El Mago que se Alzó del Fracaso - Chapter 3 Parte 4
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Arcus y Cazzy estaban en medio de su escape de la Torre Sagrada. Arcus estaba observando desde la esquina para ver que había adelante cuando escucha una voz a sus espaldas. Se encontraban muy lejos de las celdas ocupadas para que sea un prisionero. No solo eso, pero era una joven, e inocente voz de mujer--algo que no esperarías escuchar en un lugar como este.
Arcus se volteó, inseguro de que esperar. Allí, vio una joven chica sentada en algo parecido a una silla de ruedas. Tenía un largo cabello azul claro, y ojos azules que hacían juego. Por su apariencia, Arcus juzgó que tenía cinco o seis años más que él.
Aunque esa no era la parte de su apariencia que más resaltaba. Sus manos, brazos, y piernas estaban fuertemente sujetos por blancas correas de cuero. La hacia parecer una momia. Completamente quieta, ella era la única a los alrededores. ¿Como llego hasta aquí si no había nadie que la moviera?
Como leyendo la mente de Arcus, la chica sonrió orgullosamente. Sintió a Cazzy moverse defensivamente a sus espaldas.
"Quién eres?"
"Yo? Soy una prisionera, justo como tú. Aunque a diferencia de ti, zorro astuto, yo estoy bajo una seguridad mucho más estricta."
"Una prisionera?" Cazzy repitió, incrédulo.
Tenía sentido. Llevaba el uniforme de prisionero bajo sus correas, y aparte de todo, no tendría sentido que un guardia este atado de esa manera. Aunque si en realidad estaba bajo estricta seguridad como dijo, Arcus no entendía como llego hasta aquí.
"No te preocupes. No estoy aquí para detenerlos," ella dijo, notando como Cazzy se estaba preparando.
"Quizás no, pero igual..." Contesto.
"Entonces? ¿Les importaría contestar mi pregunta? ¿Qué es lo que están haciendo?"
"Escapando," Arcus respondió.
"Escapando?" La chica frunció el ceño, tomándose un tiempo para digerir la palabra. Sus ojos se entrecerraron, como si estudiara con cuidado cada letra.
Entonces, las ruedas de su silla empezaron a moverse solas. O estaban bajo alguna clase de hechizo, o tenían sellos en ellas. La silla de ruedas no se detuvo hasta que ella estuvo prácticamente nariz a nariz con Arcus, observando su rostro curiosamente.
"Tú no eres un prisionero, ¿verdad?"
"No, no lo soy. Yo--"
"¡Oh, mírate tratando de hacer tu voz más grave! Sabes que realmente no va con tu cara, ¿verdad?"
"...Como decía..."
"¡Oh, no lo decía para ofender!" La chica soltó una risita. "Solo pensé que eras una niña, eso es todo, ¡pequeño conejo!"
"Conejo...?"
¿Realmente parecía un conejo? Quizá era por su cabello plateado y ojos carmesíes.
La chicha no indago en sus identidades, como si no le interesaran en lo más mínimo. Aunque Arcus estaba desperado en saber quién era ella, de algún modo se vio incapaz de preguntar. La manera en cómo no los veía de frente y su escalofriante sonrisa la hacía parecer bastante macabra. Pero, aun así, era encantadora en un modo en el que Arcus no podía comprender.
La manera en cómo lo veía hizo que se le pusiera la piel de gallina, como si estuviera a momentos de lanzársele encima y devorarlo.
"¿Entonces, por qué un conejito como tu está tratando de escapar en primer lugar?"
"Fui traído injustamente. Solo quiero irme, eso es todo."
La chica lo estudio de cerca mientras hablaba. "Esas ropas que llevas puestas son bastante bonitas. ¿Será que eres un conejito noble? Si es así, es realmente extraño que te trajeran aquí. ¿A menos...que te vieras envuelto en los asuntos de otro? ¿Alguien con gran poder?"
"S-Si..."
"Lo sabía. ¡Oh vaya, que problema! Un buen niño como tú en un basurero como este." Agito su cabeza y suspiro, claramente en contra de las acciones del marqués. "¿Por qué no solo esperas aquí, conejito? Si eres un noble, de seguro alguien vendrá a sacarte tarde o temprano."
