Seirei Gensouki Volumen 17 Parte Final

 

Chapter 5: El Desarrollo de la Santa

 

Pasó un tiempo, y pronto llego el momento en que Rio y los demás salieron del Reino Karasuki para regresar a la región Strahl.

Por otro lado, lejos en la región Strahl, cinco personas se encontraban caminando a través de la capital comercial del Reino Galarc, Amande. Sede de los cuarteles generales del Gremio Ricca. Todos llevaban ropa de viaje, y uno de ellos era la Santa Erica, quién había visitado sola el Castillo Proxia hace poco.

"¿Esta es Amande? Es una ciudad bastante animada al parecer."

Erica miró alrededor de la ciudad, impresionada por cómo era.

La expresión de las personas a las cuales pasaba era enérgica y animada, y los muchos soldados patrullando significaba que el orden público era muy bueno. Puede que sea porque las calles están bien mantenidas, o porque los residentes son conscientes de su apariencia, pero no había caminos dañados o malos olores viniendo de los callejones, haciendo que la ciudad se vea hermosa.

"La gente parece ser bastante alegre, aunque no tanto como los habitantes de nuestra nación. La rumorada joven noble que gobierna esta ciudad debe ser muy buena en su trabajo, Lady Erica," La espadachín que acompañaba a Erica le dijo. Los otros que la rodeaban también aprobaron Amande con grata sorpresa.

Sin embargo, todos mantuvieron la postura de que su nueva nación era mejor. En parte era por orgullo, pero la razón más grande era debido a que adoraban a Erica como su santa. Como personas que fueron guiadas por la Santa Erica, sus vidas eran naturalmente mejores--esto era algo en lo que ellos creían sin duda alguna. 

Los cuatro acompañando a Erica fueron seguidores voluntarios, viajando con ella para protegerla como guardias élite. Entre ellos había algunos nacidos en la nobleza, personas que servían al reino que Erica destruyo, y convertidos religiosamente luego de ser guiados por las numerosas enseñanzas y milagros de Erica.

"No tengo ninguna duda de que las personas en nuestra nación viven mejor. Sin embargo, esto no es solo obra de un buen gobierno. Hemos viajado por muchas ciudades, pero no hemos visto una que estuviera tan bien desarrollada. ¿No creen que el desarrollo de esta ciudad debería ser un buen ejemplo para nuestra nación?"

Erica dijo, corrigiendo el error de sus seguidores.

"Por supuesto..."

"Si pudiéramos producir una ciudad tan esplendida como esta en nuestra nación..."

"Debemos conocer a la persona que desarrolló esta ciudad."

Los seguidores no lo negaron. Para ellos, las palabras de la santa eran la verdad, por lo que todo lo que decían se basaba en esa premisa.

Erica los ignoro.

Esta ciudad está en un nivel mucho más alto que el promedio de las ciudades de la región de Strahl. Sin la guía de alguien, la ciudad no podría haberse desarrollado tanto. Al principio, lo único que pensé que valía la pena usar, era el Gremio Rica y el título de su líder, pero...Liselotte Cretia, huh? Has captado mi interés.

Erica sintió como su interés personal por Liselotte, la gobernadora de Amande y presidenta el Gremio Ricca crecía. Su boca se torció.

"¡Hey, bellas aventureras...y la hermosa dama de cabello negro!"

El dueño de un puesto llamo a Erica y a su grupo. Pensó que eran aventureros porque iban armados y vestidos con ropa de viaje.

"Yo?" Erika se señaló a sí misma. No todos los días se encuentra alguien con cabello negro en la región de Strahl. Tal vez intrigada por la palabra "cabello negro", Erica miró a su alrededor, pero no había nadie más que pareciera encajar. Viendo que el hombre solo estaba promocionando su producto, Erica aparte la mirada con desinterés.

"¿Qué tal un poco de la famosa sopa de pasta de Amande?"

"Pasta, dice...? El producto que está vendiendo es...Hmm."

Cuando Erica escuchó la palabra "pasta" pronunciada por el dueño, se detuvo a pensar, y luego dirigió su atención a los ingredientes detrás del mostrador. Cuando vio una barra de fideos entre los ingredientes, parpadeó ligeramente, e inmediatamente puso una cara pensativa.

"Lo que vendemos aquí es sopa de pasta. Haha, apuesto a que es la primera vez que la vez!"

"Ese no es el caso, pero...pasta, hmmm. Perdone, pero puede repetir esa palabra?"

La atención de Erica se fijó en el sonido de la palabra 'pasta.' Fijo sus ojos en la boca del hombro para confirmar lo que estaba diciendo.

"Ah, claro. ¿P-Pasta?" Bajo su observadora mirada, el dueño del puesto repitió el nombre del producto en confusión.

"Sólo para confirmar de nuevo, esto se pronuncia pasta,

¿correcto?"

Erica echó otro vistazo a los fideos secos en el puesto mientras observaba la boca del hombre para confirmar los hechos una vez más.

"S-Sí. Cuál es el problema? Es hermosa, pero bastante rara, señorita."

La confusión del hombre aumentó aún más ante las repetidas preguntas y la mirada fija de Erica en su boca.

"Perdone mi mala educación. Sólo tenía un poco de curiosidad. ¿Puedo tomar un plato de esa sopa de pasta? Es justo la hora de almorzar, y ya que es tan oportuno, comeremos aquí. Por favor, denos suficiente para todos."

Erica sonrió amablemente para aliviar la precaución del hombre.

"P-Por supuesto. Enseguida sale! El hombre asintió, un poco sorprendido.

"¿Puedo ver cómo lo preparas?"

"Seguro."

"Muchas gracias."

Erica se acercó al mostrador y se puso al lado del propietario, echando un vistazo al conjunto de utensilios de cocina. Entonces nuevamente se fijó en los fideos.

"Por cierto, has dicho que esta pasta es una especialidad de Amande. ¿Quién la inventó?"  Erica le preguntó al dueño.

"¿Hmm? Ah, es un ingrediente desarrollado por Lady Liselotte Cretia, la gobernadora de Amande y presidenta del Gremio Ricca. Empezó a venderse desde hace unos años, y ahora es una especialidad de esta ciudad. He oído que también se está convirtiendo en un ingrediente habitual en los países vecinos," el dueño del puesto respondió con orgullo.

El dueño del puesto respondió con orgullo.

"Ya veo. Solo hace unos años, huh..."

"¿Qué pasó? Pareces bastante feliz."

Los ojos del dueño se abrieron un poco al ver el rostro de Erica.

"No es nada. Solo me alegra haber venido a esta ciudad. Gracias a eso, estoy a punto de ser bendecida con un gran encuentro," Erica dijo, levantando las esquinas de su boca.


Una hora después, dentro de una oficina en el edificio gubernamental de Amande...

"Dime, Aria...No te parece que hoy hay una cantidad inusualmente grande de papeleo?"

Después de almorzar, Liselotte se sentó en la silla de su despacho, dispuesta a trabajar, pero cuando vio la pila de papeles sobre su mesa, su expresión se tensó.

"Son documentos para establecer el sistema de producción en masa de los jabones que Sir Amakawa diseño. Estamos parando la producción de los actuales productos de jabón del Gremio, así como las operaciones para expandirnos, por lo que los documentos se acumularon," Aria respondió tranquilamente, habiendo revisado rápidamente el papeleo con anterioridad.

