Seirei Gensouki Volumen 14 - Chapter 3 Parte 1

 

Chapter 3: Colmillo del Vengador

 

Varios meses han pasado desde la llegada de Renji. No volvió a regresar a la aldea de Rhea en el Reino Vilkis después de ese incidente, y en vez de eso, actuó como un aventurero en el Reino Rubia.

Para que conste, el gremio de aventureros era una organización internacional establecida y encomendada por cada nación.

El propósito original de su creación era forzar una parte de la inmanejable defensa del Reino a aquellos que eran socialmente incapaces de tener buenos trabajos, para que el reino los pueda manejar indirectamente y usarlos efectivamente como fuerza laboral.

Claro, era una organización internacional solo en la superficie. Los cuarteles de la organización existían en nombre, pero no había ninguna base que realizara esa función, y la administración era realizada independientemente por las sucursales en la capital de cada reino. Esto debido a que oficiales de cada reino eran enviados para supervisar las operaciones de la sucursal, por lo que no podían cruzar los bordes de los reinos.

Además, en orden de convertirse en un aventurero, era requerido que uno se registre en los cuarteles o en una sucursal, cada una teniendo sus méritos y deméritos. Por ejemplo, pertenecer a una sucursal restringía las actividades bajo la jurisdicción de otras sucursales (respecto a esto, pertenecer al cuartel otorgaba la libertad de actuar en cualquier sucursal, pero el apoyo de las sucursales regionales era más débil.)

Renji pertenecía a una sucursal regional del Reino Rubia. Al principio, su insolente personalidad, añadiendo su pequeña estatura y joven apariencia, causaron que los aventureros a su alrededor lo trataran agresivamente.

Sin embargo, le daba una lección a todo aventurero que provocara una pelea contra el sin importar el rango, completando muchas peticiones de caza el solo hasta que, eventualmente, todos se alejaban de el por miedo.

En vez de eso, gano fama como el novato más rápido en aumentar su rango en la historia, obteniendo sobrenombres como "Antipático" debido a sus actividades solitarias o "Emperador de Hielo" por su poderosa espada encantada de hielo (el nombre genérico para cualquier arma con hechicería ancestral en ellas).

Su nombre se extendió hasta el castillo real, alcanzando los oídos de la Princesa Caballero, la primera princesa Sylvie Rubia. Ella invito a Renji personalmente al castillo para juzgar sus habilidades, teniendo un duelo de practica con el antes de ofrecerle un puesto como un caballero personal.

"No tengo la intención de trabajar para nadie. La Realeza y nobleza están especialmente fuera de cuestión."

Renji rehusó descaradamente el ofrecimiento de Sylvie para convertirse en un caballero, pero la insolencia de su respuesta mostro su poco conocimiento acerca del mundo. Eso le intereso a Sylvie, por lo que formaron una amistad en vez de una relación maestro-sirviente.

"Hey, es Antipático."

Solo apareciendo en el gremio de aventureros en la capital del Reino Rubia, hacía que los demás aventureros hicieran ruido. Había miradas de fuerte envidia y odio entre ellos.

"Hmph." Y, aun así, Renji camino a través de esas miradas con una sonrisa mientras se dirigía a la recepción. No le desagradaba ser observado con envidia. Tampoco se sentía mal ser llamado Antipático o Emperador de Hielo--se había estado comportando de esa manera, después de todo.

Habiendo olvidado los eventos de la aldea--no, en orden de evitar recordar los eventos que ocurrieron en la aldea, Renji continúo gozando de su vida como aventurero.




Así es como era la nueva vida de Renji antes de que todo cambiara. Fue el día después de que Rio tuviera una fiera batalla con Nidoll en el Castillo Proxia--dos días antes de que Christina y Flora desaparecieran del crucero encantado.

La primera princesa, Sylvie Rubia, se encontraba visitando a escondidas la cara posada que Renji había rentado.

"Cuanto tiempo sin vernos, Renji." Sylvie se sentó en el sofá, frente a Renji, y le sonrió.

"Estás segura de esto? Aunque hayas venido en secreto, aun así, estas visitando una posada como esta," Renji pregunto con una sonrisa.

"Realmente tienes agallas para llamar a la posada de más alta calidad en el reino 'una posada como esta.' “

"Aun así no es un lugar que una princesa pueda visitar casualmente, no?"

"No querías que viniera?"

"Nada de eso. Solo no puedo darte una buena recepción."

