Seirei Gensouki Volumen 17 Parte 8

 

Chapter 4: Nuevas Reuniones, Nuevos Encuentros

 

Dos semanas luego de que Rio y las demás abandonaran la región de Strahl y llegaran a la Aldea de los Espíritus, se dirigieron a la región Yagumo luego de quedarse en la aldea por algunos días.

Su grupo estaba conformado por: Miharu, Celia, Aishia, Latifa, Sarah, Orphia y Alma. Aparte de ellas, Gouki, Kayoko, Komomo, Sayo, Shin y Aoi también los acompañaron.

Debido al límite del número de personas que podían ser transportadas a la vez, la mayoría de los subordinados de Gouki se quedaron en la aldea. Aun así, era un gran grupo de 14 personas.

Incidentalmente, Ariel, el espíritu contratado de Orphia, podía ajustar el tamaño de su cuerpo hasta cierto punto al materializarse. En su forma más grande, tenía un largo de 10 metros, pero debido a que consumía mucha esencia mágica, raramente tomaba esa forma.

Para los propósitos del viaje, Ariel tomo esa forma para poder cargar a 7 personas en su espalda. Rio, Aishia, y Orphia, quienes podían volar libremente, cargaron a las 4 personas restantes. Surgió un pequeño problema en cuanto a quién llevaría a quién, pero se resolvió adoptando un sistema de rotación. El viaje en sí fue muy tranquilo, y llegaron a la región de Yagumo sin encontrarse con ningún clima local anormal ni con monstruos. Así, se dirigieron a la aldea donde nació y creció Zen, el padre de Rio.

Con eso dicho, localizar una aldea específica entre tantas otras sería difícil. Sabían la ubicación aproximada de la aldea que Yuba lideraba, así que decidieron bajar a preguntar por ella a las aldeas cercanas. Pero, si un gran número de extraños entraran de repente a una aldea, pondría a sus habitantes en guardia, por lo que Gouki y Kayoko fueron los que se encargaron de ese asunto.

Afortunadamente, el jefe de la primera aldea a la que entraron conocía a Yuba, y les dio la ubicación exacta sin ningún problema. Luego de eso, retomaron su viaje por los cielos.

"Esa es la aldea. Estoy seguro de ello."

Cuando Rio localizó la aldea desde el cielo, le aviso a los demás.

Las tumbas de papá y mamá están allí.

Rio diviso la tumba de sus padres en la cima de una colina. Parecían tumbas sin nombre para los demás, pero Rio las identifico fácilmente.

"Asustaremos a los aldeanos si bajamos directamente, así que descendamos fuera," Rio dijo, bajando su altitud. Entonces, Aishia, quien sostenía a Miharu, y Orphia, quien sostenía a Celia, siguieron su ejemplo. Un momento después, Ariel también empezó a descender.

"Por favor, bajen." Rio les dijo a las dos personas que tenía en sus brazos.

"Okay!" Komomo fue la primera en responder alegremente. Cuando se soltó de los brazos de Rio, pisó ligeramente el suelo generando un pequeño ruido.

"¡Antes de bajarme, tengo que recargar mi energía de Onii-chan!" Latifa abrazo fuertemente a Rio por detrás antes de bajarse. Si, eran Komomo y Latifa las que Rio tenía en sus brazos. Ambas eran pequeñas y querían hablar más, por lo que le pidieron a Rio que las cargue juntas.

"Hey, vamos, eso duele." Rio protestó gentilmente.

"Muchas gracias por llevarnos, Onii-chan, este es un abrazo en agradecimiento!"

"De nada. ¿No estás cansada, Komomo?"

"¡Para nada! Muchas gracias por cargarme por tanto tiempo, Sir Rio."

Komomo bajó la cabeza respetuosamente.

Miharu y las demás también se bajaron y agradecieron a las personas que las habían cargado.

"Así que esta es la aldea donde nació y creció el padre de Rio..."

"Es un lugar hermoso y tranquilo. El aire es limpio y relajante."

Celia y Orphia se le acercaron primero a Rio. Se encontraban a cientos de metros de los sembríos, y más adelante, se podía divisar la aldea de Yuba. Celia miraba el campo con interés, mientras Orphia respiraba profundamente y disfrutaba del aire del campo.

"Shin, ahí está nuestro hogar..." Sayo no creyó que podrían volver de nuevo. Se mantuvo de pie junto a su hermano, mirando la aldea sin reacción alguna.

"Sufrimos tanto al dejar este lugar, pero, aun así, regresamos en un instante."

El viaje les tomó más de una semana, pero su viaje a la Aldea de los Espíritus les tomo varios meses. Shin vio el rostro de Rio con una expresión exasperada de incredulidad.

"Será mejor que nos pongamos en marcha."

"Lo primero sería saludar a Lady Yuba. Estoy seguro de que se sorprenderá." Rio y Gouki lideraron el camino hacia la aldea.

"La abuela y la prima de Onii-chan, huh...Creo que me estoy poniendo nerviosa."

"Está bien. Te lo dije antes. Cuando les hablé de ti, dijeron que les gustaría conocerte."

Ahora que llegó el momento, Latifa estaba inquieta, mostrando inesperada timidez. Rio le recordó que sus miedo estaban equivocados.

"Entiendo un poco cómo se siente Latifa."

"Yo también."

Celia y Miharu se llevaron las manos al pecho para calmar sus corazones. Sarah, Orphia y Alma, que nunca habían conocido a Yuba y Ruri, tuvieron reacciones similares.