Estaban descartando la vieja línea de producción y empezando desde 0, por lo que todo, desde el continuo empleo de los viejos trabajadores hasta el cálculo de costos de los nuevos empleados debía ser revisado.

"Oh, ya veo. No sé si sentirme feliz, o triste..." Liselotte mostro una sonrisa irónica. Dado que estaba reacia a la pila de papeles, estaba teniendo problema para empezar.

"Ríndete y empieza ya con tu trabajo."

"Y-Ya lo sé..." Ante el suspiro de Aria, Liselotte hizo un adorable puchero. Normalmente actuaba de manera madura, por lo que no era un gesto que mostraría en público, pero cuando estaba frente a Aria, mostraba expresiones apropiadas para una chica de su edad.

"Empecemos con esto." Cuando Liselotte estaba a punto de empezar con la pila de papeles. Alguien toco la puerta.

"Adelante."

Liselotte miró a la puerta y dio permiso para entrar. Era Chloe, la aprendiz de sirvienta y recién llegada.

"Una visitante se presentó sin cita previa, diciendo que quiere conocer a la cabeza del Gremio Ricca. Se encuentra en las puertas del barrio de los nobles, y.…Nunca he oído hablar de ella, pero se hace llamar Santa Erica."

Hay un cierto número de personas importantes llamadas santos a lo largo de la historia , pero cuando se trata de aquellos vivos hoy en día, el número se reduce significativamente. Si una persona desconocida se autoproclama una santa, está casi garantizado de que sea una mentira.

Chloe recibió órdenes de Liselotte de informarle acerca de cualquier visitante que llegue, pero las palabras "Hay una señorita sospechosa haciéndose llamar santa, que hará?" estaba escrita en su rostro. Mientras tanto...

"Santa Erica...Acaso..."

"Es el nombre de la persona que incito a las personas de una pequeña nación vasalla del Imperio Proxia para hacer una revolución no hace mucho, si no me equivoco."

Liselotte y Aria reconocieron el nombre.

"¿Podrá ser la misma persona? Si es así, ¿quiere poner de su lado al Reino de Galarc luego de hacerse enemigo del Imperio de Proxia? Pero, entonces por qué vino a Amande en vez de ir a la capital...?" Liselotte ladeó la cabeza, enumerando las posibilidades.

"Es posible que se trate de otra persona, alguien que confundió el Gremio Ricca con una organización benéfica."

Aria dijo. De hecho, esa era la más grande posibilidad.

"Hmm, pero no te da curiosidad?"

Dicho esto, Liselotte devolvió los papeles que tenía en la mano a la pila sobre su mesa.

"Incluso si escapas de la realidad, el trabajo no irá a ninguna parte..."

"E-Esto también es trabajo. Si, trabajo. ¡Recopilar información! ¡La información es la línea de vida para los comerciantes y los nobles! Mejor es ver las cosas por mí misma que tan solo escuchar rumores!"

Liselotte dijo como para convencerse a sí misma, y se levantó.

"Chloe, trátala como si fuera alguien que nos visita por primera vez y dale un tour por la propiedad," dijo.

"Entendido." Chloe hizo una reverencia y salió rápidamente del despacho.

"Como siempre, estarás presente conmigo. Trátalo como una extensión para almorzar."

"Como desees." Aria asintió en resignación, con una sonrisa en su rostro.

Una media hora después...

Liselotte, con Aria como su guardaespaldas, entraron en la sala de recepción del edifico gubernamental de Amande. En la sala se encontraba Erica, sentada en un sofá.

Cuando Liselotte entró en la habitación y vio a Erika, se congelo por un momento.

No importa como lo vea...es una japonesa, verdad?

Los rasgos faciales de Erica eran claramente el de un japones. Llevaba un vestido que en Japón parecería un cosplay. En este mundo, era un vestido normal para personas en posiciones sagradas, pero tuvo un gran impacto en Liselotte, que tenía recuerdos de su vida anterior en Japón...Más aún si venia de una autoproclamada santa.

Así que esta es la santa que destruyo un reino... ¿No me digas que es la sexta heroína? No había información sobre ella hasta ahora...aceptar la reunión fue una buena decisión.

Ya que se tomó la molestia de hacer contacto, debe tener algo que discutir con Liselotte. Quizá también pueda obtener alguna información útil de ella. Es por estas cosas que ella nunca ignoraba a los visitantes sin cita previa.

"Sucede algo? Parece sorprendida luego de ver mi rostro...Es Liselotte, verdad?"

Erica se levantó cuando Liselotte entró en la habitación y se inclinó hacia ella formalmente. Sonrió mientras miraba la cara de Liselotte y le preguntó si ocurría algo.

"No...no es nada. Debes ser la Santa Erica. Como dijiste, soy la presidenta del Gremio Ricca, Liselotte Cretia. También soy la gobernadora de esta ciudad."

"Un gusto en conocerte. Soy Erica. Me preocupaba que el título de santa pudiera sonar sospechoso, por lo que me place mucho ser capaz de conocerte,"

Erica dijo, bromeando acerca de cómo ella mismo piensa que su título es sospechoso.

"De hecho, ya había escuchado tu nombre, por lo que quería conocerte. Por favor, toma asiento," Dijo Liselotte, sentándose frente a Erica.

"Vaya, en serio? Has escuchado de mí?" Erika mostró una falsa sonrisa mientras se sentaba.

"Escuché los rumores hace un tiempo. Hubo una revolución en una pequeña nación, dando como resultado el nacimiento de una nueva en desarrollo. La persona que lidero a la gente en ese entonces tenía el nombre de Santa Erica, si no me equivoco."

¿Eres tú, no? Preguntó implícitamente Liselotte, mirando fijamente a Erica.

"Oh vaya, es así? Es sorprendente la rapidez con la que vuela la información en este mundo. Si, soy Erica."

"Ya veo..."

Confeso la verdad tan fácilmente, que Liselotte no supo cómo reaccionar por un momento. El reino que cayo fue uno menor y sin importancia ubicado en las fronteras remotas, por lo que no atrajo mucha atención. Pero no esperaba que Erica admitiera tan fácilmente el cómo llevo a una nación a la ruina. Ya que, si lo hiciera, sería percibida como una persona peligrosa.

"Estabas en guardia porque pensaste que fui yo quien llevo a un reino a su ruina? Erica pregunto en son de broma, habiendo visto a través de Liselotte.

Liselotte respondió luego de una breve pausa. "Si juzgara las cosas solamente enfocándome en los negativos, ese sería el caso. Sin embargo, siempre existen razones ante cualquier cosa que pasa. No podre dar una evaluación apropiada sin considerar los procesos y los resultados."

"Vaya, es una manera de pensar maravillosa.". Erica sonrió con elegancia.

"No es para tanto. Entonces, ¿por qué has venido a verme?"

"Veo que está interesada en mí. Me hace muy feliz. A mí me pasa lo mismo. Me interese por el Gremio Ricca que gano tanta dama en nuestra nación, y en ti personalmente. Vine aquí porque quería conocerte."

"Entonces viniste aquí a verme por curiosidad?"

Liselotte le preguntó de forma indirecta si no había otro motivo por el que viniera a verla.