"Oh? Me sorprende que entiendas el concepto de recibir a tus invitados," Dijo Sylvie alegremente. (TN: Ok, parece que Sylvie no será añadida al harem de Rio...pero ya veremos.)

"Quien te crees que soy? Bueno, como sea. No te había visto últimamente, por lo que me preguntaba qué es lo que habías estado haciendo." Renji suspiro mientras le preguntaba a Sylvie acerca de los eventos recientes.

"No hace mucho, hubo un banquete en el Reino Galarc donde los héroes de cada nación se reunieron. Estuve fuera de la capital por un tiempo porque fui invitada como la representante de este reino. También hubo varias cosas de las que tuve que encargarme al regresar," Sylvie respondió, su cansancio mostrándose en su rostro.

"Conociste a los héroes de cada nación...?" Renji pregunto.

"Si. Hable con ellos un poco," Sylvie respondió observando el rostro de Renji.

"Como eran?"

Rumores de que héroes habían sido invocados por toda la región Strahl también habían llegado al Reino Rubia, de los cuales Renji ya estaba enterado. Aun no le había dicho a nadie de su estatus como héroe, pero parecía estar interesado en los otros héroes.

"...Eran personas de la misma edad que tú y yo." Sylvie respondió luego de una pausa.

"Ya veo...Fuera de eso, ¿Estelle ha estado bien?"

Renji parecía sentirse incomodo de tener que esconder su estatus como héroe, por lo que dejo de preguntar acerca de ellos.

En vez de eso, pregunto acerca de la hermana menor de Sylvie, la segunda princesa Estelle.

La última vez que fue invitado al castillo, Renji paso un poco de tiempo interactuando con Estelle. A diferencia de Sylvie, una galante señorita conocida como la Princesa Caballero, su hermana menor era una chica modesta y tranquila. Era debido a esto que a menudo se decía que tenían personalidades opuestas para ser hermanas.

"...Estelle se está recuperando en estos momentos." Una sombra cayó sobre el rostro de Sylvie mientras hablaba.

Es un asunto confidencial del reino. No puedo decirle que fue tomada de rehén como herramienta diplomática, es lo que Sylvie estaba pensando.

"Está enferma?"

"Bueno, algo así."

"Si necesitas alguna hierba medicinal, podría conseguirla."

"No, está bien. Se recuperará con el tiempo, así que no te preocupes. Definitivamente podrá verte nuevamente un día. Cuando ese día llegue, traigámosla a esta posada," Sylvie dijo con una sonrisa para calmar la preocupación de Renji.

"Ya veo..." Por un momento, los ojos de Renji fueron captivados por la sonrisa de Sylvie, pero pronto sonrió y dijo, "Pero Estelle es una princesa. Sería mejor que yo vaya al castillo."

"Hey...A que te refieres con que ella es una princesa? ¿Qué dices de mi? ¡Yo también soy una princesa!" Sylvie parpadeo, y luego objeto con una cara malhumorada.

"Si, eres la Princesa Caballero."

"Para con eso. No me agrada ese nombre."

"Hey, fuiste tu quien se introdujo como la Princesa Caballero cuando nos conocimos. Incluso tuvimos un combate de practica después de eso, ¿lo recuerdas?"

"Pensé que presentarme de esa manera nos guiaría más naturalmente a un combate."

La amistosa atmosfera de su conversación era impensable para una primera princesa y un mero aventurero. El tiempo voló mientras conversaban agradablemente.

"Realmente es agradable hablar contigo de esta manera; no hay necesidad de actuar de manera rígida. Es calmante," Murmuró Sylvie.

"Que te sucede de repente?"

"Nada. Es solo que he tenido que estar muy en guardia recientemente. Estaba pensando que tan bueno era visitarte, ya que he estado bastante cansada últimamente."

"Has estado trabajando mucho? No tengo el derecho de decir esto como un aventurero viviendo como le place, pero trabajar mucho es un problema. Deberías también tomarte un tiempo para poder descansar," Renji aconsejo.

En ese momento, la puerta de la habitación fue tocada antes de ser abierta.

"¿Princesa Sylvie, tiene un momento?"

Quien entro fue la caballero personal bajo el comando de Sylvie, Elena Broman. Había estado de pie fuera de la habitación haciendo guardia mientras Sylvie y Renji hablaban.

"...Te dije que esperaras fuera de la habitación hasta que saliera, ¿no es así?" Sylvie pregunto en un serio tono.

