Seirei Gensouki Volumen 14 - Chapter 3 Parte 1
Chapter
3: Colmillo del Vengador
Varios
meses han pasado desde la llegada de Renji. No volvió a regresar a la aldea de
Rhea en el Reino Vilkis después de ese incidente, y en vez de eso, actuó como
un aventurero en el Reino Rubia.
Para
que conste, el gremio de aventureros era una organización internacional establecida
y encomendada por cada nación.
El propósito
original de su creación era forzar una parte de la inmanejable defensa del
Reino a aquellos que eran socialmente incapaces de tener buenos trabajos, para
que el reino los pueda manejar indirectamente y usarlos efectivamente como
fuerza laboral.
Claro,
era una organización internacional solo en la superficie. Los cuarteles de la organización
existían en nombre, pero no había ninguna base que realizara esa función, y la administración
era realizada independientemente por las sucursales en la capital de cada
reino. Esto debido a que oficiales de cada reino eran enviados para supervisar
las operaciones de la sucursal, por lo que no podían cruzar los bordes de los
reinos.
Además,
en orden de convertirse en un aventurero, era requerido que uno se registre en
los cuarteles o en una sucursal, cada una teniendo sus méritos y deméritos. Por
ejemplo, pertenecer a una sucursal restringía las actividades bajo la jurisdicción
de otras sucursales (respecto a esto, pertenecer al cuartel otorgaba la
libertad de actuar en cualquier sucursal, pero el apoyo de las sucursales
regionales era más débil.)
Renji pertenecía
a una sucursal regional del Reino Rubia. Al principio, su insolente
personalidad, añadiendo su pequeña estatura y joven apariencia, causaron que
los aventureros a su alrededor lo trataran agresivamente.
Sin
embargo, le daba una lección a todo aventurero que provocara una pelea contra
el sin importar el rango, completando muchas peticiones de caza el solo hasta que,
eventualmente, todos se alejaban de el por miedo.
En vez
de eso, gano fama como el novato más rápido en aumentar su rango en la
historia, obteniendo sobrenombres como "Antipático" debido a sus
actividades solitarias o "Emperador de Hielo" por su poderosa espada
encantada de hielo (el nombre genérico para cualquier arma con hechicería
ancestral en ellas).
Su
nombre se extendió hasta el castillo real, alcanzando los oídos de la Princesa
Caballero, la primera princesa Sylvie Rubia. Ella invito a Renji personalmente
al castillo para juzgar sus habilidades, teniendo un duelo de practica con el
antes de ofrecerle un puesto como un caballero personal.
"No
tengo la intención de trabajar para nadie. La Realeza y nobleza están
especialmente fuera de cuestión."
Renji rehusó
descaradamente el ofrecimiento de Sylvie para convertirse en un caballero, pero
la insolencia de su respuesta mostro su poco conocimiento acerca del mundo. Eso
le intereso a Sylvie, por lo que formaron una amistad en vez de una relación
maestro-sirviente.
"Hey,
es Antipático."
Solo
apareciendo en el gremio de aventureros en la capital del Reino Rubia, hacía
que los demás aventureros hicieran ruido. Había miradas de fuerte envidia y
odio entre ellos.
"Hmph."
Y, aun así, Renji camino a través de esas miradas con una sonrisa mientras se dirigía
a la recepción. No le desagradaba ser observado con envidia. Tampoco se sentía
mal ser llamado Antipático o Emperador de Hielo--se había estado comportando de
esa manera, después de todo.
Habiendo
olvidado los eventos de la aldea--no, en orden de evitar recordar los eventos
que ocurrieron en la aldea, Renji continúo gozando de su vida como aventurero.
Así es
como era la nueva vida de Renji antes de que todo cambiara. Fue el día después
de que Rio tuviera una fiera batalla con Nidoll en el Castillo Proxia--dos días
antes de que Christina y Flora desaparecieran del crucero encantado.