"Conocerte no es mi único objetivo, claro. Deseo reclutarte."

"¿Reclutarme?" Liselotte se vio confundida ante tal inesperada respuesta.

"Sí. Me gustaría que te traslades a nuestra nación y nos ayudes a desarrollarla. Así como lo has hecho con Amande,"

Erica dijo, empezando a hablar de algo descabellado. Liselotte es la hija del Conde Cretia, la familia noble líder en el Reino Galarc, y además es la presidenta del Gremio Ricca. Pedirle que se mude a una nación remota y desconocida normalmente sería impensable. Más bien, era tan absurdo que parecía más una broma...pero no parecía que Erica estuviera bromeando.

"Soy una noble del Reino Galarc. No puedo hacer algo así," Liselotte respondió con una mirada seria.

"Oh, vaya. Entonces que tendría que hacer por ti para que aceptes?" Erica no parecía ser consciente de que estaba haciendo una petición bastante absurda; y planteó la pregunta bajo la suposición de que Liselotte podría ser convencida.

Es difícil saber que tan en serio está hablando...A primera vista, tiene una sonrisa amistosa, pero...

Era como hablar con una persona que lleva una máscara. Ser invitada para algo de tal magnitud apenas conocerse hizo que Liselotte viera a Erica con cautela.

"Sería una cosa visitar temporalmente los reinos con los cuales tenemos relaciones amistosas, pero crees que un noble podría aceptar tal invitación de una nación desconocida tan fácilmente? Pedirme que migre es lo mismo que decirme que abandone mi país. En el peor de los casos, podría verse como tú tratando de incitar un conflicto con mi patria," Liselotte dijo, enfatizando su fuerte desaprobación. Erica le estaba pidiendo que traicione a su patria.

Fue en ese momento en que Erica finalmente frunció el ceño. "¿Así que el país es el obstáculo? Eres una noble del Reino Galarc, así que no puedes trasladarte a otro."

"Aunque no fuera una noble, no se me ocurre ninguna razón por la que me trasladaría a tu nación. Amo este país, y estoy orgullosa de la ciudad que gobierno."

"Ya veo. Sin embargo, la realeza y la nobleza gobiernan sobre las personas como clases privilegiadas. No crees que eso pueda causar una cadena de desgracias?"

"¿De qué estás hablando de repente...?"

La pregunta de Erica era muy arriesgada como para tomarla como humor negro, por lo que Liselotte la cuestiono con su mirada.

"Estoy diciendo que la realeza y la nobleza sólo son un obstáculo para el desarrollo de este mundo."

"Yo soy parte de la clase de realeza y nobleza..."

Liselotte frunció el ceño ante tales palabras. Estaba a punto de hartarse de esta conversación.

"Sin embargo, cuando te traslades a nuestra nación, descartaras tu rango como noble. Dado que no tenemos realeza ni nobleza en nuestra nación," Erica dijo, como si la decisión ya estuviera hecha. Liselotte tenía mucha experiencia hablando con personas que tenían decididas sus propias conclusiones sin intención de cambiarlas, pero Erica las sobrepasaba con creces.

"Y yo estoy diciendo que no tengo intención de migrar..."

La conversación no iba bien, causando que Liselotte añadiera más emoción en su tono mientras rechazaba a Erica.

Un ruido resonó en la habitación; Lo hizo Aria, que estaba justo detrás de Liselotte. Parecía que se le había caído el bolígrafo.

"Mis disculpas." Aria se inclinó con esas palabras, pero no era la cabeza de las ayudantes por nada.

Hizo caer a propósito el bolígrafo para hacer Liselotte reinicie sus pensamientos. Notando eso, ella dejo salir un pequeño suspiro mientras le agradecía a Aria en su mente.

Gracias, Aria.

"Has dicho que la realeza y la nobleza sólo son un obstáculo para el desarrollo del mundo, ¿verdad?"

Liselotte corrigió la trayectoria del tema. El enfoque de la conversación parecía estar disperso, así que decidió centrarse en uno de los aspectos.

"La clase privilegiada exprimió a la gente de mi pequeña nación durante muchos, muchos años. Sabes la razón?" Erica le regreso la pregunta.

"Porque no tenían buenos gobernantes, supongo..."

No estaba equivocada. Sin embargo, Liselotte frunció el ceños, sabiendo que no había una respuesta perfecta.

Mientras tanto...

"Parece que lo entiendes un poco. Si lo pusiera de manera más profunda, sería porque una monarquía basada en el estatus es un sistema social extremadamente imperfecto."

Erica sonrió en satisfacción, profundizando en la respuesta de Liselotte.

"Debes enfrentarlo--el hecho de que aceptar la estructura de una clase privilegiada crea un sistema en donde ellos solo se llenan más los bolsillos. Siempre que se le de libertad a la clase regente, los ciudadanos deben confiar la estabilidad de sus vidas al buen humor de los gobernantes. Como resultado, se crea un mundo en donde la gente es continuamente explotada. Este es un problema común que existe en muchos reinos de este mundo. ¿No lo crees?"

Erica le planteo una pregunta a Liselotte que probaba su lealtad como noble.

Si Liselotte respondía que no había ningún problema, podía tomarse como una señal de que la realeza y la nobleza no estaban dispuestas a perder sus privilegios y tener una relación igualitaria con la clase común.

Si le hubiera hecho esa pregunta a Nidoll Proxia, es probable que hubiera respondido que no tenía problema con ello. "Aunque eso fuera verdad, no es algo que pueda arreglar," Liselotte dijo.

"No es eso debido a que rechazas tirar tu privilegio como noble? Quieres usar al pueblo para tu propio beneficio. Me equivoco?"

"No negare que fui criada en un buen ambiente. Pero eso no significa que quiera explotar al pueblo para mi propio beneficio. Gobierno Amande pensando en las personas, tratando de crear una igualdad en lo más posible."

"Efectivamente, Amande es una ciudad maravillosa. La gente está llena de vida. Pero eso es solo porque es una ciudad gobernada por ti. Qué pasaría si en un futuro otra persona toma el cargo, causando que la vida de la gente se deteriore? ¿No crees que deberíamos establecer un sistema para evitar que eso ocurra?"

Erica continuó lanzando una serie de preguntas que sonaban justas. Era algo que cualquier realeza o nobleza con valores virtuosos tendría dificultades en responder.

"Aunque lo haga, sería difícil. Como dije, no es algo que pueda arreglar."

Liselotte respondió con una mirada llena de inconformidad.

Erica ladeo su cabeza con curiosidad. "Por qué crees que es difícil? Es fácil. Solo debemos darles el derecho a las decisiones de la ciudad a las personas en manera de consejo. Estas diciendo que no puedes hacer eso?"

"No es tan simple. Si quieres hacer eso, primero debes desarrollar la educación de las personas. Si el pueblo no es capaz de tomar decisiones políticas certeras, el grupo se autodestruirá. Del mismo modo, aquellos que sepan tomaran ventaja de esa estupidez para torcer las políticas para propia conveniencia. Eso solo dará paso a una nueva clase privilegiada. Hay dificultades para imponer la democracia en la gente de arriba, por lo que aunque la educación se desarrolle, esos obstáculos jamás serán removidos por completo.