"No hay necesidad de estar tan nerviosas. Son una abuela y una prima normales. También harán que me ponga nervioso," Rio mostró una sonrisa preocupada.

"Lady Yuba y Ruri son personas muy amables, así que no tienen nada de qué preocuparse. Estoy segura de que cuidarán de Latifa y de todos ustedes como si fueran su propia familia," Komomo afirmó.

Ella ya había visitado la casa de Rio y vivido temporalmente con Yuba y Ruri, así que las conocía bien. Nos mostraba nada de nerviosismo, viéndose emocionada por verlas de nuevo.

"Vayamos rápido." Aishia apuró al grupo--algo raro viniendo de ella. No parecía estar nerviosa, pero tal vez fue la emoción de conocer a Yuba y a Ruri lo que hizo que alentara a los demás. En ese sentido, estaba actuando diferente de lo usual. Parecía estar de muy buen humor.

En cualquier caso, el grupo continuó por el camino, y finalmente se adentró en las tierras de cultivo de la aldea. Era mediodía, y el clima estaba despejado. Tal vez era sólo la hora de comer, ya que había herramientas de trabajo abandonadas en el borde del camino. Probablemente se estaban reuniendo en la plaza para almorzar. Así es como lo hacían cuando Rio estaba en la aldea.

Me trae muchos recuerdos.

Rio miró alrededor con un leve sentimiento de nostalgia, y siguió adelante. Al mismo tiempo, las chicas que los estaban observando vieron su emoción por regresar a la aldea. Quizá por eso, optaron por no interrumpirlo, dejando que disfrute del paisaje.

Menos de un minuto después, Rio y los demás llegaron a la plaza de la aldea. Y tal como esperaba, los aldeanos estaban reunidos allí para almorzar. Ruri estaba entre ellos, hablando con los demás animadamente, lo que indicaba que los aldeanos se llevaban muy bien.

Los aldeanos estaban bastante concentrados en su conversación, pero hasta ellos notarían un grupo tan grande como el de Rio. Primero los vieron con sorpresa, pero cuando notaron que entre ellos había caras conocidas como Rio, Shin, Sayo, Komomo y Gouki, su sorpresa creció más.

"Rio!? Shin y Sayo! ¿Incluso Komomo y Sir Gouki?" Ruri se levantó y corrió hacia ellos primero.

"Qué tal?" Rio estaba un poco avergonzado de volver a ver a su prima después de tanto tiempo, sonriendo como un niño de su edad.

"Q-Que tal...Espera, que!? Que, por qué!?" Ruri estaba sorprendida por la repentina reunión, viendo entre Rio y Sayo varias veces. Pero después de un rato...

"Ya veo...Así que lograste reunirte con Rio. Bien, muy bien." Pareció como si Ruri se hubiera deshecho de una carga en su pecho, y sus ojos se humedecieron por el alivio.

"Y a salvo," Rio asintió, encogiéndose de hombros.

"Woooooo!" Los aldeanos presentes en la plaza se alegraron al mismo tiempo.

"¡Cuánto tiempo sin verlos, chicos!"

"¡Bienvenidos!"

"¡Porque no nos avisaron!?"

"¡Vaya, es Sir Rio! ¡Ha pasado mucho tiempo!"

"¡Shin! ¡Sayo!"

Los aldeanos corrieron hacia Rio, Sayo, y Shin. Y entonces se juntaron para celebrar su regreso. A unos pasos de distancia, Miharu y las demás se sorprendieron por el entusiasmo de los aldeanos.

"Bwahaha! Sir Rio es bien querido por los aldeanos." Gouki rio fuertemente por la bienvenida hacia Rio.

"¡Hey, chicos! Sé que están contentos, pero están demasiado emocionados. ¡Aléjense, aléjense! ¡No podemos escuchar nada así!" Ruri detuvo a los aldeanos como si fuera algo habitual, y al estar satisfechos con la bienvenida que le dieron a Rio y los demás, empezaron a retroceder.

"Santo cielo...¿Están bien, Sayo? Rio? Ruri suspiró con cansancio, preocupada por Rio y Sayo.

"Oye, a mí me paso lo mismo." Shin protesto por él mismo.

"Te ves bien. Además, eres un hombre."

"Los mismo va para Rio, no? Y él es mucho más fuerte que yo!" Shin objetó, señalando a Rio. La nostálgica escena de sus peleas hizo que los aldeanos rieran con alegría.

"Bien, ustedes dos parecen estar bien."

Ruri ignoro a Shin y ayudo a Rio y Sayo a acomodar sus ropas. 

"Entonces, de nuevo. Bienvenidos, Rio, Sayo y Shin," Ella dijo, celebrando su regreso.

"Sí, hemos vuelto"

"Estoy en casa, Ruri."

"...Sí."

Los 3 respondieron un poco avergonzados. Los aldeanos a su alrededor también gritaron su bienvenida.

"Ha pasado mucho tiempo, Komomo, Sir Gouki, Lady Kayoko. Y Aoi. Me alegra verlos bien."

"En efecto. Lo mismo digo, Ruri. ¿Cómo se encuentra Lady Yuba?"

"Sí, como siempre. Oh, por cierto, Sir Hayate estuvo aquí hace poco, y se encontraba igualmente bien. Estoy segura de que se alegrará de saber que han vuelto."

"Hoho, es bueno oírlo." Gouki sonrió al escuchar de su hijo.

"Así que, cambiando de tema...¿Quiénes son todas esas personas?"

Ruri cortó la conversación y miró a las compañeras de Rio. Miharu, Celia, Aishia, Latifa, Sarah, Orphia y Alma. La gente de la aldea también sentía curiosidad y todos dirigieron su atención hacia ellas.

