El Mago que se Alzó del Fracaso - Chapter 3 Parte 2
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Dinero. El dinero era todo.
Estaba seguro de que ese era el caso. Incluso ahora.
Después de todo, sin dinero, no puedes vivir.
No importaba en donde me encontrara o que tan lejos fuera, los problemas de dinero siempre flotaban sobre mi cabeza como nubes negras.
Sin dinero, no puedes vivir.
Nunca tuve suficiente dinero para vivir, y cuando lo tenía, siempre se acababa.
No hay ningún momento en mi vida en el que no sufriera por la plata.
Vengo de una familia de granjeros que vivían en una pobre aldea.
Había en total siete de nosotros. Nos levantábamos al alba, cuidábamos de los animales, y pasábamos el día trabajando en la granja. Todo el día, todos los días.
Mis padres no ganaban mucho, y era todo lo que podían hacer para alimentar a la familia. Nunca se podía repetir un plato.
Lo único que nos diferenciaba de las otras familias, era que teníamos volúmenes de las Crónicas Antiguas, un conjunto de libros indispensable para cualquier mago.
Aparte de eso, solo éramos una familia de plebeyos; una de tantas en el reino. Nuestros padres nos dirían una y otra vez:
"El valor del dinero viene del esfuerzo que poner para ganarlo. El dinero ganado por malos métodos no tiene valor."
"Solo necesitas el suficiente dinero para sobrevivir. El momento en que empieces a guardar, solo querrás más y más de él."
Pero yo no estuve de acuerdo con esas ideas desde una temprana edad.
Sabía que hacer dinero deshonestamente era malo.
Sabía que el dinero tenía más valor cuando te esforzabas por obtenerlo.
Lo que no entendía era el por qué no podías hacer más dinero del que necesitabas.
Vivir de lo mínimo solo te mantendría en el mismo lugar.
Si tu vida dependiera solo de trabajar a cada momento del día, jamás tendrías el suficiente tiempo.
Todo el dinero que hacíamos se iría en alimentar a la familia y al ganado, dejando muy poco de sobra, si es que sobraba.
El momento en que ganábamos una fracción menos, quedábamos con hambre. Eso pasaba mucho, y era miserable.
Y, aun así, mis padres jamás pararon de sonreír, incluso en tiempos difíciles. A menudo me preguntaba el por qué.
¿Realmente era una fuente de alegría el que sufriéramos y tengamos menos de lo que necesitábamos?
¿Era aferrarnos obstinadamente a nuestro pobre estilo de vida la opcion correcta?
Los ricos no tenían que preocuparse de conseguir lo suficiente cada día. El rico podía comer cuanta comida lujosa quisiera. ¿Entonces, por qué no se nos permitía apuntar a eso?
Aunque les preguntara a mis padres todo esto, sus respuestas siempre eran las mismas.
"La codicia humana es algo monstruoso. Mientras más tengas, más querrás."
"Cuando tienes más dinero del que necesitas, significa que alguien más a sufrido por tus ganancias."
"La moneda de un hombre no iguala la de otro. El sufrimiento humano es lo que tapa el espacio entre esos valores."
Mis padres debieron aprender esos valores de algun lado para ser capaces de dar argumentos tan profundos.
Aparentemente, antes de ser granjeros, eran comerciantes. Comerciantes cuyo trabajo hacia a la gente sufrir.
Como expiación, juraron nunca volver a ganar más dinero del que necesitaban.
En cuanto a mí, no entendía por qué eso significaba que debían atravesar tantas dificultades.
Mis hermanos mayores siempre debían arar los campos.
Mis hermanos menores siempre quedaban con hambre.
Lo odiaba.
Por eso, desempolve esas Crónicas y apunte a convertirme en un mago.
Si alcanzaba mi meta, mis padres no tendrían que regresar a esa odiada vida de comerciantes.
Y al ser recompensado por mi trabajo, podría ayudar a otros.
Una vez que aprendo como conjurar hechizos, realmente empecé a disfrutar de la magia.
La use para mi familia y para la gente de la aldea, y todos se encontraron increíblemente agradecidos por mi ayuda.
Jamás pedir dinero como pago, por lo que jamás fui en contra de los deseos de mis padres, incluso aunque necesitara gastar dinero para ser capaz de usar magia.