La
primera princesa, Sylvie Rubia, se encontraba visitando a escondidas la cara
posada que Renji había rentado.
"Cuanto
tiempo sin vernos, Renji." Sylvie se sentó en el sofá, frente a Renji, y
le sonrió.
"Estás
segura de esto? Aunque hayas venido en secreto, aun así, estas visitando una
posada como esta," Renji pregunto con una sonrisa.
"Realmente
tienes agallas para llamar a la posada de más alta calidad en el reino 'una
posada como esta.' “
"Aun
así no es un lugar que una princesa pueda visitar casualmente, no?"
"No
querías que viniera?"
"Nada
de eso. Solo no puedo darte una buena recepción."
"Oh?
Me sorprende que entiendas el concepto de recibir a tus invitados," Dijo
Sylvie alegremente. (TN: Ok, parece que Sylvie no será añadida al harem de
Rio...pero ya veremos.)
"Quien
te crees que soy? Bueno, como sea. No te había visto últimamente, por lo que me
preguntaba qué es lo que habías estado haciendo." Renji suspiro mientras
le preguntaba a Sylvie acerca de los eventos recientes.
"No
hace mucho, hubo un banquete en el Reino Galarc donde los héroes de cada nación
se reunieron. Estuve fuera de la capital por un tiempo porque fui invitada como
la representante de este reino. También hubo varias cosas de las que tuve que
encargarme al regresar," Sylvie respondió, su cansancio mostrándose en su
rostro.
"Conociste
a los héroes de cada nación...?" Renji pregunto.
"Si.
Hable con ellos un poco," Sylvie respondió observando el rostro de Renji.
"Como
eran?"
Rumores
de que héroes habían sido invocados por toda la región Strahl también habían
llegado al Reino Rubia, de los cuales Renji ya estaba enterado. Aun no le había
dicho a nadie de su estatus como héroe, pero parecía estar interesado en los
otros héroes.
"...Eran
personas de la misma edad que tú y yo." Sylvie respondió luego de una
pausa.
"Ya
veo...Fuera de eso, ¿Estelle ha estado bien?"
Renji parecía
sentirse incomodo de tener que esconder su estatus como héroe, por lo que dejo
de preguntar acerca de ellos.
En vez
de eso, pregunto acerca de la hermana menor de Sylvie, la segunda princesa
Estelle.
La última
vez que fue invitado al castillo, Renji paso un poco de tiempo interactuando
con Estelle. A diferencia de Sylvie, una galante señorita conocida como la
Princesa Caballero, su hermana menor era una chica modesta y tranquila. Era
debido a esto que a menudo se decía que tenían personalidades opuestas para ser
hermanas.
"...Estelle
se está recuperando en estos momentos." Una sombra cayó sobre el rostro de
Sylvie mientras hablaba.
Es un
asunto confidencial del reino. No puedo decirle que fue tomada de rehén como
herramienta diplomática, es lo que Sylvie estaba pensando.
"Está
enferma?"
"Bueno,
algo así."
"Si
necesitas alguna hierba medicinal, podría conseguirla."
"No,
está bien. Se recuperará con el tiempo, así que no te preocupes. Definitivamente
podrá verte nuevamente un día. Cuando ese día llegue, traigámosla a esta
posada," Sylvie dijo con una sonrisa para calmar la preocupación de Renji.
"Ya
veo..." Por un momento, los ojos de Renji fueron captivados por la sonrisa
de Sylvie, pero pronto sonrió y dijo, "Pero Estelle es una princesa. Sería
mejor que yo vaya al castillo."
"Hey...A
que te refieres con que ella es una princesa? ¿Qué dices de mi? ¡Yo también
soy una princesa!" Sylvie parpadeo, y luego objeto con una cara
malhumorada.
"Si,
eres la Princesa Caballero."
"Para
con eso. No me agrada ese nombre."
"Hey,
fuiste tu quien se introdujo como la Princesa Caballero cuando nos conocimos.