"Si, pero--Jean Bernard está pidiendo una audiencia."

Elena dio el nombre del visitante con duda. Jean Bernard era el alias del embajador del Imperio Proxia, Reiss, cuando actuaba en el Reino Rubia.

"Una audiencia? Bien. Regresare al castillo de inmediato. Lo lamento, Renji, dejémoslo aquí por hoy--"

Sylvie estaba concluyendo su charla con Renji con una cara amargada cuando Elena la interrumpió. "Princesa. Acerca de eso...Jean Bernard vino aquí..."

"Aquí? Nhg, como lo supo..." La expresión de Sylvie se volvió aún más amargada.  

¿Acaso sabe acerca de Renji? Es famoso como aventurero, así que no sería extraño que lo sepa...¿Qué es lo que quiere? Todo tipo de posibilidades le vinieron a la mente.

Renji vio la expresión en el rostro de Sylvie y ladeo su cabeza en sospecha. Justo entonces, el mencionado Jean Bernard--conocido también como Reiss--apareció junto a Elena en la puerta.

"Perdonen mi repentina interrupción." Reiss coloco una mano sobre su pecho e inclino su cabeza respetuosamente hacia Sylvie y Renji.

No conozco su cara...Tampoco he escuchado su nombre. ¿No es maleducado que un simple súbdito visite a la princesa de manera clandestina y sin ningún tipo de aviso? Renji pensó esas cosas mientras observaba a Reiss cuidadosamente.

"...Que es lo que quieres?" Sylvie pregunto con un tono de desagrado.

"Escuché que estaba aquí, por lo que vine a visitar. Antes de mencionar mi asunto, ¿podría primero darle mis saludos a Sir Renji el Antipático?" Reiss miro a Renji con una alegre sonrisa que parecía más siniestra.

"Bueno, no me importaría. Pero estas tomando mi tiempo privado en estos momentos. Espero que tu asunto sea importante." Renji se recostó en el sofá, cruzando sus piernas mientras hablaba de manera amenazante.

"Si, en efecto lo es. Entonces, si pudiera dar un pequeño saludo: Soy Jean Bernard, un indigno noble de Rubia del rango más bajo."

"Jamás había escuchado el nombre de tu familia." Renji no tenía interés en la nobleza del Reino Rubia, por lo que era de esperarse. Un noble normal se habría ofendido por las palabras de Renji, pero--

"En efecto, debido a que estamos al fondo de la pirámide social. Es un gran honor poder conocer al famoso Antipático." Reiss evadió el tema con una agradable sonrisa.

"..." Renji observo a Reiss con ojos entrecerrados.

Que tipo tan siniestro. La sombría expresión en el rostro de Sylvie también me molesta.

Trató de ver cualquier cambio en su expresión, pero era como si el hombre llevara puesta una máscara. Había algo extraño en él.

"Hey. ¿Qué significa esto, Bernard?" Sylvie interrumpió en un tono enojado.

"Tenía algo que discutir con Su Alteza acerca de la adorable, adorable Princesa Estelle. ¿No es tiempo de que la vaya a ver?"

"...A que te refieres?"

"Me refiero a lo que mencione...?" Reiss ladeo su cabeza con calma.

"...Puedo verla?"

"Si. ¿Ese era nuestro acuerdo previo, no es así? Que eventualmente podría verla nuevamente. Sin embargo, estoy muy ocupado y seria inconveniente que algo extraño suceda, por lo que, si quiere verla, ahora sería el mejor momento."

"...Bien." Luego de dudar por un momento, Sylvie asintió.

"¿Que sucede, Sylvie? ¿No estaba Estelle recuperándose?" Renji pregunto con dudas.

"Iré a donde se encuentra descansando. Lo lamento, pero me retirare por hoy. Te volveré a visitar en otro momento, Renji." Sylvie hablo con un aire de compostura mientras sonreía y se levantó.

"Bien, de acuerdo..." Renji miro a Sylvie, sin estar convencido. Sin embargo, ya se encontraba cerca de la puerta antes de que pudiera entrometerse.

"Vamos entonces, Bernard," Le dijo a Reiss.

"Como desee, Su Alteza."

Reiss formo una risa en su rostro y se giró para salir de la habitación. Sylvie lo siguió. Antes de que Reiss se fuera, le dio una mirada a Renji. Formo una sugestiva sonrisa sospechosa antes de desaparecer por la puerta.