Liselotte refutó razonablemente, enumerando los problemas de la idea de Erica, quien lo veía como algo simple.

"Eres realmente inteligente. Entiendes que las personas son bestias en lo más profundo de su corazón. Y el hecho de que eso no cambiara, sin importar cuanto avance la sociedad. Lo entiendes a la perfección. Es maravilloso. Sí, por eso yo..."

Los ojos de Erika se abrieron ligeramente. Algo pareció atravesarle el corazón, ya que la máscara sonriente que hasta ahora llevaba se le borro del rostro, mostrando una expresión de dolor. Apretó los dientes, tratando de retener un fuerte resentimiento hacia algo. Esa fue la primera expresión humana que Liselotte vio de ella.

"De que está hablando...? Liselotte miró a Erica en confusión.

"Discúlpame. Pensar que alguien tan inteligente como tú no está en nuestra nación hizo que me altere." Erica volvió a ponerse la falsa mascara. La máscara de una santa...

"Basados en nuestra conversación, creo poder entender cómo fue que lideraste a tu gente y creaste una nación," Liselotte resumió con un suspiro.

"¿Oh? Impresionante. Podrías compartirlo conmigo?" Erica abrió sus ojos.

"Es porque piensas en la gente, verdad?" (TN: En serio? Esa fue la conclusión a las que llegaste luego de esa conversación, Liselotte?)

"Heh. Hehehe. Hahaha. Erica se rio a carcajadas.

"¿Qué es tan gracioso?"

"No, nada. Sólo quiero crear un mundo donde los débiles no existan. Para empezar, cree una nación democracia para y por el pueblo...Poniéndolo de otro modo, es mi gran plan para tomar venganza."

"Venganza...?"

"Sí. Es por eso por lo que crear un mundo donde los débiles no existan es sólo un medio. Mi objetivo es la venganza.

"No estoy segura de entender lo que dices..."

Justo cuando pensaba que podrían tener una conversación razonable, esto ocurre. Liselotte tenía una expresión cansada en su rostro.

"Nuestra conversación ha sido muy fructífera. Por eso me gustaría invitarte de nuevo. Liselotte Cretia, por favor tira tu status y ven a mi nación...para crear un país en donde todos sean iguales."

"Me niego...Estoy seguro de que un país en donde todos sean iguales sería maravilloso. Pero crear algo así es imposible. Criticas el gobierno de la realeza y la nobleza, diciendo que el pueble es quien debe gobernar el país, pero hay una montaña de problemas que arreglar para que eso funciones. Creo que el sistema actual es mucho mejor en comparación. Si las cosas necesitan cambiar, entonces ese cambio debe ser gradual. En mi opinión, incitar a la gente para una repentina revolución no es el mejor de los movimientos."

Eso solo llevara a la destrucción. Liselotte dio su opinión del tema de manera fluida.

"Me rechazaras sin importar que?"

"Si. Y de hecho, no lo entiendo. Por qué estas tan centrada en mí?" Liselotte dijo, mostrando un poco de su confusión.

"Para ser honesta, originalmente tenía mis ojos puestos en la influencia del Gremio Ricca. Sin embargo, cuando escuché los nombres de tus productos, empecé a sostener un interés por las personas detrás de ellos. Originalmente pensé que un consejero era quien estaba inventando los productos, pero luego de hablar contigo, lo descubrí. Fuiste tú, no? Quien está creando los productos con nombres de la Tierra," Erica dijo, observando a Liselotte.

Liselotte ladeo su cabeza con curiosidad. "A que te refieres...?"

"No necesitas parecer ignorante. No, veamos. No te hagas la tonta conmigo. Mi nombre es Sakuraba Erica, pero tu...es tu nombre Rikka? Pareces una jovencita adolescente, pero cuantos años tienes por dentro? Entiendes lo que estoy diciendo?"

Erica repentinamente dejo de usar su educado tono de santa, y empezó a hablar con familiaridad, como una joven chica de su edad.

"Realmente cambias de tema repentinamente. También cambiaste tu tono. Es esa tu verdadera forma de hablar?" Liselotte pregunto sorprendida, con sus ojos bien abiertos.

"Preferiría que respondas primero a mi pregunta. De ahora en adelante, no es la Santa Erica quien te está hablando, sino Sakuraba Erica. Solo si no te importa que tu ayudante escuche, claro." Erica observo a Aria, quien estaba parada detrás de Liselotte.

"Entiendo...En ese caso, soy yo quien está detrás de los productos del Gremio Ricca. Está bien si Aria permanece."

Luego de que Rio le presentara a Miharu por primera vez, le explico a Aria acerca de su vida pasada.

"Hmm. Entonces, cuál es tu nombre y tu edad? Debo llamarte señora, o señorita?"

"Respondí una pregunta, así que, por favor, responde la mía." Si Erica iba a decir lo que quisiera, Liselotte no tenía más razones para contenerse.

"Entonces la regla es responder pregunta por pregunta. Bien. Que fue lo que preguntaste? Ah, mi manera de hablar, no? Esta es mi manera de ser--no, era mi manera de ser," Erica dijo, respondiendo la pregunta de Liselotte.

"Era?"

"Ahora es mi turno. Cual fue tu nombre en tu vida pasada?"

"Minamoto Rikka. Que quieres decir con que 'era' tu manera de ser?"

"Sakuraba Erika está más que muerta...Ahora soy la Santa Erica." Una sombra cruzo el rostro de Erica por un momento, pero inmediatamente la cubrió con una sonrisa.

"Más que muerta?"

"Mi turno. Qué edad tenías en tu vida pasada?"

"16"

"Oh, vaya. Bastante joven. Pensé que tendrías la edad de un estudiante universitario, pero puede que seas mayor que yo si combinamos tus edades. Aun te ves como una niña, por lo que es difícil de creer."

"Basta con mi edad. A que te refieres con que está más que muerta?" Liselotte pregunto, sin querer tener charlas sin sentido.

"Es porque ya no puedo ver a mi amado nuevamente. Él lo era todo para mí. No tengo intención de casarme con nadie más, por lo que no siento la necesidad de volver a ser Sakuraba Erika. Es por eso por lo que me convertí en la Santa Erica. Sin embargo, hablar contigo me ha hecho recordar buenas cosas."

Es como si hubiera regresado solo para este momento, Erica pensó un poco triste.




 

"Que debería preguntar ahora? Veamos...Donde vivías en Japón?"

"Bunkyo, Tokyo."

"Ahaha. Verte decir eso con esas cara es gracioso. Aunque vivías en un buen lugar. Yo era una profesora en una Universidad de Shinjuku, por cierto."

"Por qué asumes que reencarne?"

"Estas hablando con alguien que fue invocada desde otro mundo. Simplemente pensé que no sería raro que haya gente reencarnada. También leí algunas novelas ligeras acerca del tema cuando estaba en Japón. Entonces, como moriste, Rikka?"

"...Fue en un accidente de bus," Liselotte respondió con un rostro un poco molesto. Erica le seguía preguntando cosas que no importaban.

"Wow, que cliché."

"Ahora es mi turno. Porque preguntas cosas tan triviales? Esperaba que preguntaras cosas con más sentido."

"No hay una razón en particular...Simplemente no quiero hacer las preguntas de la Santa Erica como Sakuraba Erika. Dije que me sentía nostálgica al hablar contigo, no?"