"No debes hacer dinero con tus nuevas habilidades."
"Usar tus poderes para ayudar a otros desinteresadamente te dará la mejor vida que una persona pueda llevar."
Para mí, había un límite en que tan desinteresada una persona debería ser. Justo como antes, no estuve de acuerdo con sus valores, y mi indignación crecía día a día. ¿Eran esas ideas lo suficientemente fuertes que hacer a la gente feliz podría mantenerte satisfecho?
¿Era ser una buena persona razón suficiente para mantenerte motivado?
¿Era mantenerte alejado del dinero suficiente para mantenerte puro y correcto?
Sus ideales no eran suficiente para mí. Quizás es por eso por lo que dedique mucho de mi en estudiar magia. Lanzándome a ese mundo de aprendizaje y nuevos descubrimientos, podía olvidarme de mi estomago vació, mi sufrimiento, y la manera torcida de ver las cosas de mis padres.
Fue alrededor de ese tiempo que mis talentos fueron reconocidos por un oficial de la capital, y fui invitado a atender al Instituto Real de Magia.
Mi familia estuvo feliz de verme partir, y fue así como me dirigí a estudiar lo más duro posible, para así poder pulir mis habilidades como mago y poder hacer las cosas más fáciles para ellos.
Trabaje y trabaje, apenas y dejando tiempo para dormir. Gane más y más experiencia con la magia, y mis notas prácticas y teóricas eran buenas.
A menudo era despreciado por nobles celosos debido a mi origen, pero nunca deje que me afectara. Sus prejuicios no eran nada comparados con las dificultades que pase en casa. Sus fríos insultos no eran nada comparado con el vacío en mi estomago luego de una mala cosecha.
Usaba preocuparme acerca de si estaría vivo al final de la semana. Nada que lo que decían podía compararse a eso.
Estaba completamente inconsciente de que mis padres habían prestado el dinero para enviarme a la capital.
No fue mucho dinero. Aunque fueran pobres, incluso ellos podrían pagarlo en unos años de duro trabajo. Como mago, podría pagarlo en cuestión de meses.
Si tan solo el prestador no hubiera sido corrupto.
El prestador era un noble, y nuestra aldea era parte de las tierras que gobernaba. Los intereses que imponía a sus deudores eran exorbitantes. Recolectaba los intereses aparte de los impuestos usuales, y esa cantidad crecía cada año. Mientras tanto, debido al tipo de vida que llevaban, mis padres fueron enterrados más y más por esa montaña de intereses.
Eventualmente, fallaron en hacer el pago. Mi hermana menor fue tomada en compensación.
Mi familia siempre se aferró a sus valores, y tuvieron que soportar mucho debido a ello. Pero esto fue algo que no pudieron aceptar. Protestaron contra la injusticia de todo esto.
Eso fue un error.
Toda mi familia fue encontrada culpable de traición y ejecutada. Todos ellos aparte de mí, quien aún estudiaba en la capital. No fue hasta días después de que me graduara que me entere de lo que paso.
Una vez que me entere, todo acabo para mí. No había nada que pudiera hacer. No tuve poder alguno para detener nada de eso.
Si tan solo mi familia fuera rica.
Si tan solo mis padres hubieran dejado su pasado atrás para guardar dinero cuidadosamente.
Si tan solo hubiese pedido un pago, aunque sea poco, cuando empecé a usar magia.
Si tan solo hubiésemos tenido dinero, toda esta tragedia jamás habría pasado.
Debido a la equivocada arrogancia de mis padres, jamás les sobro un centavo.
Si tan solo, tan solo, tan solo. Una y otra vez, esas ahora imposibles posibilidades pasaron por mi cabeza.
Fue entonces que finalmente me alejé de las enseñanzas de mis padres y puse mi mirada en el dinero.
Lo escuche todo. "Codicioso," "miserable," "avaro." Esas palabras fueron dirigidas a mi tantas veces que hasta perdieron su significado. Esas personas estaban equivocadas. Es por eso por lo que les restregué mi riqueza en la cara, usando mi dinero como quisiera para enseñarles una lección. Fue bastante emocionante, aunque igual me dejo insatisfecho.
Aunque tuviera dinero ahora, no traería a mi familia de regreso. No traería a mi hermana de regreso.
El dinero lo era todo. Ahora lo sabía.
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