La manera en que Sylvie estaba actuando...¿Algo raro está pasando? Ese hombre definitivamente es sospechoso...

Los instintos de Renji aumentaron. La sospechosa sonrisa de Reiss le vino a la mente, haciéndolo sentir incomodo mientras observaba fuera de la ventana hacia la entrada de la posada. Reiss y Sylvie estaban subiendo a un carruaje. Había algo amenazante acerca de ambos.

Que extraño. ¿Debería seguirlos e investigar?

Decidiendo eso, Renji rápidamente preparo su equipo y salió de la posada.



Mientras tanto, dentro del carruaje en el que iban Sylvie y Elena...

No había manera de saber que tanto había pasado desde que partieron. Un silencio sofocante continuo dentro del carruaje.

"Hey, Reiss. ¿Quién es este hombre?" Sylvie pregunto por la identidad del tercero sentado diagonalmente frente a ella en el apretado carruaje. El ojo izquierdo del hombre estaba escondido tras un negro parche, su brazo izquierdo envuelto en vendajes con un tipo de fórmula para hechizos escrito en ellos. Había una alarmante aura de sed de sangre emanando de él.

"Él es mi guardia, debido a que sería preocupante que alguien tan débil como yo viajara solo. Su nombre es Lucius. Se encuentra un poco irritado en estos momentos, así que no intente nada extraño. No puedo garantizar su vida si lo hace," Reiss respondió con una mirada calmada, encogiendo sus hombros.

"Lucius?"

"¿Oh, sabe de él?"

"Si es el comandante de los Heavenly Lions, entonces he escuchado el nombre. Sin embargo, no recuerdo hacer nada como para que me dirijan tal cantidad de sed de sangre. Hace que quiera que lo corte antes de que me ataquen primero," Dijo Sylvie, mirando intensamente a Lucius.

"Ha!" Lucius dejo salir una fuerte risa repentinamente.

"Que?" Sylvie frunció el ceño.

"Esta sed de sangre no está dirigida hacia ti, ¿sabes? El bastardo que estoy tratando de matar está en otro lado, nada me gustaría más que ir y matarlo en estos momentos," Lucius dijo con ojos vacíos.

"Hey, Reiss. ¿Esta este hombre trastornado o algo?" Sylvie entrecerró sus ojos en sospecha mientras le preguntaba a Reiss. Pero Reiss simplemente se encogió de hombros sin responder.

"Dime, Princesa."

"..." Lucius le hablo, pero Sylvie lo ignoro.

"Imagina esto. ¿Tu hermana--Estelle, era? Una mujer así de bella fue tomada como rehén. ¿Realmente crees que se encuentra a salvo en estos momentos?"

"E-Eres un! Sylvie reacciono fieramente cuando la seguridad de su hermana fue mencionada, una vena mostrándose en su frente."

"Heh" Lucius se burló.

"Fue eso una declaración de que no tratan a los rehenes como rehenes? De ser así, esto se acaba aquí," Sylvie alcanzo la vaina en su cintura.

"¿Vamos, piensas sacar eso en un espacio tan apretado?" Contrario a sus palabras, la sonrisa en el rostro de Lucius indicaba que se moría porque ella haga eso.

"Crees que soy incapaz de cortarte a ti y al metal de este carruaje al mismo tiempo?" Sylvie se enfureció.

Una tensa atmosfera lleno el carruaje. A un lado de Sylvie, Elena cambio a posición de batalla con una expresión sombría. Estaba preparada a actuar por si algo sucedía.

Lucius se recostó arrogantemente, provocándolas continuamente con su mirada. A este paso, uno esperaría que una pelea empiece en cualquier momento, pero Reiss intervino con una expresión de fastidio.

"Detente. Estamos actuando formalmente de parte de nuestra nación. No somos iguales a unos rufianes o mercenarios, por lo que jamás haríamos algo para lastimar al rehén que obtuvimos. La Princesa Estelle se encuentra completamente a salvo," Reiss le dijo a Sylvie.

"Actuando formalmente de parte de tu nación? ¿Te refieres a la nación que fue creada por mercenarios?" Sylvie estaba furiosa, frunciendo el ceño mientras lo refutaba.

"Que extraño. ¿Es debido a que nos consideran una genuina nación que aceptaron formar esta alianza secreta, no?"

"Palabras de un sinvergüenza quien tomo a Estelle de rehén antes de forzar las negociaciones..."