La sonrisa de Erica se volvió irónica por un momento, como si hubiera recordado una dura realidad.

"Ya veo..."

Liselotte seguía sin estar convencida. Su personalidad era tan diferente de cuando era una santa, que se sentía como si estuviera hablando con alguien más. (TN: No es eso lo que Erica literalmente explico?? No lo sé, siento que están haciendo más boba a Liselotte en esta escena adrede.)

"Pero tienes razón. Nada de eso importa. Hagamos de la siguiente la última pregunta."

"Bien." Aún había muchas cosas que Liselotte quería que responda, pero no podía forzarla a hacerlo.

"Entonces, iré primero."

"Seguro..." Liselotte se preparó para cualquier pregunta que le lanzara, pero...

"Rikka--no, Liselotte. Tienes a alguien a quien ames?"

"...Disculpa?" La pregunta fue tan inesperada que pensaba que había escuchado mal.

"Estás enamorada de alguien?"

"Es eso algo que necesites saber?"

"Si. Es típico en las conversaciones de chicas, no?"

"...No lo estoy."

"Esa es una mentira. Hiciste una pausa. Ahora, eso no está bien...Tienes que responder honestamente. De otro modo, tampoco responderé a tu pregunta honestamente," Erica dijo de manera estricta.

"Honestamente, no estoy segura. Estoy muy ocupada con el trabajo," Liselotte respondió un poco avergonzada, con su mirada baja.

"Esa reacción me dice que tienes a alguien que te interesa."

"Hay alguien que me vino a la mente cuando preguntaste eso, pero...no nos imagino convirtiéndonos en amantes."

"Ya veo...Pero si existe alguien, no hagas nada de lo que te arrepientas. Es un consejo de un precursor con arrepentimientos."

"Okay..."

"Ahora es tu turno, Liselotte."

"Bien," Liselotte asintió, con su pregunta ya preparada. "Entonces...eres una heroína? Solo sé de cinco héroes, ya que no hay información del sexto..." Liselotte dijo.

"Hmm...Vas a preguntar eso?" Erica pareció dudosa por alguna razón.

"Hay algo malo con eso? Respondí tu pregunta honestamente, por lo que también deberías hacerlo con la mía." Liselotte ya sospechaba que Erica era una heroína, pero quería que Erica lo confirme.

"No sé si debería. Puede que te enojes."

"Pero no lo sabré hasta que escuche la respuesta."

"Eso es cierto...Entonces responderé. Soy una heroína."

Liselotte resoplo ante esa respuesta. "Ya veo, entonces si eres una...Pero por qué me enojaría por eso...?"

"Ah, que problemático. Aun necesito mantener el hecho de que soy una heroína en secreto, sabes." Erica de repente empezó a hablar con su tono de santa.

"...Huh?" El repentino cambio sorprendió a Liselotte.

"Oh!" Inmediatamente después, Erica trato de agarrar a Liselotte. Antes de darse cuenta, Erica estaba en frente suyo, dejando a Liselotte en shock.

"Qué crees que estás haciendo?" Aria se interpuso, agarrando el brazo de Erica. Y entonces procedió a lanzar el cuerpo de Erica hacia la ventana; con un fuerte choque, la santa voló por la ventana y cayó al suelo.

"Que..." Liselotte se quedó sin palabras.

"La capturaré. Las otras ayudantes deberían llegar pronto. Quédese aquí, Lady Liselotte."

Tras decir eso, Aria desenvaino la espada mágica que tenía a su lado, y saltó por la ventana para ir tras Erika.

"Ah, que problemático. Pero que problemático."

Mientras tanto, Erica sacudía el polvo de su vestido sin tener ni un solo rasguño.

La santa es una heroína. Al igual que Lady Satsuki, su Arma Divina fortalece su cuerpo, haciéndola más resistente. Matar a un héroe solo crearía problemas...Que fastidio...Aria suspiro con molestia.

"No eres una ayudante normal, verdad?" Erica invoco su Arma Divina--Un cetro de clérigo--en su mano derecha mientras le preguntaba eso a Aria.

"Por supuesto. Ninguna de las ayudantes de Lady Liselotte son normales."

"Heh. Hehehe. Que adorable."

En el momento en que dijo eso, Erica se lanzó hacia Aria. El poderoso fortalecimiento de su Arma Divina causaba que superara los límites de un humano normal.

Sin embargo, el cuerpo de Aria también estaba fortificado gracias a su espada encantada. Pudo reaccionar a la velocidad de Erica sin problemas, cerrando la distancia entre ellas.

"Oh..." Los ojos de Erica se abrieron un poco en sorpresa. Ya sea para evitar una colisión, o para incrementar la distancia entre ellas, inmediatamente se movió hacia la derecha de forma dramática.

Pero Aria pronto cerró esa brecha nuevamente, blandiendo su espada en el momento es que la alcanzo. No podía permitirse matar a la heroína, por lo que uso el lado sin filo de su espada para atacar. Erica levanto su cetro a último minuto para bloquear el ataque.

"Que fuerza tan maravillosa," murmuro en deleite, lanzando su mazo hacia adelante para hacer retroceder a Aria.

T-Tiene una fuerza tremenda...

El cuerpo de Aria retrocedió fuertemente; perdió en fuerza a pesar del poder de su espada encantada. Podía lidiar con velocidad de movimiento de Erica, pero su fuerza física estaba en otro nivel.

"Parece que tus refuerzos están en camino. Debería dejar de jugar y limpiar esto rápidamente," Erica dijo, cambiando a la ofensiva.

Usando el alcance de su cetro, lanzo golpes hacia Aria fuera del alcance de su espada.

La sexta heroína parece tener una disposición bastante violenta.

Aria a veces veía los ataques y los evadía, y en otras ocasiones, usaba su espada para redireccionar el cetro, tratando de cerrar la distancia entre ellas. Sin embargo, antes de que Aria se pudiera acercar, Erica golpeo el suelo con todas su fuerzas. Entonces, el suelo se levantó, formando una pared de tierra que bloqueaba su camino.

"..."

En vez de seguir adelante, Aria retrocedió. Considero la posibilidad de que Erica fuera tras Liselotte, asegurándose de tener la mansión a sus espaldas.

Momentos después, la pared de tierra exploto.

Erica misma blandió su cetro, rompiendo la pared con fastidio. Una vez más se dirigió hacia Aria.

"Realmente eres fuerte...No había conocido a alguien tan fuerte como tú. Realmente es un mundo grande..." Erica dijo es con admiración.

"Tu fuerza es impresionante, pero no parece que hayas tenido entrenamiento de combate."

"Si, tienes razón."

"Ahora que tengo un conocimiento de tu fuerza, terminare con esto."

"Hehehe. Habrá que ver..." Erica desvió la provocación de Aria con una sonrisa, y entonces corrió hacia ella, blandiendo su cetro nuevamente. La tierra se destruyó por todos lados, enviando una nube de polvo hacia Aria.

Sin embargo, Aria enseguida retrocedió a un punto que la nube no cubría, y en el momento en que la nube desapareció, se acercó rápidamente hacia Erica.

"Uh!"

La reacción de Erica fue más lenta debido a su nube de polvo por un momento. Rápidamente trato de alejar a Aria con un impacto, levantando su u cetro, pero...