"..."

Miharu y las demás se sintieron incómodas y nerviosas por toda la atención que están recibiendo.

"No parecen ser conocidas de Sir Gouki o Sayo...Lo cual quiere decir que son tuyas, Rio?"

Por eliminación, Ruri adivino, observando a Rio por confirmación.

"Bueno, sí," Rio asintió con timidez.

sintió Río, un poco avergonzado.

"Hmm..." Ruri miró fijamente a Miharu y a las demás.

"Hey, Rio. Dame un momento. Por aquí."

Ruri tiro del brazo de Rio, dándole la espaldas a los demás, para que nadie pudiera oírlos. Entonces acomodo su brazo alrededor suyo, y se agacho para murmurar.

"¿Qué pasa?"

"No me vengas con eso. Y?"

"Uhm...Te acabo de decir que son mis conocidas?" Rio estaba confundido por la repentina charla secreta.

"No me refiero a eso, ugh! Te estoy preguntando quien de ellas es tu novia!" Ruri levanto su voz por la impaciencia.

"N-Novia!? N-No...Uh, como debería ponerlo..." Rio se quedó sin palabras. No sabía cómo explicar su relación con todas. No era sus amantes, pero decir que solo son sus amigas, le parecía muy superficial. Ya que estaba hablando con Ruri, quería presentar a todas como es debido.

Llamarlas "compañeras" no sonaba mal, pero había otro termino que Rio quería usar.

"Creo que...familia es la palabras más cercana que puedo usar."

Rio se giró hacia todas, y luego hacia Ruri, mientras decía esas palabras tímidamente.

"E-Estas en una relación con todas ellas!?" Ruri dijo eso en sorpresa. El significado detrás de una relación solo era conocida por las personas en cuestión, pero tal parece que eso causo un malentendido.

"¿Eh? Sí." Rio asintió con curiosidad.

"S-Sí...?" Ruri se quedó sin palabras por un momento, antes de perder la calma.

"Argh! Eso es todo! O-Oye, Rio. No creo que eso sea muy apropiado. Como tu prima mayor, no puedo decir que lo apruebo."

"U-Uh, creo que estás totalmente equivocada en algo," Rio finalmente se dio cuenta.

"Y como es que todas son tan lindas? Rio, siempre te agradaron las caras lindas? Y a Sayo le parece bien esto!?"

Ruri parecía estar tan sorprendida por esto que siguió con su malentendido.

"Espera, Ruri! ¡Creo que lo has entendido mal! Te las presentare correctamente."

"¿Un malentendido? ¿Qué he entendido mal?"

Rio se apresuró a sujetar los dos hombros de Ruri y trató de rectificar su malentendido.

Mientras tanto, las chicas notaron que su tono era mucho más natural que de costumbre.

"Onii-chan parece llevarse muy bien con Ruri," Latifa comento, como si estuviera viendo al raro.

 


"Sí. Está hablando con ella de igual manera con la que habla contigo y con Aishia. Parece que se está divirtiendo mucho."

Celia sonrió al decir esto, pero también sintió un poco de tristeza y envidia. Por un lado, le alegraba ver un lado que no conocía de Rio, pero, por otro lado, estaba en conflicto por el hecho de que no mostraba ese lado con ella. Deseaba ser la que pudiera sacar ese tipo de expresiones de él.

Lo mismo parecía aplicar con la demás; todas tenían una expresión similar en sus rostros. Y al ver sus expresiones, la gente de la aldea fue capaz de adivinar qué tipo de relación tenían con Rio.

Los chicos miraron a Rio con sus dientes rechinando, y luego miraron a Shin para cuestionarlo, y él asintió en confirmación.

"Oh, ahora recuerdo que cuando este tipo estaba en la aldea..."

Todas las jóvenes parecían estar enamoradas de Rio, y los chicos de la aldea recordaban sus dolorosos recuerdos del pasado. Todos los miraban como si quisieran maldecirlo.

"Te conté que tengo una hermana menor, verdad? También acerca de mi profesora, a quien le debo mucho. Las demás empezaron a vivir conmigo por varias razones, y regrese a la aldea para presentarlas..." Rio explico, mirando hacia Celia y Latifa, invitándolas a acercarse. Sin embargo, cuando se dio cuenta de que los chicos de la aldea lo estaban mirando mal, cerro su boca. Dudando en llamarlas.

"H-Huh, en serio?" Ruri miró a Latifa y Celia con alegría. Sin embargo...

"¡Hey, Río!"

"¡En serio estas viviendo con todas esas bonitas chicas!?

"¡Tienes que estar jodiendo!"

"¡Por qué siempre eres tú!?"

"¡Sí, eso no es justo! ¡Date prisa y preséntanoslas!"

Los hombres se agruparon alrededor de Río con sus protestas.

"Esperen, les presentaré a todas. Por favor, aguarden!"

Río intentó detenerlos con sus manos, pero fue inútil...

"Muy bien, chicos, sigan así." Shin animo a sus amigos, mientras que Sayo lo comenzó a retar.

"¡No los alientes, Shin!"

"Está bien, es su manera de darle la bienvenida a Rio," Dijo Shin tranquilo. De hecho, las expresiones de los chicos mostraban risas traviesas, lo que mostraba que solo estaban bromeando. Como dijo Shin, probablemente era la forma que tenían los jóvenes de la aldea de darle la bienvenida a Rio.

"Hey, Ruri, ayúdame..." Rio dijo, buscando algo de ayuda.