Incluso tuvimos un combate de practica después de eso, ¿lo recuerdas?"
"Pensé
que presentarme de esa manera nos guiaría más naturalmente a un combate."
La
amistosa atmosfera de su conversación era impensable para una primera princesa
y un mero aventurero. El tiempo voló mientras conversaban agradablemente.
"Realmente
es agradable hablar contigo de esta manera; no hay necesidad de actuar de
manera rígida. Es calmante," Murmuró Sylvie.
"Que
te sucede de repente?"
"Nada.
Es solo que he tenido que estar muy en guardia recientemente. Estaba pensando
que tan bueno era visitarte, ya que he estado bastante cansada últimamente."
"Has
estado trabajando mucho? No tengo el derecho de decir esto como un aventurero
viviendo como le place, pero trabajar mucho es un problema. Deberías también
tomarte un tiempo para poder descansar," Renji aconsejo.
En ese
momento, la puerta de la habitación fue tocada antes de ser abierta.
"¿Princesa
Sylvie, tiene un momento?"
Quien
entro fue la caballero personal bajo el comando de Sylvie, Elena Broman. Había
estado de pie fuera de la habitación haciendo guardia mientras Sylvie y Renji
hablaban.
"...Te
dije que esperaras fuera de la habitación hasta que saliera, ¿no es así?"
Sylvie pregunto en un serio tono.
"Si,
pero--Jean Bernard está pidiendo una audiencia."
Elena
dio el nombre del visitante con duda. Jean Bernard era el alias del embajador
del Imperio Proxia, Reiss, cuando actuaba en el Reino Rubia.
"Una
audiencia? Bien. Regresare al castillo de inmediato. Lo lamento, Renji, dejémoslo
aquí por hoy--"
Sylvie
estaba concluyendo su charla con Renji con una cara amargada cuando Elena la interrumpió.
"Princesa. Acerca de eso...Jean Bernard vino aquí..."
"Aquí?
Nhg, como lo supo..." La expresión de Sylvie se volvió aún más
amargada.
¿Acaso
sabe acerca de Renji? Es famoso como aventurero, así que no sería extraño que
lo sepa...¿Qué es lo que quiere? Todo tipo de posibilidades le
vinieron a la mente.
Renji
vio la expresión en el rostro de Sylvie y ladeo su cabeza en sospecha. Justo
entonces, el mencionado Jean Bernard--conocido también como Reiss--apareció
junto a Elena en la puerta.
"Perdonen
mi repentina interrupción." Reiss coloco una mano sobre su pecho e inclino
su cabeza respetuosamente hacia Sylvie y Renji.
No conozco
su cara...Tampoco he escuchado su nombre. ¿No es maleducado que un simple súbdito
visite a la princesa de manera clandestina y sin ningún tipo de aviso? Renji
pensó esas cosas mientras observaba a Reiss cuidadosamente.
"...Que
es lo que quieres?" Sylvie pregunto con un tono de desagrado.
"Escuché
que estaba aquí, por lo que vine a visitar. Antes de mencionar mi asunto, ¿podría
primero darle mis saludos a Sir Renji el Antipático?" Reiss miro a Renji
con una alegre sonrisa que parecía más siniestra.
"Bueno,
no me importaría. Pero estas tomando mi tiempo privado en estos momentos.
Espero que tu asunto sea importante." Renji se recostó en el sofá,
cruzando sus piernas mientras hablaba de manera amenazante.
"Si,
en efecto lo es. Entonces, si pudiera dar un pequeño saludo: Soy Jean Bernard,
un indigno noble de Rubia del rango más bajo."
"Jamás
había escuchado el nombre de tu familia." Renji no tenía interés en la
nobleza del Reino Rubia, por lo que era de esperarse. Un noble normal se habría
ofendido por las palabras de Renji, pero--
"En
efecto, debido a que estamos al fondo de la pirámide social. Es un gran honor
poder conocer al famoso Antipático." Reiss evadió el tema con una
agradable sonrisa.
