El Mago que se Alzó del Fracaso - Chapter 3 Parte 6
*
...."Es un aparato que puede medir éter."
"Un qué?" Como era de esperarse, Cazzy no entendió el significado inmediatamente. Pero una vez que lo hizo, su expresión cambio instantáneamente. "¡E-Espera, no...esta vez es demasiado! ¡Debes de estar jodiéndome!"
"Claro que no, te lo prometo. Mira esto. Libera éter y...la cosa de adentro se expande!"
Cazzy observo, con sus ojos bien abiertos, como la Plata del Hechicero dentro de la madera graduada se expandía.
"Cuando fue que se inventó esto?" preguntó.
"Esta es la invención de Máster Arcus."
"¿Que, de este niño? ¡No puede ser! Debo de estar soñando..." Cazzy se desvió, aparentemente sin palabras.
Mientras tanto, Arcus tomo un papel y pluma de Noah y comenzó a desglosar su hechizo.
"En total, este hechizo requiere 427 de mana. Cada palabra necesita 30 o 25. Desde 'Rebélate' hasta 'espacio,' necesitamos 170, y 'rebélate contra la gravedad' funciono mejor usando unos 62 de mana. Esa parte fue bastante delicada de ajustar. De allí..."
Arcus continuo, anotando los requerimientos de cada cláusula del hechizo. Noah en persona había estado trabajando con el etómetro por más de 2 años, y se había vuelto muy bueno juzgando que tanto mana requería un hechizo.
"Permítame empezar," Noah dijo antes de recitar el hechizo de Arcus.
Y, por supuesto, al igual que Arcus, el cuerpo de Noah empezó a flotar.
"O-Oh...Oh vaya." Noah frunció el ceño, como si no pudiera comprender como el hechizo funcionaba. "Debo decir que esto sería mucho más disfrutable si uno pudiera moverse libremente."
"Probablemente podría lograrlo, pero el hechizo terminaría siendo el doble de largo que el que recitaste anteriormente. Además, sería difícil controlar los movimientos."
"Sin mencionar que el éter requerido para tal hechizo lo haría muy impráctico como para darle uso. En vez de añadir más palabras o frases, las ya existentes necesitarían ser más fuertes. Pero eso es muy complicado como para hacerlo en estos momentos," dijo Arcus.
"Espero con ansías lo que se le ocurriría." Noah sonrió.
"Querrás decir 'nos.' Necesitare que me ayudes, sabes."
"Pero por supuesto."
Arcus se dirigió hacia la ventana. A esta altura, el viento era bastante fuerte, y no cabía duda de que haría las cosas más complicadas. Se posiciono sosteniendo la ventana, aún sin estar muy cómodo con la sensación de flote. Se sentia como uno de esos astronautas que vio en televisión en el mundo del hombre. Usualmente se sostenían en las partes del interior de la estación espacial para mantenerse firme en gravedad cero.
Cazzy, mientras tanto, estaba viendo fuera de la ventana, hacia abajo, y tragando saliva.
Arcus tampoco estaba completamente a salvo. Si su hechizo dejaba de funcionar a la mitad, justo como el de Noah, no habría manera de salvarlo.
La posibilidad se le pegó como un animal asustado.
El viento rugía fuertemente. Decir que simplemente volarían hacia abajo era facil. Pero hacerlo, era algo totalmente diferente.
"Aaargh! ¡Muy bien, aquí voy entonces!"
Sin desperdiciar más tiempo, Cazzy recito el hechizo del libro. Una y otra vez lo recito, hasta que finalmente lo memorizo. Luego, uso el etómetro para medir que tanto éter necesitaba para conjurarlo. No le tomo mucho el medirlo, y al fin estaba listo.
"O, criaturas grandes y pequeñas que se mueven y se arrastran a través de la tierra: rebélense contra la atracción de Hades, y desenrédense de las burlas del espacio. Rebélense contra la gravedad, y háganla retroceder. Encuentren sus alas, y conviértanse en alguien que surque los cielos...--¡Vamos, déjame volar!"
Un pequeño paso.
Artglyphs se levantaron alrededor de Cazzy, creando una brisa gentil y calidad. Un momento después, su cuerpo se levantó en el aire.
"R-Realmente estoy volando!" hablo en sorpresa, incapaz de creerle a sus ojos.
"Ves?" Arcus dijo.
"Si, pero ¿realmente crees que es seguro? ¿Y si se acaba a la mitad de la Torre?"
"Estaremos bien." Arcus tomo a Cazzy, quien aún estaba en pánico, del brazo, llevándolo a través de la ventana.
Los tres flotaron por un momento hasta acostumbrarse a la nueva sensación.
"Para ir hacia el suelo, todo lo que tienen que decir es 'abajo' y empezaran a caer gentilmente," Arcus explico. "Aceleraran mientras más veces lo digan, por lo que deben tener cuidado. Solo díganlo cuando yo lo haga por ahora."