"Esa es otra extraña declaración. Rehenes han sido usados en negociaciones entre naciones desde tiempos antiguos, ¿no? Incluso para políticas internas, no era raro para los señores pedirles rehenes a sus súbditos para asegurar su obediencia..." Reiss ladeo su cabeza curiosamente.

"No pienses que una nación que toma rehenes será realmente de confianza en una alianza."

"Lo tendré en mente. Sin embargo, un pacto es un pacto. Nos encargaremos de asuntos aparte del rehén en orden de formar una relación de confianza. De ese modo, su lado debería tener en cuenta no arruinar una relación de confianza mutua. Bueno, algunas quejas por aquí y por allá pueden ser ignoradas," Reiss respondió con calma ante la furiosa mirada que Sylvie le envió.

"..."

Sylvie resoplo suavemente y se abstuvo de decir algo más. Aunque reacia, ese fue un silencioso acuerdo ante las palabras de Reiss. Varios minutos después, el carruaje se detuvo.

"¿Salimos del carruaje, entonces?" Reiss sugirió.

Sylvie y Elena bajaron primero. Reiss y Lucius las siguieron.

¿Así que nos trajeron fuera de la capital después de todo, huh?

En orden de revisar la seguridad de Estelle, antes de abordar el carruaje, tuvo que aceptar la condición de que el destino no le seria revelado hasta que llegaran. La ventana había estado cerrada mientras viajaban, por lo que tampoco sabía que ruta tomaron, pero tenía la sospecha de que se dirigían fuera de la capital. La capital del Reino Rubia era el territorio de Sylvie, y Reiss no era lo suficientemente senil como para reunirla con Estelle en ese lugar.

Y así, su ubicación actual se encontraba a lo largo del camino extendiéndose desde la capital, lo suficientemente lejos como para que el castillo real en la capital se pudiera ver a lo lejos.

"No veo a Estelle." Sylvie vio sus alrededores. No había señales de nadie en el camino aparte de ellos, y estaban rodeados de planicies deshabitadas en ambos lados del camino. Parecía que al césped le faltaba nutrición, ya que su color era opaco y su altura corta. Había rocas lo suficientemente grandes como para esconder a una persona dispersadas en el lugar.

"Por favor, por aquí." Reiss señalo con su mano y la invito fuera del camino. Dejando el carruaje y al conductor en el camino, la guio adelante.

"Princesa Sylvie, estaré detrás de usted."

"Bien."

Sylvie primero siguió a Reiss, con Elena caminando detrás suyo. Mas atrás se encontraba Lucius, y los cuatro avanzaron en una línea. Sylvie observo a Reiss en frente suyo con cautela, mientras que Elena observaba a Lucius en la parte trasera mientras caminaban.

"Les informó a sus otros subordinados que saldría conmigo cuando partimos de la posada, así que no hay necesidad de ser tan cautelosa. Siempre y cuando no intente hacer nada, claro." Reiss rio mientras les hablaba a las dos caminando detrás suyo.

"No tengo pensado hacer nada siempre y cuando pueda confirmar la seguridad de Estelle. Sin embargo, espero que estés listo para lo peor si descubro que ha sido lastimada."

"En ese caso, ninguno tiene nada de qué preocuparse. Deténgase aquí, por favor," Reiss dijo, señalando una gran roca en frente suyo. Tres hombres encapuchados y una chica aparecieron detrás de la roca. Parecía que portaba un collar de sellado mágico, pero no había señales de ninguna herida. Tenía una mirada triste en su rostro, viendo a su hermana a unos 100 metros ante ella.

"Estelle!" Sylvie reflexivamente empezó a correr. Sin embargo--

"Ah ah, por favor no se acerque más de esto." Reiss se puso en frente suyo.

"Nhg..."

"Como fue prometido, ha confirmado su seguridad. Es tiempo de que regresemos," Dijo Reiss despiadadamente, su expresión calmada. Sylvie le envió una mirada asesina.

"Que!? ¡Solo he visto su cara! ¡Y desde tan lejos!"

"Pero se encontró con ella, ¿no? cumplió el objetivo de confirmar su seguridad."

"Como si pudiera asegurarme de su seguridad con solo un vistazo. Al menos déjame hablar con ella," Sylvie pidió desesperadamente.