"..."
Renji observo a Reiss con ojos entrecerrados.
Que
tipo tan siniestro. La sombría expresión en el rostro de Sylvie también me
molesta.
Trató
de ver cualquier cambio en su expresión, pero era como si el hombre llevara
puesta una máscara. Había algo extraño en él.
"Hey.
¿Qué significa esto, Bernard?" Sylvie interrumpió en un tono enojado.
"Tenía
algo que discutir con Su Alteza acerca de la adorable, adorable Princesa
Estelle. ¿No es tiempo de que la vaya a ver?"
"...A
que te refieres?"
"Me
refiero a lo que mencione...?" Reiss ladeo su cabeza con calma.
"...Puedo
verla?"
"Si.
¿Ese era nuestro acuerdo previo, no es así? Que eventualmente podría verla
nuevamente. Sin embargo, estoy muy ocupado y seria inconveniente que algo
extraño suceda, por lo que, si quiere verla, ahora sería el mejor
momento."
"...Bien."
Luego de dudar por un momento, Sylvie asintió.
"¿Que
sucede, Sylvie? ¿No estaba Estelle recuperándose?" Renji pregunto con
dudas.
"Iré
a donde se encuentra descansando. Lo lamento, pero me retirare por hoy. Te volveré
a visitar en otro momento, Renji." Sylvie hablo con un aire de compostura
mientras sonreía y se levantó.
"Bien,
de acuerdo..." Renji miro a Sylvie, sin estar convencido. Sin embargo, ya
se encontraba cerca de la puerta antes de que pudiera entrometerse.
"Vamos
entonces, Bernard," Le dijo a Reiss.
"Como
desee, Su Alteza."
Reiss
formo una risa en su rostro y se giró para salir de la habitación. Sylvie lo siguió.
Antes de que Reiss se fuera, le dio una mirada a Renji. Formo una sugestiva
sonrisa sospechosa antes de desaparecer por la puerta.
La
manera en que Sylvie estaba actuando...¿Algo raro está pasando? Ese hombre definitivamente
es sospechoso...
Los
instintos de Renji aumentaron. La sospechosa sonrisa de Reiss le vino a la
mente, haciéndolo sentir incomodo mientras observaba fuera de la ventana hacia
la entrada de la posada. Reiss y Sylvie estaban subiendo a un carruaje. Había
algo amenazante acerca de ambos.
Que
extraño. ¿Debería seguirlos e investigar?
Decidiendo
eso, Renji rápidamente preparo su equipo y salió de la posada.
Mientras tanto, dentro del
carruaje en el que iban Sylvie y Elena...
No había manera de saber que
tanto había pasado desde que partieron. Un silencio sofocante continuo dentro
del carruaje.
"Hey, Reiss. ¿Quién es
este hombre?" Sylvie pregunto por la identidad del tercero sentado
diagonalmente frente a ella en el apretado carruaje. El ojo izquierdo del
hombre estaba escondido tras un negro parche, su brazo izquierdo envuelto en vendajes
con un tipo de fórmula para hechizos escrito en ellos. Había una alarmante aura
de sed de sangre emanando de él.
"Él es mi guardia, debido
a que sería preocupante que alguien tan débil como yo viajara solo. Su nombre
es Lucius. Se encuentra un poco irritado en estos momentos, así que no intente
nada extraño. No puedo garantizar su vida si lo hace," Reiss respondió con
una mirada calmada, encogiendo sus hombros.
"Lucius?"
"¿Oh, sabe de él?"
"Si es el comandante de
los Heavenly Lions, entonces he escuchado el nombre. Sin embargo, no recuerdo
hacer nada como para que me dirijan tal cantidad de sed de sangre. Hace que
quiera que lo corte antes de que me ataquen primero," Dijo Sylvie, mirando
intensamente a Lucius.