Y así, empezaron el terrorífico descenso, suspendidos en el aire sin un paracaídas.
La noche se hacía más profunda. Las estrellas brillaban en el cielo, ocasionalmente siendo bloqueadas por las nubes que pasaban. Los Vidrios de Sol en el suelo brillaban fuertemente, creando la sensación de ser estrellas en el suelo.
Había una razón por la cual esta capital era conocida como la Ciudad de Luz Estelar por los reinos vecinos, y era gracias a las fábricas de vidrio de la ciudad y su avanzada tecnología de sellos. No solo era bastante hermoso de ver, si no que también significaba que los ciudadanos eran capaces de trabajar hasta muy tarde en la noche bajo la iluminación, acelerando el progreso aún más.
Sin necesidad de decirlo, la prisión más grande de la capital, la Torre Sagrada, también hacia uso de Vidrios Sol. Eran útiles para descubrir intrusos y a los que intentaran escapar usando la oscuridad. Hubo una persona en particular que fue capaz de ver a aquellos que estaban intentando escapar más rápido que cualquier otro.
"¡Oh, gracias al cielo que pudieron salir!" La amiga de Arcus, Sue, dejo salir un suspiro de alivio mientras veía la Torre desde una esquina del jardín.
Arcus y su sirviente corrieron a través de la zona. No había un guardia a la vista, lo que significaba que su escape paso desapercibido.
"Está segura de esto?" una mujer quien estaba parada a un lado de Sue pregunto.
Era una enérgica mujer a mitad de sus veintes. Su largo cabello color rosa se encontraba atado en una cola de caballo, y sus ojos purpura se encontraban escondidos detrás de unos pequeños, y cuadrados lentes. Su abrigo de piel recortado hacía saber su estatus como noble, aunque la espada decorada que se encontraba en su cintura era más llamativa.
Tenía un bello rostro, y sus labios parecían estar cerrados permanentemente en una línea, como dando a entender que no permitirían que una sola palabra superflua saliera de ellos. Tenía un aire de frigidez.
Ella era Lisa Lauzei. Era la talentosa Oficial en Jefe de la Oficina de Vigilancia.
"Si. Gracias por tu ayuda. Todo salió tan bien como esperaba," Sue dijo.
"Aun así, no esperaba una petición para bajar la seguridad de aquí en el medio de la noche."
"Era la única manera de ayudar a Arcus escapar sin llamar mucho la atención."
"Exactamente. Con el número de amigos que ese hombre tiene en la Torre, incluso mis manos están atadas."
Era común para los nobles ubicar personas bajo su mando en lugares importantes para mantenerse a salvo. Para algunos, esto les permitía alivianar la sentencia por sus crímenes. Para otros, hacía su estadía en la prisión más placentera. Cuando los nobles usaban su poder de tal manera, era bastante fácil para ellos pasar desapercibidos incluso ante las redes del Ministro de Justicia.
Si los procesos de la nación fueran controlados más firmemente, este tipo de cosas no pasaría tanto, pero eso involucraría reducir el poder de los nobles, lo cual ellos no aceptarían fácilmente. La historia enseñaba lo que sucedería si se hiciera. Los nobles escaparían de la nación, buscando algún lugar en el que puedan tomar el poder nuevamente. Mientras tanto, las masas tomarían el reino, haciéndolo colapsar desde adentro, justo como lo que le sucedió al anterior reino de Dariostate. Esa era una de las dificultades del feudalismo.
"Aun no puedo creer que haya sido enviado a la Torre! Me pregunto quién está detrás de esto," Sue dijo.
Lisa se mantuvo en silencio.
Sue se dio cuenta de que no obtendría una respuesta si no hiciera la pregunta directamente. "¿Sabes algo acerca de esto, Lisa?"
"No."
Sue no estaba segura de sí creerle.
Vino a Lisa para pedir su ayuda luego de que escuchara que su amigo fue capturado. Y no solo capturado, sino encarcelado en la Torre Sagrada. Había medidas puestas para que sus prisioneros no causaran problemas. Se les arrancarían los dientes y sus lenguas, y en algunos casos, se les rompía la quijada. En el momento en que escucho la noticia, Sue entro en pánico. Diciendo que encontrar la razón detrás de la captura de Arcus podía esperar, le pidió a Lisa que lo deje libre o que permitiera su escape.
Ahora que lo logro, se enfocó en la razón del por qué estaba allí en primer lugar. Dejando a un lado su buen comportamiento, encarcelar a un niño noble en la Torre sin papeleo era algo inconcebible.
Era claro para ella que se vio involucrado en algo en lo que no debería--algo a cargo de alguien lo suficientemente poderoso como para tirarlo en la Torre en un parpadeo sin siquiera un interrogatorio. Un oponente así de poderoso quiso decir que Sue no tuvo más opción que depender de la ayuda de un noble de alto rango.