"Tomara mucho tiempo. Debo salir lo más pronto posible."
La chica miró hacia Cazzy.
"Sep. Hasta lo estoy ayudando y todo."
"Pero también eres un prisionero," señalo.
"Nah. Ya cumplí mi condena hace tiempo."
"Oh. En ese caso debes de ser el vividor del que todo el mundo habla."
"Mira, eres famoso." Arcus dijo.
"¡Silencio, niño!"
La chica cerro sus ojos y se sintió, aparentemente, satisfecha con la explicación.
"Hey! ¿¡Ustedes que están haciendo allí!?" Un grito enojado hizo eco de repente al final del pasillo.
Arcus alzo la mirada para ver a un guardia alzando su arma. Se distrajo tanto en la conversación con la chica que ni lo notó.
"Demonios," Cazzy soltó.
"Nos moveremos de acuerdo con el plan," Arcus dijo, refiriéndose a lo que habían discutido anteriormente.
"Esta es la Torre Sagrada! ¿¡No piensen que pueden esca...par!?" El guardia, quien se encontraba corriendo momentos antes, paro de repente. Su rostro se puso pálido, y empezó a temblar, como si alguien hubiera salido de su tumba.
"N-No! Q...Que estás haciendo aquí!?" El guardia dejo salir un tembloroso grito.
Su errática mirada observando el lugar detrás de Arcus y Cazzy: el lugar en donde se encontraba la chica con la silla de ruedas.
"Me pregunto," ella dijo. "Estoy aquí porque debería estarlo? ¿Porque quiero? ¿Porque fui forzada? ¿Qué piensas?"
Las ruedas de su silla empezar a cobrar vida nuevamente.
"A-Aléjate! ¡Alto! ¡Alto, Rotterbell!" El guardia levantó su arma para alejarla, pero su brazo estaba temblando.
Ella no paró, claro. El guardia retrocedió lentamente.
"Hombre tonto. ¿Realmente crees que puedes detenerme? Tontamente tonto...¡Todos ustedes no son más que unos tontos!"
"G-Guarda silencio!" El guardia grito.
La chica abrió su boca, su voz resonando como una campana.
"El espejismo permanece distante, pero el oasis continúa acercándose. Despiadado, opresivo, perverso. Concédeme tu refrescante beso. Gracias, mi cariño."
"N-N--!" Incapaz de terminar, el soldado dejo salir un quejido antes de caer al suelo.
Arcus corrió para revisar el daño. El guardia ya no estaba consciente. En vez de eso, sus ojos estaban abiertos con sus pupilas dilatadas, respirando por air una y otra vez, tratando de llenar sus pulmones. Cazzy entrecerró sus ojos y los dirigió hacia la chica.
"Qué demonios hiciste?"
"Es un simple hechizo. ¿Si te lo perdiste, quizás desees otra demostración? El espejismo--"
"N-Nah, está bien..." Cazzy la interrumpió rápidamente.
Mientras trataba de comprender lo sucedido, Arcus continúo revisando al guardia caído. Si lo dejaban, es posible que muera. La mejor manera de entender lo sucedido era analizando la frase del hechizo.
Arcus dijo sus pensamientos en voz alta. "Está...deshidratado?"
"Huh?" Cazzy dijo.
"Creo que es eso. Pienso que ese hechizo está diseñado para remover el agua del cuerpo."
El espejismo permanece distante. Una ilusión que no se acercará sin importar que tanto la persigas.
Pero el oasis continúa acercándose. Una invitación para que el agua venga al mago.
Concédeme tu refrescante beso. Una petición para un "beso"--algo importante para el objetivo.
Cada cláusula del hechizo creaba la imagen de un seco desierto, haciendo creer a Arcus que estaba diseñado para disecar al objetivo. Mientras hablaba en voz alta, la chica sonrió.
"No tengo idea a lo que te refieres con 'deshidratado' pero pareces tener la idea correcta. Los humanos son criaturas frágiles. En el momento en que tomas lo que necesitan para funcionar, colapsan. Oh, pero que hombre para más desdichado. Debería solo cortar su cuerpo en estos momentos..." De la nada, la dulce sonrisa en su rostro se volvió siniestra.