"Estaríamos tomando un gran riesgo si lo permitiéramos...Pero bien. Una de las razones por las que se arregló esta reunión fue para que su estrés no la impulse a actuar fuera de línea," Dijo Reiss, poniendo su mano sobre su boca de manera pensativa.

"Entonces..."

"Sin embargo, hay una condición que debe aceptar. Si la acepta, dejare que hablen sin interrupciones por varios segundos."

"Escuchémosla." Incluso aunque fuera por un corto momento, pensar en poder hablar con Estelle era lo suficientemente tentador para que Sylvie al menos escuche la condición.

"Su Alteza debe darle su espada encantada a su caballero guardián."

"...Eso es todo?" Sylvie pregunto sorprendida. Esperaba una condición más demandante por parte de Reiss en un momento tan oportuno.

La espada encantada que Sylvie usaba era un tesoro nacional de un artefacto ancestral. No dejaría que Reiss o Lucius la tocaran, e incluso en comparación a esos compañeros de alianza tan poco confiables, apenas y podía permitirse dejarla a cargo de su ayudante Elena.

"Si. Para alguien tan poderoso como la Princesa Caballero, preferiría usar un collar de sellado mágico, pero decidiré confiar en usted. Piense en esto como un acto para profundizar nuestra confianza," Reiss lo dijo en un serio tono.

"Bien...Elena, por favor sostén esto por un momento." Sylvie aparto la vaina en su cintura y se la dio a Elena.

"La tratare con el más grande de los cuidados." Elena se arrodillo y acepto la espada encantada reverentemente.

"Vaya, entonces," Reiss la apresuro.

Sylvie camino hacia Estelle. Estelle también fue temporalmente liberada y empezó a moverse hacia Sylvie tímidamente. Mientras más se acercaban, más rápido se movían.

"¿Estas ilesa, Estelle?"

"Si. Lamento por todos los problemas que he causado, Sylvie."

Ambas juntaron sus manos e intercambiaron palabras de reunión. Sylvie sonreía por ver a su hermana menor ilesa, pero la expresión de Estelle era sombría debido a que su existencia era un inconveniente para Sylvie y su reino.

"No dejes que te moleste--no eres quien tiene la culpa. No te precipites y hagas algo raro." Sylvie apretó la mano de Estelle fuertemente.

"Okay..." Estelle asintió con una pequeña sonrisa de admiración.

"Te han hecho algo raro?"

"Nada en particular. Me pusieron en confinamiento, pero mis condiciones de vida no son muy diferentes que cuando estaba en el castillo."

"Ya veo...Hay algo que te moleste?"

"Nada. Estoy segura de que tu estas peor que yo. Si es necesario, por favor abandóname."

"Esa necesidad jamás llegara. Jamás." Sylvie dijo, con una tensa expresión.

"Gracias..." Estelle puso sus manos en su pecho y bajo su cabeza con una sonrisa.

"Se acabo el tiempo." Reiss se acercó a Sylvie por detrás, acompañado de Lucius y Elena.

"Bien." Sylvie se giró con un suspiro y se acercó a Elena, quien estaba de pie junto a Reiss.

"Aquí tiene, su Alteza."

"Bien."

Elena se arrodillo, regresándole la espada encantada a Sylvie. Mientras lo hacía, le hecho una mirada a la ilesa figura de Estelle y dejo salir un pequeño suspiro de alivio.

"Ahora, Princesa Estelle. Por favor regrese con esos hombres," Dijo Reiss, observando a los tres hombres encapuchados cerca de la piedra.

"Okay," Estelle asintió. Se separo de Sylvie y de los demás y empezó a caminar de regreso.

Entonces, de una roca ubicada diagonalmente a Estelle y los hombres, una figura salto con velocidad sobrehumana. La figura que se interpuso en el espacio entre Estelle y sus captores tenía la silueta de alguien sosteniendo una alabarda en su mano. La misteriosa figura levanto su larga arma fácilmente con una sola mano, bloqueando el camino de los hombres y estrellándola contra el suelo.

"Que...!?"

Una gigante pared de hielo apareció entre Stelle y los hombres encapuchados. Tenía varios metros de alto y apareció frente a Estelle, haciéndola retroceder. Sylvie y Elena lo vieron en shock. Pero por otro lado...

Hehe. Igual que los rumores, parece que es un muchacho de carácter decisivo. Gracias a eso, me ahorro el problema de tener que señalar en donde estaba escondido.

Reiss sonrió siniestramente mientras observaba la espalda de la figura parada frente a Estelle.



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