Como Oficial en Jefe, no había manera en que Lisa no supiera nada. Era el trabajo de su departamento el inspeccionar este tipo de cosas, después de todo.
"Está la Oficina de Vigilancia haciendo algo acerca de esto?" Sue pregunto.
Era muy extraño. Si este era el resultado de un conflicto entre dos casas, era el trabajo de la Oficina el intervenir, o al menos, investigar. Aun así, esta vez no habían hecho nada, a pesar del hecho de que usualmente le seguían el rastro hasta a la más mínima señal de conflicto o corrupción.
La única conclusión era que su inacción era debido a que alguien o algo estaba ejerciendo su influencia en ellos. Sue estaba segura de que algo acechaba en las sombras. Era casi como si pudiera escucharlo a sus espaldas. Todo esto no podría haber pasado en un peor momento.
La Oficina de Vigilancia no estaba actuando, pero Lisa fallo en responder la pregunta de Sue. ¿Acaso ella no sabía la respuesta? ¿Acaso nadie se lo dijo, o acaso estaba manteniéndolo en secreto? ¿Realmente creía poder ignorarlo si no respondía?
Estaba muy equivocada. Sue necesitaba una respuesta, sin importar que.
"Oficial Lisa Lauzei. Solo lo preguntare una vez más. Si sabes algo, dímelo. No pienses que puedes engañarme." Sue, nombre completo Susia Algucia, suspiro.
Con su cambio de tono, Lisa se puso firme instantáneamente. "No sea absurda!"
"Tu silencio solo significa que estas ocultándome información. Se que la Oficina de Vigilancia tiene que saber algo acerca de esto."
"Pero no hay evidencia para sugerir--"
"Al menos, deberían tener algún tipo de información. ¿De qué otra manera se me habría informado de la captura de Arcus?"
"Mm..." La respuesta de Lisa no ofrecía compromiso.
Tal parece que aún no se daba cuenta de lo que no dar una respuesta significaba en esta situación. ¿Como se atrevía a quedarse callada ante un problema que concernía a su queridísimo Arcus? Cualquier retraso en una respuesta no es algo que Susia olvidaría pronto.
Susia lentamente desenvaino la espada que yacía en su cintura. Permitió a su éter hervir en su interior, haciéndolo recorrer a todo rincón de su cuerpo. No habría manera en que Lisa no lo sintiera. La hoja plateada se ilumino con la luz de la luna, reflejando los rayos fieramente en su superficie. Un momento después, se posiciono en el cuello de Lisa. Mientras se enterraba en la piel de su clavícula, miedo y sorpresa recorrieron a través de la mujer mayor. Esto no se le escapó a Susia.
"Lisa Lauzei. Te ordeno revisar cuidadosamente el por qué la Oficina falló en seguir este caso. Si fallas en cumplir con esta investigación, entonces sabes lo que le pasara a tu cabeza, ¿no?"
"S-Si! ¡Si, señorita!"
"Si lo entiendes, espero resultados." Susia detuvo el desbordamiento de su éter.
Al mismo tiempo, Lisa colapso en suelo con sus cuatro miembros. Estaba jadeando como si hubiera recorrido en un maratón.
Con un suspiro, Susia regreso a ser Sue nuevamente.
Sonrió dulcemente. "No puedo esperar a saber qué es lo que descubrirás."
"S-Señorita!" Lisa grito, su rostro cubierto de sudor.
Tal parece que Sue la asusto mucho más de lo que esperaba, aunque al mismo tiempo, no podía decir que estaba muy sorprendida. Espero a que Lisa recobrara su compostura.
"Aunque me pregunto cómo fue que se las arreglaron para bajar de la Torre," Lisa señalo. "No ha pasado mucho desde que su ayudante entro, y les debería haber tomado aún mas el bajar."
"Quizá bajaron por afuera," Sue sugirió.
"Eso...no parece realista."
"Si. Me pregunto si a Arcus se le ocurrió algún otro genial hechizo o algo. ¡Tendré que preguntarle acerca de ello!"
Aunque, si lo hiciera, tendría que revelar que sabía lo que paso esa noche. ¿Como lo abordaría? La mente de Sue ya se encontraba hirviendo de emoción. ¿Qué hechizo uso? ¿Qué frases, y que palabras? Si había algo que sabía de Arcus, es que su creatividad no tenía límites.
Justo entonces, Lisa le hablo. "Por aquí, señorita."
Sue la siguió, echándole una última mirada a Arcus sobre su hombro. Aunque le alegrara que estuviese a salvo, hubo algo que capto mucho su atención.
"No es ese...el secuestrado? ¿Por qué esta con Arcus?"
Junto con su sirviente, Noah Ingvayne, Arcus estaba corriendo junto al hombre que trato de secuestrarlo. Parecían estarse llevando bastante bien, por lo que podía ver, así que quizá no había nada de lo que preocuparse, pero...
Sue no estaba segura de haber visto alguna vez una combinación de personas tan extraña.
Agradecimientos a:
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