"Sabes que no puedo hacer nada cuando se ponen así. Lo siento! Les mostrare el camino hacia la casa de la abuela, así que alcánzanos cuando estes libre, Rio!"

Ruri también parecía estar disfrutando de la situación. Ya que hablo con una voz alegre. Junto sus manos y bajo su cabeza ante Rio. Entonces, se acercó a Miharu y a las demás, llamándola de manera amigable.

"Hola a todas. Le mostrare el camino a mi casa. Vamos, síganme!"

"Umm...Pero..."

Miharu y el resto, miraron a Rio con dudas, preguntándose si estaba bien dejarlo así. Los hombres de la aldea agarraron a Rio por ambos hombros y lo sacudían e interrogaban con todas sus fuerzas.

"Está bien, está bien. Le pasó mucho cuando estaba en la aldea. No te quedes atrás, Sayo" Conteniendo una pequeña risa, Ruri apresuro a las demás a seguirla.

"Hmph. Nosotros también vamos, Sayo."

Shin también se puso de buen humor y arrastro a Sayo con él.

"Hmmm... Sería una falta de respeto impedir que le den la bienvenida a su manera. Y no es como si estuvieran lastimando a nadie. Nosotros también sigamos."

Para Río sería fácil salir de una situación así. Y el hecho de que no lo hiciera, significaba que no estaba tan incomodo como parecía. Con eso en mente, Gouki siguió a Ruri y a los demás con su esposa Kayoko y su sirviente Aoi.

Para cuando Rio finalmente fue liberado, los demás estaba fuera de la vista.




Luego de eso, Miharu y los demás fueron guiados por Ruri hasta la casa de Yuba, la jefa de la aldea. Llegaron justo cuando Rio los alcanzó, y entraron juntos.

Yuba también se sorprendió por los visitantes inesperados, pero cuando vio a Rio y Gouki entre ellos, su sorpresa creció aún más. Sin embargo, rápidamente recuperó la compostura e intercambió saludos con Rio, Gouki y los demás, y entonces escucho un resumen de lo que había pasado desde que llegaron a la aldea.

"Haha, eso fue un desastre."

Yuba rio a carcajadas cuando escuchó cómo Río había sido aplastado por los chicos de la aldea.

"Vaya, la abuela está de buen humor," Ruri murmuró en voz baja. Sabía que estaba así por el regreso de Rio.

"Dejando eso a un lado... has traído un gran grupo contigo."

Yuba miró el rostro de las chicas que Rio había traído con él, y resopló en admiración. Las chicas parecían nerviosas, ya que estaban sentadas en el suelo sin decir nada.

"Y todas son mujeres hermosas para variar. No es de extrañar que los jóvenes de la aldea se alborotaran."

"Verdad? Yo también me sorprendí." Ruri asintió ante la risa de Yuba.

"Bueno? Vamos, preséntamelas," Yuba presiono.

"Bueno, empezando con las 2 de las que les hablé mientras estaba en la aldea...Esta es mi exprofesora, Celia, y mi hermana pequeña, Latifa." Rio dijo, señalándolas con la mano.

"Oho."

"Las tres personas que están junto a Latifa, de derecha a izquierda, son: Sarah, Orphia y Alma. Las tres son de la misma aldea, y me han ayudado de muchas maneras en el día a día," Rio continuo.

"Por último, Miharu y Aishia, quienes empezaron a vivir conmigo por diversas razones. Las siete son tan importantes para mí como una familia," dijo, rascando su mejilla en vergüenza al explicar su relación con ellas.

"En otras palabras...son chicas con las que estas saliendo con intención de matrimonio?"

"N-No, eso no es lo que quise decir..." Rio bajó la mirada un poco avergonzado.

"Hehe, sólo estoy bromeando. Parece que has conocido buenas chicas. Ahora tienes un aspecto mucho mejor en tu rostro...Me recuerdas a Zen cuando trajo a Lady Ayame a la aldea en secreto,"

Yuba dijo, molestando a Rio con una gentil expresión en su rostro.

"Hahaha. Fue un momento problemático en ese entonces."

Gouki y Kayoko también sonrieron al recordar esos sucesos nostálgicos, mostrando sus emociones en sus rostros.

"Nunca he hecho nada como la abuela de Rio, pero les agradezco a todas que lo estén tratando bien."

Yuba dejó a un lado su usual lenguaje cortante mientras bajaba cortésmente su cabeza ante las chicas.

"N-No, somos nosotras las que deberíamos decir eso!" Miharu, Celia, y Sarah se apresuraron a devolver la reverencia.

Rio siempre ha cuidado mucho de nosotras." Orphia y Alma también le devolvieron la reverencia. Aishia siguió su ejemplo; tenía una sonrisa gentil en su rostro.

Por otra parte, Latifa seguía siendo un poco tímida con la gente que no conoce, por lo que se inclinó con las otras en silencio.

"Bueno, tengo mucha curiosidad acerca de cada una de ustedes, pero...si Latifa es la hermana adoptiva de Rio, eso también la hace mi prima, verdad? Ruri pregunto.

"Eso también la haría mi nieta." Yuba añadió.

"Huh? Ah, sí...Me alegraría mucho que piensen de esa manera." Latifa asintió con vergüenza, manteniendo su mirada baja.

"Aww, que linda. Siempre había querido una hermanita. Encantada de conocerte, Latifa. ¿Puedo llamarte así?"

"Por supuesto. Entonces, ¿puedo llamarte 'Ruri'? Y...Abuela Yuba..."

"¡Claro! Por supuesto."

"Sí."