"Ha!" Lucius dejo
salir una fuerte risa repentinamente.
"Que?" Sylvie frunció
el ceño.
"Esta sed de sangre no está
dirigida hacia ti, ¿sabes? El bastardo que estoy tratando de matar está en otro
lado, nada me gustaría más que ir y matarlo en estos momentos," Lucius
dijo con ojos vacíos.
"Hey, Reiss. ¿Esta este
hombre trastornado o algo?" Sylvie entrecerró sus ojos en sospecha
mientras le preguntaba a Reiss. Pero Reiss simplemente se encogió de hombros
sin responder.
"Dime, Princesa."
"..." Lucius le
hablo, pero Sylvie lo ignoro.
"Imagina esto. ¿Tu
hermana--Estelle, era? Una mujer así de bella fue tomada como rehén. ¿Realmente
crees que se encuentra a salvo en estos momentos?"
"E-Eres un! Sylvie
reacciono fieramente cuando la seguridad de su hermana fue mencionada, una vena
mostrándose en su frente."
"Heh" Lucius se burló.
"Fue eso una declaración
de que no tratan a los rehenes como rehenes? De ser así, esto se acaba aquí,"
Sylvie alcanzo la vaina en su cintura.
"¿Vamos, piensas sacar
eso en un espacio tan apretado?" Contrario a sus palabras, la sonrisa en
el rostro de Lucius indicaba que se moría porque ella haga eso.
"Crees que soy incapaz de
cortarte a ti y al metal de este carruaje al mismo tiempo?" Sylvie se enfureció.
Una tensa atmosfera lleno el
carruaje. A un lado de Sylvie, Elena cambio a posición de batalla con una expresión
sombría. Estaba preparada a actuar por si algo sucedía.
Lucius se recostó
arrogantemente, provocándolas continuamente con su mirada. A este paso, uno esperaría
que una pelea empiece en cualquier momento, pero Reiss intervino con una expresión
de fastidio.
"Detente. Estamos
actuando formalmente de parte de nuestra nación. No somos iguales a unos
rufianes o mercenarios, por lo que jamás haríamos algo para lastimar al rehén
que obtuvimos. La Princesa Estelle se encuentra completamente a salvo,"
Reiss le dijo a Sylvie.
"Actuando formalmente de
parte de tu nación? ¿Te refieres a la nación que fue creada por mercenarios?"
Sylvie estaba furiosa, frunciendo el ceño mientras lo refutaba.
"Que extraño. ¿Es debido
a que nos consideran una genuina nación que aceptaron formar esta alianza
secreta, no?"
"Palabras de un sinvergüenza
quien tomo a Estelle de rehén antes de forzar las negociaciones..."
"Esa es otra extraña declaración.
Rehenes han sido usados en negociaciones entre naciones desde tiempos antiguos,
¿no? Incluso para políticas internas, no era raro para los señores pedirles
rehenes a sus súbditos para asegurar su obediencia..." Reiss ladeo su
cabeza curiosamente.
"No pienses que una nación
que toma rehenes será realmente de confianza en una alianza."
"Lo tendré en mente. Sin
embargo, un pacto es un pacto. Nos encargaremos de asuntos aparte del rehén en
orden de formar una relación de confianza. De ese modo, su lado debería tener
en cuenta no arruinar una relación de confianza mutua. Bueno, algunas quejas
por aquí y por allá pueden ser ignoradas," Reiss respondió con calma ante
la furiosa mirada que Sylvie le envió.
"..."
Sylvie resoplo suavemente y se
abstuvo de decir algo más. Aunque reacia, ese fue un silencioso acuerdo ante
las palabras de Reiss. Varios minutos después, el carruaje se detuvo.
"¿Salimos del carruaje,
entonces?" Reiss sugirió.
Sylvie y Elena bajaron
primero. Reiss y Lucius las siguieron.
¿Así que nos trajeron fuera de
la capital después de todo, huh?
