padre."
"Muchos de los invitados de hoy tienen profundos lazos con los Raythefts. Compórtate lo mejor que puedas, y asegúrate de recordar sus rostros."
"Si, Padre." Lecia asintió.
Joshua le sonrió con calidez. Ella deseaba que fuera capaz de sonreírle de esa manera a Arcus.
"Lecia. Tu eres nuestra hija mayor. Asegúrate de comportarte como la siguiente cabeza de la familia debería."
"Si, Madre..."
Las palabras de su madre eran firmes pero gentiles, sin embargo, no mencionaron su hermano.
No paso mucho para que un mayordomo los llevara al salón de recepción. La alfombra estaba entrelazada con hilos de oro; largos candelabros de Vidrio de Sol colgaban del techo. Pinturas hechas por famosos artistas colgaban de las paredes, y comidas exóticas de todo tipo adornaban las mesas.
Tal muestra de extravagancia era rara, incluso entre los nobles de alto rango. Cada centímetro de la habitación brillaba tanto que Lecia tuvo que entrecerrar sus ojos. La habitación ya se encontraba llena de aristócratas en el fervor de su conversación.
"Joshua."
Lecia se giró para ver quien llamo a su padre. Era un hombre cuyo cabello negro tenía rayas grises. Su cuerpo era delgado pero robusto, y su manera de caminar lo hacía parecer 20 años más joven. Llamativas medallas se encontraban posicionadas en el pecho de su chaqueta blanca. Un estoque que parecía bastante caro colgaba de su cintura.
"Mi Señor," Joshua lo saludo.
Era el Conde Purce Cremelia. Los Cremelias también eran una familia militar, con los Raythefts justo por debajo de ellos en la jerarquía. El conde también era el general de las fuerzas armadas.
El Conde Cremelia era el noble de más alto rango en el este, y de ese modo, tomaba comando de todo aquel por debajo de el cuándo el área se encontraba en una emergencia. Con su territorio en el este, los Raythefts también estaban bajo su comando, y Joshua era uno de los 3 vizcondes que apoyaba al conde.
Mientras que Joshua hacia una reverencia, Lecia y su madre mostraron una cortesía. El conde les envió una amigable sonrisa.
"Eres tan bella como una flor. Mucho más hermosa que cualquier gema," le dijo a Lecia, pero ella sabía que eso era lo mínimo que estaba obligado a decir. Sus intereses tenían que ver más con el conflicto y fuerza militar, después de todo.
"Su Señoría aun no arriba?" Joshua pregunto, refiriéndose al marques.
"Eso parece. Tal parece que tiene algo entre manos. Mi hija y yo también lo estamos esperando con ansias."
Su hija, Charlotte Cremelia, apareció junto a él. Su cabello era de un café dorado, y sus hermosos rasgos faciales parecían haber sido tallados por un habilidoso fabricante de muñecas. En su inmaculado vestido blanco, daba un aire de nobleza idéntico al de su padre.
Tomando su falda, ofreció una elegante cortesía. Luego de saludar a Joshua, se acercó a Lecia, e intercambiaron saludos.
Ambas ya se conocían, gracias a las invitaciones de los Raythefts o cuando el conde celebraba un salón mágico. También hablaban a menudo en este tipo de eventos, y debido a que Charlotte era mayor que Lecia, se dirigía a la chica menor de manera mucho más casual de la que a Lecia le estaba permitida.
Charlotte reviso la habitación, pareciendo buscar a alguien.
"¿En dónde esta Arcus, Lecia?" Ella pregunto.
"Mi hermano no pudo asistir."
"Oh. Sera que los rumores son verdaderos?"
"Lo son."
Rumores acerca de que Arcus fue desheredado se expandieron desde que Lecia empezó a atender a este tipo de eventos. Odiaba hablar sobre ello, pero tratar de esa manera a los hijos no era sorprendente para las familias como la suya. Si el heredero no era lo suficientemente bueno, eran simplemente reemplazados, con el siguiente en la línea puesto para tomar la cabeza de la familia y sus territorios. Los herederos necesitaban ser talentosos, después de todo.
Personalmente, sin embargo, Lecia pensaba que su hermano era talentoso, muchas gracias. Sin mencionar trabajador.
"Mi Señor. Una palabra..."
"¿Que sucede, Joshua?"
"Me gustaría anular oficialmente el arreglo entre nuestro hijo y la hija de Su Excelencia."
"Te refieres a su compromiso?"
"Si, Mi Señor."
Joshua y Purce habían acordado casar a Charlotte y Arcus en el momento en que nació. Ambos aún no se conocían, sin embargo, y ahora era más que seguro que jamás lo harían. La expresión de Purce se endureció un poco.
"No crees que la decisión de expulsar a tu hijo fue muy apresurada? Entiendo que haya fallado en cumplir con tus expectativas, pero eso no significa que no tenga potencial como mago."
"Me temo que debo discrepar, Mi Señor. Su éter simplemente no es suficiente para ser digno del nombre Raytheft."