Tanto Ruri como Yuba respondieron alegremente.

"Ehehe, muchas gracias."

"Aww! Que linda! ¡Tenemos mucho de qué hablar! Con ustedes también!"

Ruri, al ver la encantadora timidez de Latifa, la abrazó con alegría. Y entonces se dirigió a las demás.

"Entonces, ¿cuánto tiempo te quedarás en la aldea, Rio? Haremos un banquete de bienvenida esta noche, pero parece que las chicas podrían quedarse hablando para siempre a este paso," dijo Yuba.

"Estaba pensando en ir hacia la capital con Gouki y su familia, pero podrían Latifa y las demás quedarse en la aldea mientras tanto? Me temo que hay muchas personas para una visita sin anunciar..."

"Naturalmente," Yuba asintió con gentileza.

"Muchas gracias. Creo que permaneceré allá durante unas dos semanas, así que, por favor, cuida de ellas durante ese tiempo."

"Esta también es tu casa. No seas tan reservado."

"Muy bien..." Rio sonrió ante eso.

"Está decidido. Shin, Sayo. Mientras saludan a los aldeanos, pueden decirles que habrá un banquete esta noche?"

"Sí, seguro."

"Enseguida."

A petición de Yuba, los hermanos se levantaron.

"En ese caso, ayudaré con la cocina. Traje muchos ingredientes y alcohol," Rio ofreció, causando que Miharu y Orphia también ofrecieran su ayuda.

"¡Sí! ¡Volveremos a comer tu comida," Ruri animo alegremente.

Y así, justo como cuando visitaron la Aldea de los Espíritus, otro banquete estaba a punto de empezar.

 


Esa tarde...

Todavía era un poco pronto para que el banquete empezara, pero los ansiosos aldeanos se iban reuniendo poco a poco en la plaza central.

Rio había terminado de cocinar con todas y estaba visitando la colina fuera de la aldea. Su propósito, claro, era dar sus respetos a la tumba de sus padres.

Alrededor de Rio se encontraban las personas con las que había llegado a la aldea. Cuando Rio le informo a Gouki y a Kayoko que iba a visitar la tumba de sus padres, las demás expresaron sus deseo de acompañarlo.

Habría sido llamativo viajar con un grupo tan grande, pero Ruri los acompaño y les dijo a los aldeanos con los que se encontraban que les estaba dando un tour por la aldea antes del banquete. Así, llegaron a la colina sin que nadie sospechara.

Rio fue el primero en caminar hacia los monumentos de piedra. Los demás mantuvieron su distancia en consideración, y cuando Rio se dio cuenta, su boca formo una pequeña sonrisa mientras avanzaba.

Este lugar no ha cambiado nada.

Rio observo el paisaje desde la colina.

Mientras miraba la puesta de sol, sentía como si no hubiera pasado nada de tiempo desde que estuvo aquí por última vez.

Sin embargo, el chico de ese entonces era muy diferente en comparación a como era ahora. Algo dentro de su corazón había cambiado, y Rio lo podía sentir.

Mamá, papá. He cumplido mi objetivo. He matado a Lucius...

¿Se alegrarán de ello? Tal vez estén tristes. Los muertos no hablan, así que nunca podrá saberlo. Pero está bien. No decidió vengarse para obtener la aprobación de alguien. Y tampoco lo había hecho por alguien más.

Hace dos años, Rio juro venganza en esta colina para nadie más que si mismo.

Así que, si algo cambió en Rio, es que las manecillas del reloj que se habían detenido en su corazón empezaron a moverse. Quizá no se movían a velocidad normal, pero poco a poco se estaban moviendo. Sin embargo...

Probablemente no me sentiría así solo con vengarme, Rio pensó para sí mismo.

Y la razón fue porque el mismo aun no lo había aceptado--el hecho de que había cobrado venganza. Sabía que era algo malo, pero aun así lo hizo...Rio habría continuado odiándose de esa manera.

Pero ahora, ya no se detestaba tanto. Había gente que quería estar junto a alguien como el, por lo que fue capaz de aceptarse un poco. Aunque seguía sin tener tanta confianza.

No quiero perder lo que es importante para mí. Por eso intenté alejarme de ellas. Luego de tratar de hacer algo tan egoísta, todas me extendieron sus manos. Es por eso por lo que ahora me toca devolverles el favor.

En esta colina donde una vez había jurado venganza, Rio tomó una nueva decisión en su corazón. Junto las manos frente las tumbas sin nombre de sus padres, como haciendo un juramente.

Este monumento es una tumba construida en secreto por unas pocas personas que conocían la verdad, para recordar a las dos personas que nunca volverían al Reino de Karasuki. Por esa razón, no había cuerpos descansando aquí. Ni Rio sabía en donde se encontraban sus cuerpos, pero, aun así, trataba este lugar como sus tumbas, juntando sus manos para llorarlos.

Al cabo de un rato, Rio bajo las manos y levanto su rostro, girándose para ver a los demás.

"Muchas gracias a todos."

Sonrió radiantemente, y con el ocaso iluminando su rostro, se dirigió a los demás con un tono suave.

Después de eso, Gouki, Kayoko, Miharu, Celia, y las demás, tomaron turnos para ofrecer sus respetos ante los padres de Rio. Entonces, se dirigieron hacia el banquete, donde fueron recibidos cálidamente por los aldeanos, festejando hasta tarde en la noche.



Dos días después de llegar a la aldea del Reino Karasuki, Rio se dirigió a la capital real junto con Gouki, Kayoko, Komomo y Aoi

Con la ayuda de Orphia, esa mañana, todos viajaron a la capital. Aterrizaron en una colina a las afueras de la ciudad.