En orden de revisar la
seguridad de Estelle, antes de abordar el carruaje, tuvo que aceptar la condición
de que el destino no le seria revelado hasta que llegaran. La ventana había
estado cerrada mientras viajaban, por lo que tampoco sabía que ruta tomaron,
pero tenía la sospecha de que se dirigían fuera de la capital. La capital del
Reino Rubia era el territorio de Sylvie, y Reiss no era lo suficientemente
senil como para reunirla con Estelle en ese lugar.
Y así, su ubicación actual se
encontraba a lo largo del camino extendiéndose desde la capital, lo
suficientemente lejos como para que el castillo real en la capital se pudiera
ver a lo lejos.
"No veo a Estelle."
Sylvie vio sus alrededores. No había señales de nadie en el camino aparte de
ellos, y estaban rodeados de planicies deshabitadas en ambos lados del camino. Parecía
que al césped le faltaba nutrición, ya que su color era opaco y su altura
corta. Había rocas lo suficientemente grandes como para esconder a una persona
dispersadas en el lugar.
"Por favor, por aquí."
Reiss señalo con su mano y la invito fuera del camino. Dejando el carruaje y al
conductor en el camino, la guio adelante.
"Princesa Sylvie, estaré detrás
de usted."
"Bien."
Sylvie primero siguió a Reiss,
con Elena caminando detrás suyo. Mas atrás se encontraba Lucius, y los cuatro
avanzaron en una línea. Sylvie observo a Reiss en frente suyo con cautela,
mientras que Elena observaba a Lucius en la parte trasera mientras caminaban.
"Les informó a sus otros
subordinados que saldría conmigo cuando partimos de la posada, así que no hay
necesidad de ser tan cautelosa. Siempre y cuando no intente hacer nada,
claro." Reiss rio mientras les hablaba a las dos caminando detrás suyo.
"No tengo pensado hacer
nada siempre y cuando pueda confirmar la seguridad de Estelle. Sin embargo,
espero que estés listo para lo peor si descubro que ha sido lastimada."
"En ese caso, ninguno
tiene nada de qué preocuparse. Deténgase aquí, por favor," Reiss dijo,
señalando una gran roca en frente suyo. Tres hombres encapuchados y una chica
aparecieron detrás de la roca. Parecía que portaba un collar de sellado mágico,
pero no había señales de ninguna herida. Tenía una mirada triste en su rostro,
viendo a su hermana a unos 100 metros ante ella.
"Estelle!" Sylvie
reflexivamente empezó a correr. Sin embargo--
"Ah ah, por favor no se
acerque más de esto." Reiss se puso en frente suyo.
"Nhg..."
"Como fue prometido, ha
confirmado su seguridad. Es tiempo de que regresemos," Dijo Reiss
despiadadamente, su expresión calmada. Sylvie le envió una mirada asesina.
"Que!? ¡Solo he visto su
cara! ¡Y desde tan lejos!"
"Pero se encontró con
ella, ¿no? cumplió el objetivo de confirmar su seguridad."
"Como si pudiera
asegurarme de su seguridad con solo un vistazo. Al menos déjame hablar con
ella," Sylvie pidió desesperadamente.
"Estaríamos tomando un
gran riesgo si lo permitiéramos...Pero bien. Una de las razones por las que se arregló
esta reunión fue para que su estrés no la impulse a actuar fuera de línea,"
Dijo Reiss, poniendo su mano sobre su boca de manera pensativa.
"Entonces..."
"Sin embargo, hay una condición
que debe aceptar. Si la acepta, dejare que hablen sin interrupciones por varios
segundos."
"Escuchémosla."
Incluso aunque fuera por un corto momento, pensar en poder hablar con Estelle
era lo suficientemente tentador para que Sylvie al menos escuche la condición.
"Su Alteza debe darle su
espada encantada a su caballero guardián."
"...Eso es todo?"
Sylvie pregunto sorprendida. Esperaba una condición más demandante por parte de
Reiss en un momento tan oportuno.