"¿Un asunto de tradición, supongo?"
"En efecto. Como Su Excelencia debe saber, somos una familia militar, y, por ende, nuestro heredero debe cumplir un cierto estándar. Tampoco podemos arriesgar que le cause problemas a Su Excelencia."
El conde dejo salir un pequeño suspiro. "Sabes. Esto me suena bastante familiar."
"M-Mi Señor..."
"Perdona mi comentario. No he conocido a una cabeza de los Raythefts más exitosa que tú. También nos ayudaste mucho en suprimir a los Hans durante la Batalla de los Jars."
"Muchas gracias, Mi Señor."
Aunque Joshua le agradeció a Purce, aun no parecía haber terminado de hablar acerca del compromiso.
"Sin embargo, no deseo poner a Su Excelencia y a la condesa en una posición incomoda, por lo que desearía anular el compromiso."
"Hmmm..."
El conde lo observo pensativamente, un poco sorprendido por la terquedad de Joshua en el asunto. Si se tomara la palabra de los padres de Lecia, entonces la falta de éter de Arcus era contagiosa.
Sin embargo, aparte del hecho que eso no lo hacía alguien sin talento, el éter de una persona era algo escrito en piedra. Lecia deseaba que sus padres abrieran sus ojos ante tal simple verdad. Las palabras de su hermano acerca del asunto eran muy duras para ser repetidas, y sugirió que se envuelvan en--suavizando la frase un poco--un tipo de magia protectora si tanto les preocupaba algo así. Lecia noto que su hermano ya no era tan educado como solía ser.
"Padre. Hagamos lo que desea."
"Charlotte?"
Tal parece que estaba a favor de anular el compromiso. Lecia no estaba sorprendida; tampoco quisiera que elijan a su esposo por ella, incluso si esa era la practica estándar de los nobles. Especialmente si ese esposo estaba sujeto a tales rumores. Joshua tomo la oportunidad.
"Fue algo acordado entre Su Excelencia y yo," él dijo. "Sin embargo, si la hija de Su Excelencia también se opone a la idea, entonces desearía que Su Excelencia tome eso en consideración de ser posible."
"Si preferiría que mi hija se case con alguien talentoso. Sin embargo, escuche que tu hijo esta presentemente bajo la tutela de 'Crisol' Abend"
"Eso fue...bajo la prerrogativa de mi hermano."
"De verdad?"
"Si, Mi Señor. Simplemente simpatiza con mi hijo debido a su propia falta de éter. Estoy seguro de que mi hijo no se beneficiara de ello."
El conde entrecerró sus ojos ante el hecho de que Joshua estaba reacio a negociar. Afortunadamente, el incomodo silencio no duro mucho.
"Vaya, vaya. ¡Parece que todos han llegado!" Una voz resonó del centro de la plataforma elevada al final de la habitación de recepciones. Todos aclamaron cuando notaron la fuente de la voz: un cierto hombre de mediana edad.
No era otro más que el Marques Gaston en persona, el organizador de esta fiesta. Casi todo su traje formal estaba cubierto de decoraciones doradas, lo cual amplificaba el hecho de que fuera tan alto.
Desprendía gran confianza mientras paseaba por la multitud, asegurándose de que hasta el último invitado lo viera mientras jugaba con su bigote. Saludando a todos de camino, eventualmente alcanzo a los Raythefts.
"Mi Señor," Purce empezó, "Esta es una maravillosa noche, y Su Excelencia fue tan generoso en ofrecernos una invitación."
"¡Es bueno verlo, Conde Cremelia! ¡Me alegra que este disfrutando!" Gaston respondió con una sonrisa, sus dedos aun en su bigote.
Ahora el turno de Joshua.
"Su más honorable Excelencia, estamos extremadamente agradecidos de haber recibido una invitación."
"No hay problema. Me agrada mantener buenas relaciones con las casas del este. Por favor, disfruten esta noche."
"Mi Señor." Joshua bajo su cabeza.
Lecia de repente se dio cuenta que mientras que su padre parecía encogerse en la presencia del marqués, él se encontraba calmado y compuesto. Parpadeo en curiosidad mientras Charlotte le murmuro en el oído.
"Hay muchos malos rumores acerca del marqués."
"Es así?"
"En efecto. Por ejemplo, que sus ganancias son mal adquiridas, y que no gobierna amablemente a su gente."
Era una historia común. Gracias a los esfuerzos del rey actual, la corrupción entre los nobles había disminuido considerablemente, pero sobre cierto rango, no había mucho que el rey pudiera hacer.
"Padre es muy cuidadoso con él," Charlotte señalo.
"Pero aun así vinieron a este evento?"
"Mantener las relaciones es importante."
Tal parece que el conde y su hija no tienen al marques en alta estima, pero gracias a su estatus, era difícil para ellos dar su opinión públicamente.
"Tal parece que las jóvenes señoritas se llevan bastante bien."
Debido al saludo del marqués, Charlotte y Lecia dieron una educada cortesía.
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