Seirei Gensouki Volumen 15 - Chapter 4 Parte 2
En la tarde del mismo día, en el Reino Rubia que fronteriza el sur oeste de Paladia , un chico dormía en el castillo real.
"..."
A un lado de la cama en donde dormía Kikuchi Renji, la Primera Princesa Sylvie se encontraba sentada en una silla, observando fuera de la ventana. Justo entonces, alguien toco la puerta de la habitación.
"Adelante," Sylvie dijo hacia la puerta.
La puerta ya se encontraba entreabierta, pero de igual manera se abrió lentamente después de escuchar la voz de Sylvie. Una mujer caballera estaba parada allí--era Elena, la comandante de la guardia personal de Sylvie.
Sylvie le echo una mirada al rostro de Elena. "Elena. ¿Qué sucede?"
"Su comida está lista. Vine a guiarla al comedor."
"No gracias. No tengo apetito."
Las cejas de Elena se fruncieron en preocupación por Sylvie.
"Ya se saltó el desayuno de hoy, y apenas y comido algo anoche."
"No puedo hacer nada ya que no tengo apetito," Sylvie respondió.
"En ese caso, por favor salga y muévase un poco. No tendrá apetito si solo se queda dentro de esta habitación todo el día."
"No. Renji podría despertar mientras estoy fuera."
"Princesa Sylvie, por favor deje el cuidado a los sirvientes. ¿Por qué debe pasar por tantos problemas por un hombre como ese...?" Había un tono de desaprobación en la voz de Elena.
"Estás siendo impertinente. Renji es un héroe," Sylvie dijo con una amarga sonrisa.
"Aun no puedo creer que este hombre sea un héroe...Sus imprudentes acciones pusieron a Su Alteza en mucho peligro," Elena se quejó con una severa mirada.
Fue hace tres días que Renji siguió a Sylvie y Reiss, interrumpiendo su reunión con Stelle. Allí, Renji perdió contra Lucius, y sus miembros le fueron cortados en esa aplastante derrota.
Renji probablemente había intervenido pensando que estaba ayudando a Sylvie al salvar a Stelle, pero la situación no era tan simple. Un pequeño reino como Rubia no podía oponerse a una gran nación como el Imperio Proxia. Sería una cosa rescatar a Stelle en secreto, pero rescatar al rehén frente a Reiss equivaldría a declararle la guerra al Imperio Proxia.
En otras palabras, las acciones de Renji fueron muy descuidadas. Debido a sus acciones, Sylvie fue forzada a tomar una decisión--ya sea oponerse a Proxia, o unírseles. Pero Sylvie no podía ir en contra de Proxia. Ella hizo a un lado a Renji y dejo que peleara solo contra Lucius.
Si hubiese elegido pelear junto con él para salvar a Stelle...
¿Habría cambiado el resultado? ¿Podría Renji haber evitado perder? Estos eran los únicos pensamientos que habían llenado su cabeza por los últimos tres días.
"Eventualmente hubiéramos tenido que elegir entre estar de lado de Galarc, o cruzarnos al lado de Proxia. El hecho de que nuestro reino ha cambiado de lado también es desconocido--es solo un acuerdo entre Reiss y yo, por lo que aún hay oportunidad de salvar a Stelle." La boca de Sylvie se torció de amargura mientras hablaba.
"Y si Reiss hace más demandas la próxima vez? Este hombre también se ha vuelto parte del Imperio Proxia. Él mismo hizo un pacto con Reiss. Si debemos enfrentar al Imperio Proxia en el futuro, entonces este hombre..."
Podría volverse su enemigo. ¿Está segura? Esas eran las palabras en la garganta de Elena, pero decidió no decirlas, mostrando una mirada de amargura.
"Bueno, no podemos saber que sucederá." Casi sonaba a que había resignación en la voz de Sylvie, haciendo que Elena mire mal a Renji en la cama.
"..."
A Elena no le había agradado Renji desde un principio. Su primera impresión de él fue la peor. Se veía como un niño por fuera, pero por dentro era un arrogante aventurero como cualquier otro. Su manera de hablar fue descortés desde el primer momento de conocer a Sylvie y a Stelle, pero podía admitir que tenía la fuerza para respaldar su actitud.
"Ahora que lo pienso, mencionaste la comida. No tengo apetito, ¿pero podrías traerme algo de sopa?" Sylvie parece haberse dado cuenta del humor de Elena y suspiro mientras cambiaba el tema. Le dio una razón a Elena para que dejara temporalmente la habitación.
"Mm..." Renji se quejó de repente, con su cuerpo temblando.
"Renji?"
Renji abrió sus levemente ante la voz de Sylvie. "Mmgh"
"Por fin despertaste," Sylvie dijo con alegría.
"Syl…vie...? Guh...!" Renji se despertó completamente mientras recordaba los eventos que transcurrieron antes de desmayarse, y se levantó rápidamente de la cama. Al mismo tiempo, invoco su Arma Divina en su mano dominante, apretándola fuertemente.