"Bueno, volveremos aquí en tres días, al medio día."

Después de prometer el reencuentro, se separaron de Orphia, que volvía a la aldea.

Luego de eso, los 5 entraron a la capital y se dirigieron a la residencia de Gouki. Parte de la razón por la que no fueron directamente al castillo, fue para que Gouki pudiera visitar su hogar nuevamente, pero también debido a que presentemente se lo consideraba desaparecido.

Para poder seguir a Rio en secreto, él y su familia se fueron sin previo aviso. Si de repente se presentaran en el castillo, causarían un revuelo, y necesitarían completar un montón de formalidades; era mucho mejor encontrarse con Hayate y hacerlo arreglar una audiencia con el Rey Homura, y la Reina Shizuku en secreto.

Hayate se sorprendió por el repentino regreso de su familia, pero en cuanto comprendió la situación, inmediatamente se puse en acción.

Volvió antes del mediodía con los arreglos para una reunión secreta para misma tarde.

Así, Hayate los llevo al castillo real lo más en secreto posible. Rio fue llevado a la habitación en donde conoció al rey y la reina por primera vez.

"Muchas gracias por recibirme el día de mi repentina llegada. Rey Homura, Reina Shizuku." Rio tomo asiento opuesto a sus abuelos, e hizo una reverencia.

"Has vuelto con nosotros--por supuesto que le daría prioridad a nuestra reunión. Sin mencionar que te acompañan Gouki y Kayoko, quienes fueron tras de ti. No podría tener invitados más importantes que ustedes."

Homura parecía muy feliz de ver el recuerdo de su hija Ayame una vez más.

"Querrás decir, para 'nosotros' ¿no es así, querido?" Shizuku, la esposa de Homura, hinchó las mejillas como si estuviera enfadada. La abuela de Rio ya tenía casi 40 años de diferencia con él, pero esa expresión fue bastante adorable.

"Hahaha, discúlpame." Homura sonrió con buen humor y se disculpó sinceramente.

"Es maravilloso verte de nuevo, Rio. Estoy muy contenta de que hayas vuelto con vida. Me calma mucho verte con tan buena salud." Shizuku soltó un suspiro de alivio, con una gentil mirada en su rostro. La expresión de su rostro era igual a la madre de Rio en sus recuerdos.

"Han pasado muchas cosas desde que deje la región de Yagumo, pero todo fue gracias a otras personas."

Río sonrió gentilmente y asintió con una mirada distante en su rostro.

"Hayate nos informó de la situación en general, pero podrías contarnos los detalles?" Homura pregunto.

"Sí. Eso es lo que vine a hacer. Empezare con lo que me ha pasado."

Rio resumió los eventos ocurridos desde el momento en que abandonó el Reino de Karasuki para vengarse, hasta su regreso. Como se limitó a dar solamente información necesaria sobre los hechos, terminó de explicarlo todo en pocos minutos. Finalmente, terminó diciendo que tenía pensado viajar junto con la familia de Gouki de ahora en adelante.

"Parece que has sido bendecido con todo tipo de encuentros. Quizá por eso pensé que tenías una expresión bastante positiva cuando entre a la habitación." Homura observo el rostro de Rio, sonriendo con alegría.

"Oh, vaya. Tú también? Yo pensé lo mismo," Shizuku concordó alegremente con su marido.

"Hehehe. Todos los que se encuentran con Sir Rio piensan lo mismo. Y también se aplica a mí," Gouki dijo con orgullo.

"¿Realmente es tan evidente?"

Rio se tocó su rostro con la mano e inclinó la cabeza con curiosidad.

"Hmmm...No ha desaparecido por completo, pero es como si la sombra sobre ti haya disminuido mucho. Quizá eso era la manifestación de tu gran determinación..." Homura describió la diferencia entre la expresión de Rio con tacto--no era el líder de una nación por nada.

"Tal vez sea porque he cumplido con mi venganza?" Rio se preguntó avergonzado.

"Fufufu. Es cierto, algunas personas parecen radiantes una vez que se vengan. Sin embargo, esas personas suelen tener tintes de agresión en su expresión, y no muestran signos de culpa como tú."

Porque pensaban que estaban en lo correcto, llevaban rostros felices sin signos de culpa. Esa fue la explicación de Homura--el preciso análisis de un rey que ha visto a muchas personas.

"Si así es como me veo ahora, entonces es tal y como dice. Creo que fui bendecido con buenos encuentros." Rio concordó.

Shizuku estaba muy contenta cuando dijo: "Debiste conocer a gente maravillosa."

"Sí...Estas personas se quedaron a mi lado, diciendo que querían estar conmigo a pesar de mi decisión de vivir por la venganza. Eso fue lo que me hizo darme cuenta de que había ganado cosas tan importantes como las que había perdido." Rio sonrió gentilmente mientras expresaba su cambio.

"La verdad es...Que cuando mencionaste perseguir esa venganza, me preocupara que regresaras como alguien vacío si la lograbas...Pero en cualquier caso, parecía que me preocupe de más." Homura tenía una mirada ligeramente afligida al pensar en el antiguo Rio, pero finalmente relajó todo su cuerpo.

"Puede que esto suene conveniente, pero ahora que logré lo que quería hacer, quiero vivir sin perder lo que sea importante para mí."

Por mi propio bien, y más importante, por el bien de alguien más...La expresión de Rio se llenó de determinación.

"Entiendo. Por eso has tomado la decisión de acoger a Gouki y su familia."

"Sí..."