La espada encantada que Sylvie
usaba era un tesoro nacional de un artefacto ancestral. No dejaría que Reiss o
Lucius la tocaran, e incluso en comparación a esos compañeros de alianza tan
poco confiables, apenas y podía permitirse dejarla a cargo de su ayudante
Elena.
"Si. Para alguien tan
poderoso como la Princesa Caballero, preferiría usar un collar de sellado mágico,
pero decidiré confiar en usted. Piense en esto como un acto para profundizar
nuestra confianza," Reiss lo dijo en un serio tono.
"Bien...Elena, por favor sostén
esto por un momento." Sylvie aparto la vaina en su cintura y se la dio a
Elena.
"La tratare con el más
grande de los cuidados." Elena se arrodillo y acepto la espada encantada
reverentemente.
"Vaya, entonces,"
Reiss la apresuro.
Sylvie camino hacia Estelle.
Estelle también fue temporalmente liberada y empezó a moverse hacia Sylvie tímidamente.
Mientras más se acercaban, más rápido se movían.
"¿Estas ilesa, Estelle?"
"Si. Lamento por todos
los problemas que he causado, Sylvie."
Ambas juntaron sus manos e
intercambiaron palabras de reunión. Sylvie sonreía por ver a su hermana menor ilesa,
pero la expresión de Estelle era sombría debido a que su existencia era un inconveniente
para Sylvie y su reino.
"No dejes que te
moleste--no eres quien tiene la culpa. No te precipites y hagas algo
raro." Sylvie apretó la mano de Estelle fuertemente.
"Okay..." Estelle asintió
con una pequeña sonrisa de admiración.
"Te han hecho algo
raro?"
"Nada en particular. Me
pusieron en confinamiento, pero mis condiciones de vida no son muy diferentes
que cuando estaba en el castillo."
"Ya veo...Hay algo que te
moleste?"
"Nada. Estoy segura de
que tu estas peor que yo. Si es necesario, por favor abandóname."
"Esa necesidad jamás
llegara. Jamás." Sylvie dijo, con una tensa expresión.
"Gracias..." Estelle
puso sus manos en su pecho y bajo su cabeza con una sonrisa.
"Se acabo el
tiempo." Reiss se acercó a Sylvie por detrás, acompañado de Lucius y
Elena.
"Bien." Sylvie se giró
con un suspiro y se acercó a Elena, quien estaba de pie junto a Reiss.
"Aquí tiene, su
Alteza."
"Bien."
Elena se arrodillo, regresándole
la espada encantada a Sylvie. Mientras lo hacía, le hecho una mirada a la ilesa
figura de Estelle y dejo salir un pequeño suspiro de alivio.
"Ahora, Princesa Estelle.
Por favor regrese con esos hombres," Dijo Reiss, observando a los tres
hombres encapuchados cerca de la piedra.
"Okay," Estelle asintió.
Se separo de Sylvie y de los demás y empezó a caminar de regreso.
Entonces, de una roca ubicada
diagonalmente a Estelle y los hombres, una figura salto con velocidad
sobrehumana. La figura que se interpuso en el espacio entre Estelle y sus
captores tenía la silueta de alguien sosteniendo una alabarda en su mano. La
misteriosa figura levanto su larga arma fácilmente con una sola mano,
bloqueando el camino de los hombres y estrellándola contra el suelo.
"Que...!?"
Una gigante pared de hielo apareció
entre Stelle y los hombres encapuchados. Tenía varios metros de alto y apareció
frente a Estelle, haciéndola retroceder. Sylvie y Elena lo vieron en shock.
Pero por otro lado...
Hehe. Igual que los rumores,
parece que es un muchacho de carácter decisivo. Gracias a eso, me ahorro el
problema de tener que señalar en donde estaba escondido.
Reiss sonrió siniestramente
mientras observaba la espalda de la figura parada frente a Estelle.
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