"H-Hey! Renji! ¡Cálmate! ¡Detente!" Sylvie dijo en pánico.
"Donde...?" Renji pregunto, observando la habitación nerviosamente.
"Un cuarto de huéspedes en el Castillo Rubia. ¿Podrías guardar tu arma...tu Arma Divina?" Sylvie dijo con un suspiro.
"..." Renji hizo desaparecer su alabarda silenciosamente. Sylvie se encogió de hombros exasperada. "Si te puedes mover tanto, entonces tu cuerpo ya ha de estar bien. Los miembros que te fueron cortados se restauraron perfectamente."
Mientras tanto, Elena observaba a Renji con una mirada descontenta.
"Que sucedió...?" Renji pregunto confundido, examinando la presencia de sus miembros restaurados.
"'¿Que sucedió,’ dices...?" Elena inmediatamente dejo salir su furia.
"Silencio, Elena. No te di permiso de hablar."
Elena obedeció la advertencia de Sylvie a regañadientes. "Mis disculpas..."
"Recuerdas lo que pasó antes de perder el conocimiento?" Sylvie pregunto primero.
Renji asintió frunciendo el ceño. "Si..."
"Tus miembros fueron cortados, y perdiste contra Lucius. El shock de perder tanta sangre te dejo inconsciente por tres días, pero al fin despertaste." Sylvie resumió los eventos franca y concisamente.
"Como unieron mis miembros?" Renji pregunto confundido.
"Aparentemente fue a causa del Arma Divina. Una habilidad se activó para mantenerte vivo, pero tampoco sé los detalles del por qué paso."
"Ya veo..."
"Alguna otra pregunta?"
"En donde están ahora...?" Renji pregunto nerviosamente. Se refería a Reiss y Lucius.
"Regresaron al Imperio Proxia. ¿Recuerdas tu pacto con Reiss antes de la batalla?"
"..." Renji cayó en silencio con un terrible rostro de incomodidad. Lo recordaba.
"Te has convertido en un subordinado de Proxia...No, de Reiss. Te puedes quedar en este castillo hasta que venga por ti, pero una vez lo haga, debes seguir sus órdenes," Sylvie dijo francamente.
"..." Renji frunció el ceño.
"No me digas que estás pensando en retractar tu palabra."
"Acaso vale la pena mantener una promesa con personas como esas?" Renji le contesto a Sylvie, avergonzado.
"Escuche que a menudo te metías en peleas con los aventureros que te menospreciaban," Sylvie dijo, cambiando de tema abruptamente.
Dos lados presentaban algo importante para ellos, y el ganador se quedaba con ambos--eso era lo básico en un duelo. La Realeza y la Nobleza no lo hacían arbitrariamente, pero eso era una ocurrencia frecuente entre los precipitados aventureros.
Renji derroto a cualquiera que se metía en una pelea contra él a través de los duelos, tomando toda la fortuna de sus oponentes como una advertencia para los demás. Así fue como los rumores de Renji se extendieron, lo cual redujo considerablemente el número de rufianes que lo menospreciaban.
"Si...?" Renji asintió, un poco confuso. No podía entender el por qué los duelos estaban siendo mencionados.
"Alguna vez dejaste que alguien a quien derrotaste se retractara de su palabra?"
Con esa pregunta de Sylvie, finalmente entendió su punto. "No."
Renji recordó como le quito su fortuna sin misericordia a todo aquel a quien derrotaba, e incómodamente aparto sus ojos de Sylvie.
"En otras palabras, ¿harás a cualquiera más débil que tu obedecer, pero romperás tu palabra ante alguien más fuerte? ¿Estas huyendo?" Sylvie observo a Renji con desdén.
"Uh..." Incapaz de hacer contacto visual, Renji se estremeció.
"Patético. Me gustaba tu espíritu rebelde ante las injusticias del mundo, pero tal parece que te juzgue mal. Eres un cobarde que solo puede actuar fuerte ante el débil--un marginado de la sociedad. No eres más que un simple mocoso sin ley."
"..." Su tono burlesco hizo que Renji apretara sus dientes, con sus ojos aún abajo.
"Que sucede? ¿No tienes nada que decir? ¿Acaso no era tu lema el no perdonar a aquellos que te menospreciaban? ¿Quién fue el que hablo con una princesa en términos igualitarios la primera vez que la conoció?"
"..." Con su cabeza aún bajada, Renji apretó sus puños.
"Te estoy menospreciando en estos momentos, ¿te das cuenta? Lo mismo sucede con Elena. Se burla cada vez que te ve," Sylvie dijo, observando a Elena. Elena a propósito se burló para que Renji pudiera escuchar, encontrando satisfacción al hacerlo.
Renji finalmente se cansó. "Por qué me dices esto?"
*
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