"¿Pero que planeas hacer ahora? ¿Vas a quedarte en Karasuki?" Por alguna razón, Homura parecía un poco nervioso, y observo la expresión de Rio por algún cambio.

Si...Si tiene la intención de quedarse en Karasuki...

Quizá podrían proveerle una vida tranquila. Es lo que Homura pensó, pero...

"Tengo pensado en volver a la región de Strahl nuevamente." Río respondió sin vacilar.

"Ya veo...Las cosas se pondrán solitarias nuevamente."

El rostro de Homura se nubló en decepción.

"Tengo que volver a Strahl por el bien de la gente que me importa. Lo siento."

Está el futuro de Miharu, Satsuki, Aki y Masato a considerar...y también Celia. En cualquier caso, imagino que no tenía más opción que residir en la región Strahl.

"No hace falta que te disculpes."

"Gracias...Sin embargo, mientras que pasaré más tiempo en Strahl, me gustaría incrementar la frecuencia de mis visitas aquí. Si no es mucha molestia, ¿puedo volver a visitarlos de esta manera?"

Rio podía viajar de ida y vuelta entre las regiones de Strahl y Yagumo en un mes. Así que, a menos que hubiera algún tipo de emergencia que le impidiera regresar, podría arreglar visitas periódicas.

"Por supuesto."

"Jamás te rechazaríamos."

Homura y Shizuku hablaron al mismo tiempo.

"Muchas gracias..." Rio se relajó.

"Nos gustaría conocer a las personas que te cambiaron, y agradecerles en persona..."

Shizuku suspiro en decepción, sintiendo curiosidad por ellas.

"Me temo que no puedo traerlas al castillo. El número atraería mucho la atención."

Sería muy sospechoso que un grupo de desconocidos visitara el castillo para ver al Rey y la Reina. Mientras que Miharu podía pasar como alguien local por su cabello negro, las demás tenían rasgos raciales diferentes. Y aunque las chicas de la Aldea de los Espíritus habían cambiado sus rasgos con artefactos, y también podían cambiar el color de su cabello si quisieran, aun se sospecharía que sean extranjeras.

"Sería difícil una reunión dentro del castillo, pero fuera..."

Homura se quedó pensando, y luego...

"Por cierto, ¿Cuánto tiempo piensas quedarte en la aldea de Lady Yuba?"

"Unas dos semanas, diría..." Los ojos de Rio se abrieron de par en par ante la posibilidad de una reunión fuera del castillo. Había fuertes restricciones para que el rey y la reina salgan, pero...

"Si es por poco tiempo, entonces no es imposible. Aunque necesitaríamos pedirle ayuda a Lady Orphia..." Gouki sonrió, observando a Rio.

"¿Estás diciendo la verdad?" Homura pregunto.

"Cuéntanos más, Gouki." Shizuku añadió.

"Es posible esconder en donde se encuentran durante unas horas, ¿no? Solo necesitan terminar con la reunión durante ese tiempo. ¿No es así, Sir Rio?" Dijo Gouki con una sonrisa traviesa. Rio, con su conocimiento de Ariel, entiende qué tipo de plan tiene Gouki en mente.

"No tengo problema con intentarlo, pero está bien que sus Altezas se escapen del castillo?" Rio pregunto, considerando los riesgos.

"Nos las arreglaremos. Si solo es cuestión de unas cuantas horas, puedo inventar una mentira. Si algo pasa, tomare la responsabilidad como un rey. Así que, como nos escaparemos del castillos?"

Declaró Homura con determinación, y sus ojos brillaron como si fuera un niño de nuevo. Parece que realmente quería conocer a las personas importantes para Rio, ya que estaba muy ansioso.

"Oh, vaya. Me recuerda a las veces que Ayame se escapaba del castillo para ir a la aldea de Zen. Nunca pensé en la posibilidad de que yo también lo haría."

Shizuku también estaba en un momento de euforia.

Y así, el plan para la visita secreta del rey y la reina avanzo con ellos como líderes. Arribaron a la aldea tres días después con la ayuda de Orphia, sorprendiendo a Yuba y a todos los demás.


Interludio: Letra Para el Reino Centostella

 

En el Reino Centostella, unos días después de que Rio y los demás llegaran a la región Yagumo.

Masato blandía su espada en el campo de entrenamiento mientras que Takahisa se encerraba en su habitación como siempre. La Dama de la Primera Princesa Lilianna, Hilda, le estaba enseñando como refinar su arte con la espada. Aki los observaba practicar a los lejos.

Aunque todavía estaba lejos de alcanzar a Hilda, una soldado profesional y Dama de clase capitán, Masato seguía mejorando día a día, y ya era capaz de cruzar espadas a un alto nivel.

Habían pasado más de diez minutos desde el inicio del encuentro. Sus combates no terminaban con un intercambio decisivo, si no que continuaban indefinidamente al reiniciar sus posiciones. Esto los dejo jadeando del cansancio.

"Descansemos por un momento, Sir Masato. El descanso también es importante."  Hilda detuvo sus movimientos, recobrando su aliento. Masato también se detuvo.

"Si, Instructora Hilda," Masato respondió alegremente, con la respiración entrecortada. Bajó su espada de madera y se limpió el sudor con un suspiro.

"Tus esfuerzos hoy también están dando resultados."

Liliana, quien había llegado al campo de entrenamiento hace poco, se acercó a ambos. La razón por la que Hilda pidió un descanso fue porque la vio acercarse.

"Aquí tiene, Sir Masato. Una bebida." La ayudante de Liliana, Frill, le ofreció a Masato una toalla y una bebida.