"Un poco siniestro, pero okay..." Cazzy murmuro.
"Aunque esto no se ve fatal," Arcus señalo.
La chica debió haber usado una versión débil del hechizo, pero, de cualquier modo, parece que el guardia estará bien. Aunque Arcus no deseaba dejarlo en este estado, por lo que le dio de beber un poco de gua antes de recostar su cabeza en el piso nuevamente.
"Conejito."
Arcus se giró cuando escucho que lo llamaron, solo para encontrar el rostro de la chica a meras pulgadas del suyo. En algún punto, las correas de sus brazos se habían desatado, permitiéndole moverse más libremente. Llevó sus manos al rostro de Arcus y toco sus mejillas con ellas. Sus delgados dedos se sentían suave contra su piel, y ella era aún más bella de cerca.
"Me gustan los conejitos inteligentes. ¿Crees poder de aliviar mi sed?
Arcus salto hacia atrás, sorprendido por el dulce aliento que sobo su rostro. Los pálidos labios rosados de la chica formaron una sonrisa juguetona.
"Oh vaya. ¿Acaso ya no te agrado?"
"Q...Quien eres tú?"
"Soy una prisionera. Puede que tenga un poco más de problemas que otros, pero aun puedo moverme libremente."
Fue entonces que Arcus recordó lo que se supone debería estar haciendo.
"Lo lamento, pero realmente debemos irnos," explico.
"Si, debes hacerlo. Me disculpo por retenerte." Su tono se oscureció repentinamente.
"Escúchame, conejito. No es fácil salir de aquí. Hay muchos guardias abajo, sabes."
"Lo sé. Pero yo--"
"...Tienes que irte. Lo entiendo. Has captado mi interés, por lo que te daré una mano."
"Que?"
"Quizá debería visitar a los tontos guardias de allí. Eso de seguro causara una conmoción."
"Estas seguras?" Arcus pregunto. "¿Digo, no te meterás en problemas?"
"No, me trataran exactamente como siempre lo han hecho. La única persona capaz de castigarme en todo el reino es Su Majestad en persona."
¿Conoce al Rey? A cada momento, la curiosidad de Arcus crecía y crecía.
"A cambio," ella continuo. "me dirás como salir de aquí. ¿Está claro?" Sin esperar una respuesta, los dejo, el sonido de su silla de ruedas haciendo eco a través del corredor.
"Que...extraña," Cazzy dijo finalmente.
"Al menos esta de nuestro lado," Arcus contesto. "Hey...nunca nos dijo su nombre."
"No la seguiría para preguntarle si fuera tu. Es mejor no involucrarnos mucho," dijo Cazzy, sacando su lengua.
Tenía razón. Cualquiera que la viera querría alejarse instintivamente, pero Arcus de igual manera tenía curiosidad. ¿Quién era, y de donde provenía su peligrosa atracción?
Luego de verla irse, Cazzy y Arcus partieron nuevamente. Como preparándose para su presencia, el siguiente guardia no se mostró inmediatamente, lo cual fue inteligente. Arcus se detuvo, pensando en la mejor acción a tomar.
"¿Es usted, Máster Arcus?"
¿El guardia escondido sabía su nombre?
Arcus detuvo a Cazzy rápidamente, quien estaba listo para atacar. "Noah?"
"A su servicio."
Noah rodeo la esquina. Se saco su casco y agito su cabello para ponerlo en su lugar. Aquí estaba: la belleza índigo en persona.
"Lo conoces?" Cazzy pregunto.
"Es mi sirviente."
Noah sonrió. "Me alegra verlo a salvo."
"Gracias. Aunque mi plan se arruino un poco."
"Estuve en contacto con Craib, y creo que ya debería estar haciendo lo suyo, aunque dudo que sea mucho consuelo."
"Si...Bueno, ¿que estás haciendo aquí?"
"Vi cómo se lo llevaban, por lo que seguí a los mercenarios antes de esperar la oportunidad de infiltrarme."
"Rayos. No debió ser fácil entrar a este lugar," Arcus dijo.
"En efecto, no lo fue. Sin embargo, tuve suerte cuando el número de guardias disminuyo de repente."
"Huh? Eso es raro. Los guardias no se van de repente ni nada." Cazzy dijo.