Muy lento.

Aria blandió su espada hacia Erica antes de que pudiera hacerlo, levantándolo. Entonces se acercó a Erica y la golpeo fuertemente en el pecho con la palma de su mano.

"Guh..."

Fue una de las técnicas marciales que aprendió de Rio en el Castillo Galarc. El cuerpo de Erica voló por los aires, haciéndola rodar 10 metros.

Definitivamente tendrá impacto. Incluso con su cuerpo fortificado, debió recibir un daño considerable. En realidad, Erica estaba temblando en el suelo. Seguía consciente, pero no era capaz de levantarse.

Se acabo. El problema ahora es como apresarla...Quizá deba golpearla una vez más para dejarla inconsciente.

Aunque difícil, no había otra manera. El momento en que Aria tomo la decisión, se acercó a Erica y le dio una patada en el estómago.

"Gah...!"

El cuerpo de Erica se alzó, y segundos después, la gravedad hizo su trabajo. Esta vez, Erica parecía estar desmayada, tirada en el suelo sin moverse.

"Aria!"

En ese momento, Natalie y Cosette vinieron corriendo desde la mansión. En sus manos traían unos grilletes de sellado mágico.

Qué bueno que son tan capaces. Si la apresamos con esos grilletes, debería calmarse un poco.

Aria se acercó a Erica. Coloco su peso sobre su espalda, presionándola contra el suelo.

"La sostendré mientras ustedes le ponen los grilletes...Que!?"

Erica mando a volar a Aria con un preciso empuje, y el impulso la levanto 10 metros o más.

No puede ser. No recibió ningún daño!?

Ver a Erica de pie y sin heridas dejó a Aria sin palabras. Erica casualmente miró hacia arriba, cruzo miradas con Aria, y sonrió ominosamente. Entonces, corrió a toda velocidad lejos de ella, hacia la mansión.

"Cosette! Natalie! Detengan a esa mujer!" Aria seguía cayendo mientras les dio esa orden a sus colegas.

"Que!?"

Antes de que Cosette y Natalie pudieran acercársele, Erica blandió su cetro hacia el suelo. La onda de choque creada no se pareció en nada a la anterior--fue casi como una gran explosión, resonando como un trueno y levantando una nube de polvo por todos lados. Aria fue incapaz de ver el suelo mientras seguía cayendo.

Lady Liselotte...

Llevó su mirada hacia la mansión. Podía ver como Liselotte estaba viendo todo desde la ventana del segundo piso, y a Erica corriendo hacia la mansión.

Erica estaba mirando a los alrededores como si estuviera buscando a Liselotte.

No...Rápido. Cae más rápido.

El momento de segundo se sintió como una eternidad para Aria. Cuando finalmente llego al suelo, empezó a correr hacia la mansión con todo su poder.

No podía ver nada a más de un metro de ella, pero no había tiempo para preocuparse por eso. Rezando para que los guardias le dieran el suficiente tiempo, Aria corrió a toda velocidad. Eventualmente, su visión se aclaró.

"Aria, no! Aléjate!"

Escucho la voz de Liselotte, y al mismo tiempo, vio a Erica esperándola a unos metros, lista para blandir su cetro.

"Allí estás."

Erica vio a Liselotte gritar desde la ventana del segundo piso, y sonrió. Al mismo tiempo, termino de blandir su cetro.

"Guh..."

Y entonces la visión de Aria se oscureció por la onda de choque y la tierra.

 


Chapter 6: El Ataque de la Santa

 

2 semanas han pasado desde la conversación entre Liselotte y la Santa Erica.

Luego de visitar la Aldea de los Espíritus y el Reino Karasuki, Rio regreso nuevamente a la región Strahl. Sin embargo, quienes estaban con él era el grupo original--es decir, Miharu, Celia, Aishia, Latifa, Sarah, Orphia, y Alma. Gouki y los demás no estaban presente. Su familia tenía más de 10 personas, por lo que Ariel no podía cargarlos a todos.

Fue entonces que tomaron la decisión de transportarlos a la región Strahl. Era un viaje de 2 semanas por aire, por lo que era posible transportar a todos en dos grupos, pero los ancianos con amabilidad se ofrecieron para producir un cristal de transportación.

Por eso, el grupo de Gouki se quedó temporalmente en la aldea. Rio y las demás irían primero al Reino Galarc, pondrían el punto de transporte, y entonces le informarían a François de la presencia de Gouki antes de traerlos desde la Aldea de los Espíritus.

Así, luego de llegar al Reino Galarc, Rio hizo los arreglos usuales para entrar al castillo y se dirigió a su mansión.

"Iré a reportar nuestro regreso. Quédense aquí, por favor."

Rio solo llevó a Miharu y Celia al castillo. Claro, su reporte lo daría directamente a Satsuki, Charlotte, y al Rey François.

François estaba ocupado con los asuntos de su gobierno, por lo que no era siempre posible verlo en persona, pero Satsuki y Charlotte probablemente estaban disponibles. Pidió que se enviara un aviso previo mientras estaba completando los procedimientos para entrar al castillo, por lo que podrían estar esperándolo en la entrada del castillo. Rio se acercó pensando eso, cuando...

"Haruto! Miharu! Celia! Vengan rápido!"

Era Satsuki, pero algo andaba mal. Los estaba llamando con apuro.

Rio y las demás corrieron. "Que sucede...?"

"Solo vengan. Es terrible...Hay una heroína, que también es una santa, en el castillo teniendo una audiencia con el rey. Rápido!"

Satsuki empezó a correr, apurándolos.

"Una heroína...que también es una santa? Entiendo que quiera una audiencia con el rey, pero..."

Cuál es el problema? Satsuki estaba con tanto pánico que su explicación no tenía sentido, hasta que...

"Secuestro a Liselotte!"

Con esas palabras, la expresión de Rio se puso seria.

Mientras tanto, en una sala de reuniones reservada para realeza de alto rango en el castillo...

"Esta discusión no va para ningún lado."

"Estaba pensando lo mismo."

La Santa Erica y el Rey François de Galarc se encontraban conversando. Estaban sentados uno frente al otro, suspirando fuertemente.

"Solo queremos que nos regreses a Liselotte sin empeorar la situación. Es eso no aceptable para ti?" François sugirió.

"Por qué debería hacer eso cuando yo soy la victima? La subordinada de Liselotte Cretia me puso la mano encima primero, okay?" Erica dijo, rechazando la oferta. Aria estaba de pie en una esquina de la habitación, mirándola furiosamente.

Los padres de Liselotte, Cedric y Julianne también estaban presentes. Erica cruzo miradas con Aria y sonrió.

"Sin embargo, la ayudantes de Liselotte han dado un testimonio diferente. De acuerdo con Aria, tu trataste de lastimar primero a Liselotte."

"Dudas de las palabras de una heroína?" Erica pregunto con arrogancia.

"Creeré en el testimonio que me de Liselotte, dado que tiene mi confianza. Es por eso por lo que estoy pidiendo que la regreses."

"No es eso lo mismo que dudar de mis palabras? Si la regreso, podrás inventar cuantas excusas quieras."

"Aunque eso sea verdad, ya expresé mi deseo de no empeorar la situación...En ese caso, trae a Liselotte aquí para que puedas testificar."