"Oh, gracias, Frill...Phew, que bien se siente!"

Masato se lo agradeció cordialmente, saciando su sed. Mientras tanto, Aki se les acercó en silencio.

"Sir Masato, una carta arribo del Reino de Galarc." Liliana le entrego la carta a Masato.

"De verdad!? Deber ser de Satsuki." Masato aceptó con alegría la carta.

La remitente era Satsuki, y aunque Rio y Miharu ya no se encontraban en el Reino Galarc, también había palabras escritas por ellos. Masato leyó la carta con felicidad, mientras que Aki observo la carta con curiosidad.

La carta reportaba la reciente situación de Satsuki y Rio. Él se había ido de viaje con las demás, por lo que Satsuki fue quien escribió la carta. Escribió como se divertían viviendo juntos en la mansión que Rio había recibido en el Castillo Galarc, acerca del baño de allí, y también de la pijamada que tuvieron. También había un mensaje de Rio y Miharu para ellos. Finalmente, pregunto como estaban Masato y Aki.

"Heh, entonces Celia también fue a esa aldea...Espero que Arslan esté bien," Masato murmuro para sí mismo mientras leía la carta. Una vez que termino, notó la mirada de Aki, y le ofreció la carta.

"Toma, léela también. Debes tener curiosidad, verdad?"

"¿Estás seguro...?"

Aki preguntó con dudas. Pensó que la carta sólo iba dirigida a Masato. Luego de lo que ella y Takahisa hicieron en el banquete, Miharu y Satsuki solo mantenían el contacto con Masato.

"Dije que está bien, ¿no? Se preocupan por saber cómo estas,

¿sabes?"

Masato le animó a Aki a tomar la carta.

"Pero..." Aki levantó dudosamente el brazo para coger la carta,       pero lo bajó de nuevo.

"¿Qué pasa? ¿No estás preocupada por Miharu y Satsuki? También hay cosas escritas sobre Haruto," Masato le insistió.

"Pero luego de lo que hice..."

Debió recordar lo que les había hecho a Miharu y a Rio en el Reino Galarc, ya que su rostro se llenó de culpa. No tenía el derecho de leer esa carta, pensó.

"Bueno, ya reflexionaste sobre eso..."

"..." Aki bajó su cabeza en silencio.

Desde que llegó al Reino Centostella, no pasó ni un solo día en el que no recordara lo que pasó en Galarc. Y cada vez que lo hacía, se llenaba de pensamientos deprimentes. Y esos sentimientos incrementaban cada vez más.

Pero ¿era realmente una forma de reflexión? Aki no tenía la confianza necesaria decir eso. Por eso, no podía aceptar el punto de vista de Masato.

"No le mostraría esta carta a nuestro hermano, pero creo que está bien mostrártela a ti. Así que léela."

"Por qué...?" preguntó Aki con temor.

"Porque a diferencia de Takahisa, tú pareces haber reflexionado sobre eso, y te arrepientes, verdad?"

"..." Masato seguía mencionando las palabras "reflexión" y "arrepentimiento", pero Aki no podía aceptar eso. Permaneció en silencio--era fácil decir que sentía eso, pero y qué? Eran palabras que solo se decían cuando se busca el perdón. Usar esas palabras cuando fue ella quien cometió el error...

No era muy conveniente? Hizo algo terrible...No sería conveniente pedir que la disculpen después de eso? Esa era la pregunta en la cabeza de Aki.

Con eso dicho, ya no estaba tan segura. Definitivamente se sentía mal con Miharu. Estaba conflictuada con lo de Haruto, pero también sentía culpa. Podía aceptar que había hecho algo malo.

Pero cuando piensa en Takahisa, se llenaba de una impotente emoción que no podía poner en palabras...

Su cabeza era un desastre. Quería que Miharu aparezca convenientemente y la salve. Y eso, hacía que aumentara su culpa...

No podía decir que estaba reflexionando o que estaba arrepentida. Entonces, Liliana miró a Aki.

Lady Aki ha reflexionado las cosas y se ha arrepentido, y eso es lo que le causa tanto dolor. En contraste, Sir Takahisa...

Pensó en Takahisa, quien no estaba en el lugar en este momento.

Lo que pasó, pasó, y permanecerá como un hecho--no se lo podía borrar. Por eso Aki seguía sufriendo por eso.

Takahisa sentía algo similar, pero se había encerrado en su habitación y rechazaba interactuar con todos. Cuando Lilianna los comparo, no podía verlo sufrir de igual manera que Aki.

Se necesita tiempo para reflexionar sobre uno mismo. Eso pensaba, pero...

¿Era realmente lo correcto? No había manera de saber si Takahisa había reflexionado sobre lo que hizo en el reino Galarc, menos aún si se arrepentía. Y Lilianna empezó a perder la confianza.

"Bueno, como sea...Dejare esta carta contigo, Aki. Puedes decidir si leerla o no. Toma."

A Masato se le acabo la paciencia, y puso la carta sobre su mano.

"Pero..." Aki, por reflejo, trato de regresarla.

"No lo pienses demasiado. Sólo léela cuando te apetezca. ¿Y por qué no escribes una carta para Miharu acerca de cómo te sientes ahora? De hecho, esa es una de las razones por la que quiero que leas esta carta. También te daré las otras."

Masato empujó la carta con firmeza.

"..." Incluso después de escuchar eso, Aki no pudo leer la carta enseguida. Sin embargo, tampoco trato de regresársela a Masato. En vez de eso, la abrazo en su pecho con cariño.

 


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