Noah frunció el ceño hacia Cazzy. "¿Quién es este caballero, Máster Arcus?"
"Uh...él me está ayudando a escapar."
"Parece ser un prisionero."
"Lo soy! O supongo que lo fui. Ya han pasado más de dos años desde que pague mi condena, después de todo." Cazzy saco su lengua en broma. El ceño de Noah se frunció aún más.
"Está seguro de que es sabio confiar en él?"
"No lo sé por el momento. Solo sé que es mejor tener más ayuda."
"El nombre es Cazzy," Cazzy se presentó.
"Me llamo Noah. Trabajo como el sirviente de Máster Arcus." Aunque Noah era lo suficientemente amigable, aun tenía su guardia en alto.
"Si estas tan preocupado, puedes echarle un ojo."
"Ah, sí. Una cosa más que agregar a mi lista de deberes."
"Huh? ¿Acaso mi tío no dijo que podía confiarte mi vida? Eso incluye vigilar a sujetos sospechosos, ¿no?"
"Craib dice muchas cosas que preferiría que no dijera."
"Se ve como si hubieras tenido muchos problemas para llegar hasta aquí," Arcus dijo.
"En efecto. De hecho, debería pedir un aumento por todo este ajetreo."
"Que? ¿No disfrutabas este tipo de cosas?" Aunque Arcus apunto su dedo en forma de broma, Noah mantuvo su rostro firme, como siempre.
Mientras tanto, Cazzy aún estaba preocupado por lo que dijo Noah anteriormente acerca de los guardias.
"No tiene sentido..."
"Parece que quien sea que esté a cargo alejo a la mitad de ellos," Noah explico.
Hablando de un golpe de suerte.
Cazzy aun parecía sospechar.
"Entiendo por qué estas aquí, y entiendo que la chica de antes estaba loca, pero...¿estás seguro de que no has hecho algún pacto con el diablo, niño?"
"Si lo hice, no lo recuerdo."
En ese momento, escucharon sonidos viniendo de la dirección en la que se fue la chica en silla de ruedas.
"Que es todo ese alboroto?" Noah pregunto.
"Debe ser la chica de antes. Supongo que realmente quiere ayudarnos," dijo Cazzy.
Noah le envío otra mirada confundida a Arcus.
"Hubo una chica con la que nos encontramos antes de que llegaras," explico. "Una chica en silla de ruedas. Dijo que nos ayudaría a causar una distracción."
"También era una prisionera?" Noah pregunto lentamente.
"Eso creo, si...Oh, de hecho, ese guardia tirado de allí la llamo 'Rotterbell' o algo," Cazzy dijo.
"R-Rotterbell? ¿Te refieres a Alicia Rotterbell? ¿Hechizo Seco Rotterbell?" Noah se puso rígido.
"La conoces?" Arcus pregunto.
"Fue nombrada una maga estatal el año pasado. Sin embargo, causo bastantes...problemas, y se la considero muy peligrosa como para dejarla caminar libremente."
"Huh? Me pareció que podía andar libremente por allí sin problemas," Cazzy señalo.
"Estoy seguro de que hay alguna razón detrás de ello," Dijo Arcus. "Aun así, no puedo creer que sea una maga estatal."
"Mira, eso es interesante y todo, pero realmente debemos seguir. Los guardias estarán aquí pronto."
Arcus ya podía escuchar los pasos acercándose. También sonaba a que muchos estaban viniendo. Inmediatamente, los tres entraron a un cuarto cercano para esconderse.
"No parece que salir será algo sencillo." Noah murmuro.
"Crees que podamos abrirnos paso entre ellos?" Arcus pregunto.
"Es posible, pero tomara mucho tiempo."
"Cierto. En ese caso...¿Hay alguna ventana por aquí, Cazzy?"
"Debería haber una al final del corredor...pero si quieres tratar de escalar por allí, te digo que no es una buena idea."
"No, eso no es en lo que estaba pensando. No quiero morir aquí."
"Entonces, ¿qué es lo que está planeando?" Noah pregunto.
Arcus hizo una pausa dramática antes de dar su respuesta. "Vamos a volar."
Y como esperaba, Noah y Cazzy se quedaron boquiabiertos.
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