"Quieres que traiga a mi rehén a territorio enemigo? Eso es lo mismo que regresarla, no?"

"Eso no es lo que estoy diciendo. Solo puedes traerla. Simplemente deseo confirmar que está a salvo."

"Si la traigo aquí, solo inventaras razones para esconderla. Tratas de forzarme a rendirme? Me gustaría ver al tonto que tomaría tal oferta."

"..." François suspiro fuertemente.

Fue en este momento que la puerta de la sala de reuniones se abrió, y Satsuki apareció con Rio, Miharu y Celia.

"Oh, tu heroína también regreso," Erica dijo, mirando a Satsuki. "Junto a…una linda chica japonesa, ya veo. Soy la Santa Erica, líder de la Sagrada República Democrática de Erica. Es un gusto conocerte. Eres amiga de Satsuki?"

Erica vio a Miharu y empezó a hablar de manera amistosa. Sin embargo...

"Puedes ignorarla, Miharu."

Satsuki le susurro a Miharu de manera molesta, susurro que debió ser muy bajo para que Erica lo escuche.

"Vaya, así que te llamas Miharu. Escrito como 'bella primavera,' asumo? o escrita como 'tres primaveras'? Entre tú y yo, mi apellido en Japón se escribe con los caracteres para 'árbol de sakura.' Creo que podríamos ser buenas amigas."

"Que? No puede ser, como lo escucho..."

"Pude saberlo por el movimiento de tus labios. Soy buenas para esas cosas," Erica le revelo a Satsuki, quien se sorprendió que escuchara el nombre de Miharu.

"Puede parecer amigable a primera vista, pero es quien secuestro a Liselotte. También sigue rechazando regresarla."

"Secuestro? No expandas falsos rumores. Fui asaltada, por lo que simplemente la tomé en custodia como rehén. Somos una pequeña nación contra un gran reino, después de todo," Erica dijo, sonando ofendida.

"Hubo algún problema, Char?"

Satsuki llevo a Rio y las demás hacia Charlotte, quien agito su cabeza.

"Desafortunadamente."

"Por qué no nos dices tus demandas, Santa Erica? Esta conversación no nos está llevando a ningún lado," François dijo, perdiendo la paciencia.

"Oh, como pude olvidarlo? Tengo 5 directrices que pasarte. Primero, la abolición de la monarquía. Segundo, la abolición del sistema noble. Tercero, transferir el país a las personas. Cuarto, transferir a Liselotte Cretia a la Sagrada República Democrática de Erica. Quinto, transferir la fortuna del Gremio Ricca y el derecho de su manejo a la Sagrada República Democrática de Erica."

Eso es todo. Erica termino con una brillante expresión.

"Hablas en serio? Como podría aceptar alguna de esas condiciones?"

Hacer tales demandas a un reino era prácticamente lo mismo que declararles la guerra. Hasta François frunció severamente el ceño ante eso.

"No espero que las aceptes. Sin embargo, haré que pase. Es por eso por lo que no son demandas, si no hechos predeterminados. Fue difícil mencionarlos mientras tratabas de negociar, pero mi razón de venir hoy aquí fue para informarte eso. Si no cumples las condiciones que presente, yo misma haré que pasen," Erica declaro felizmente.

Heroína o no, como regente de un reino, François no pudo seguir guardando silencio ante tal falta de respeto.

"Dices que usaras la fuerza para abolir la monarquía de mi reino al igual que el sistema noble? Debería tomar eso como una declaración de guerra de parte de la Sagrada República Democrática de Erica?" pregunto con una severa mirada.

"Ahora que las cosas llegaron a esto, supongo? Quisieras que realice un acto de hostilidad más claro?"

"Que...?"

"Hehe. Como dije antes, soy de una nación pequeña. Ustedes son un reino grande. Quizá sea mejor tomar a otro rehén," Erica dijo.

Se giró para observar a Charlotte, quien estaba parada junto a los otros cerca de la pared. Momentos después, se impulsó hacia adelante, materializando su Arma Divina mientras se acercaba a Charlotte.

"..."

Antes de que Erica pudiera agarrar a Charlotte por detrás, Rio sujeto su cetro, de pie frente a ella.

"...Hm?"

Erica empujo su cetro hacia adelante, con la intención de mandar a volar a Rio junto a Charlotte. Sin embargo, Rio fortaleció su cuerpo y le hizo frente a su fuerza física. Ambos estaban usando gran fuerza, ya que sus manos temblaban.

Es una esencia mágica increíble...Está fortaleciendo mucho su cuerpo.

Rio vio a Erica, analizándola en silencio. Detrás de él, Charlotte tomo la oportunidad de sujetarlo por la espada, pero rápidamente se retiró para evitar ser una carga. Mientras tanto...

"Tienes bastante fuerza. Eres un caballero? Qué maravilla," Erica soltó una risita, sonriendo con gracia.

"Que debería hacer, Majestad?" Rio le pregunto a François, quien seguía sentado.

"Tiene de rehén a Liselotte...Si no empeora más las cosas, haz que se marche por hoy."

"Entendido," Rio asintió. "Entonces..."

"Oh, vaya..."

Con su cetro en mano, Erica de repente perdió el balance y cayó hacia delante. Rio sujeto el mango con ambas manos, restringiendo su libertad de movimiento. Rio espero a que Erica pusiera más fuerza en su empuje para usar ese impulso y jalar el cetro hacia él.

"Usaste mi fuerza en contra de mí..." Erica ladeo su cabeza con curiosidad, dándose cuenta de que Rio cambio su centro de gravedad para hacerlo.

"Como se espera de un gran reino. Ya sea esa ayudante, o este chico, tienen una gran selección de soldados. Que maravilloso."

 


Erica vio nuevamente el rostro de Rio, y entonces continúo observando el resto de la habitación. Aria estaba de pie frente a François, su espada encantada lista para protegerlo.

"Te han dado la opción de retirarte sin causar más problemas," Rio le dijo a la santa, sosteniendo su cetro. Le estaba preguntando si tenían la intención de causar más problemas.

"Desafiarte a un duelo parece un terrible idea. Aunque no tengo intención de causar problemas..."

Erica puso esencia mágica en su cetro mientras hablaba. La esencia mágica fluyo a través del cetro contra el suelo, expandiéndose en la superficie. "Hmm..."

Rio inmediatamente empezó a preparar esencia mágica dentro de su cuerpo. Al mismo tiempo, Celia y Miharu, quienes podían ver esencia mágica, notaron la poderosa magia siendo cargada en el cetro, sorprendiéndose.

"Que me dices de esto, entonces?" Erica libero la esencia mágica cargada en su cetro, tratando de activar un fenómeno. El cetro brillo con luz divina, y el piso también empezó a brillar. Fue en ese momento que los demás se dieron cuenta de que Erica puso magia en su cetro, pero...

"..."

No pasó nada. Estaba claro que Erica trato de hacer algo, por lo que François se vieron dudosos. Pero lo mismo aplico a Erica.

"Que extraño...Puse la suficiente esencia mágica en el cetro para destruir esta habitación, pero..."

"Que..."

Cuando Erica revelo sus intenciones, toda la habitación se quedó sin palabras.

"Que fue lo que hiciste? Interferiste con mi Arma Divina? Como lo hiciste?"

Erica observo a Rio y supuso. En realidad, eso fue exactamente lo que sucedió. Rio uso las artes espirituales para sobrescribir el fenómeno que Erica trato de manifestar.

"..."

François y los demás vieron con shock y confusión, reteniendo la respiración. No podían entender lo que estaba pasando, pero sabían que una batalla de alto rango estaba sucediendo entre Rio y la santa.

"Si estas ignorando las palabras de Su Majestad de no empeorar la situación, debería asumir que no regresaras en silencio?"

Rio regreso la agresión de Erica con una fiera mirada. Sus palabras eran educadas, pero su tono en extremo frío.

"Heh. Hehehe. En ese caso, estoy seguro de que entiendes que la seguridad de Liselotte Cretia no estará garantizada. Si no regreso en cierto momento, mi gente la sentenciara," Erica amenazo con una mirada sin miedo.

"...Entonces sería mejor que regreses en silencio. Si continúas actuando violentamente y arriesgando la seguridad de todos, no tendré más opción que apresarte."

No es lo que quiero, pero es lo que tú quieres? Es lo que Rio implico con su mirada.

"...Bien. Mi rol en estos momentos es darle una revelación a la gente de esta nación. Siempre puede eliminar a la gente de aquí luego de que el pueblo haga conocida su furia. No, ese es el orden correcto. Parece que casi arruino las cosas por mis ansias. Ahora que cumplí mi objetivo original, me retirare."

El cetro en la mano de Erica se desvaneció. Procedió a levantar sus manos para mostrar que no tenía intenciones de pelear, y entonces empezó a caminar hacia la puerta. Rio trato de seguirla para asegurarse de que no hiciera nada raro, pero Erica se giró para detenerlo.

"Si me sigues, puede que haga desastres en este castillo. Estoy segura de que no lo has olvidado, pero Liselotte Cretia está en mis manos en estos momentos."

Como resultado, Rio no tuvo más opción que detenerse. La mirada furiosa de todos se enfocó en la espalda de Erica, enojados por no poder seguirla.

Eventualmente, Erica dejó la habitación, y cuando la puerta se cerró, Rio hablo.

"Majestad, deme permiso de perseguirla," le dijo a François.

"Que...?"

François abrió los ojos.

"Si permitimos que la Santa escape, puede que Liselotte nunca regrese. Encontrare su ubicación y la recuperare." No había duda en sus ojos. La salvara. Su determinación estaba clara.

"Hmm...Pero no puedes dejar que te detecten mientras los persigues. Puedes hacerlo?"

"Puedo seguirla manteniendo 1km de distancia. Si se aleja mucho, perdere su rastro, pero tengo maneras de seguirla mientras sea dentro de esa distancia. Es por eso por lo que no hay mucho tiempo. Por favor, tome su decisión rápidamente,"

Aishia, es una emergencia. Mantente en tu forma espiritual y sigue a una mujer de cabello negro que está por dejar el castillo.

Al mismo tiempo, llamó a Aishia sin esperar el permiso de François.

Entendido, vino su rápida respuesta.

Gracias.

Todo lo que restaba era seguirla. Rio vio directo a Francos, esperando su respuesta.

"Hay una cosas que quiero preguntarle a Lady Satsuki."

"Que cosa?"

"Si la santa toma una postura agresiva, estarías dispuesta a realizar una declaración oficial como heroína de que nuestro reino no tiene culpa alguna?" François le pregunto, pidiendo su apoyo.

La región Strahl veía a sus héroes como seres sagrados, por lo que si las cosas se ponen serias con un héroe, necesitan a otro héroe de su lado. Como alguien que carga con el bienestar de un reino, esto es algo que necesita confirmar.

"Por supuesto. No necesita ni preguntármelo. No hay forma de que perdone a alguien así." Satsuki respondió inmediatamente.

"Muy bien...Entonces el rescate de Liselotte le será dejado a Haruto. Te parece bien, Cedric?"

François asintió profundamente, dándole permiso a Rio para rescatar a Liselotte. Entonces se dirigió a su padre, Cedric, para confirmarlo.

"Por favor, encárgate de esto, Haruto." Cedric cerro sus ojos con preocupación, pero al final, inclino su cabeza.

"Haré lo mejor que pueda."

"Contamos contigo," François dijo, confiándole todo a Rio.

"Así están las cosas. Por favor, explíquenle las cosas a las demás."

Rio asintió en respuesta a François, y entonces se giró hacia Miharu, Celia, Satsuki y Charlotte diciendo eso.

"Bien...Ten cuidado."

"Asegúrate de regresar a salvo."

"Cuida bien de Liselotte, Haruto."

Celia, Miharu, y Satsuki miraron a Rio con preocupación.

"Esperare tu regreso, Sir Haruto."

Charlotte tomó los lados de su vestido, despidiéndose de Rio con una cortesía.

"Déjenmelo a mí. Definitivamente la traeré de regreso." Rio sonrió para calmar a las cuatro, y entonces comenzó a caminar para seguir a la santa.

"Espera."

"Que sucede?"

Justo antes de salir de la habitación, François lo detuvo. Rio pauso frente a la puerta.

"Básicamente nos han declarado la guerra. Lady Satsuki también dio su aprobación. Ya no importa que tu oponente sea una heroína o una santa. Si te persiguen luego del rescate, puedes actuar a tu discreción. Uso toda tu fuerza de necesitarlo."

Haz que se arrepientan de haber empezado una pelea con nosotros--

Implicando eso, François le dio permiso a Rio para cruzar espadas con la santa. El hecho de que venía del mismo rey también tenía grandes implicaciones.

"Entendido."

Rio bajó su cabeza antes de salir de la habitación.

"Si me permite hacer una petición a pesar de mi indigna posición."

La voz de una mujer hizo eco en la sala de reuniones.


Epílogo: Compañero

 

Luego de dejar la sala, Rio camino con calma hacia la entrada del castillo para no alcanzar a Erica. En el camino, lo confirmo con los caballeros a los que ella había pasado.

Haruto, una mujer de cabello negro se acerca a la puerta. Continuare siguiéndola luego de que salga.

Entonces, Aishia hizo contacto. Aparentemente, realmente iba a salir del castillo sin causar problemas.

Gracias. Avísame si pasa algo. Los seguiré dentro del rango de nuestra conexión telepática.

Entendido.

Rio se dirigía fuera del castillo mientras se comunicaba con ella. La Santa Erica debería estar saliendo por la entrada del castillo 200 metros adelante de él.

"Espera, por favor!"

Justo en ese momento, una voz lo llamo. El dueño de la voz debió estar en un apuro, ya que estaba jadeando un poco.

"Aria...?"

Los ojos de Rio se abrieron. Se sorprendió por el hecho de que lo siguiera, pero lo más sorprendente eran sus ropas. En vez de su usual uniforme de ayudante, vestía lo que parecían ropas de aventurero. Por qué?

"Te lo ruego," Aria empezó con una seria expresión.

"Que cosa...?"

Rio imagino su petición. Y mientras pensaba si sería bueno o malo...

"Por favor, permíteme acompañarte en la misión de rescatar a Lady Liselotte."

Aria bajo la cabeza ante Rio, pidiendo eso. 

 



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