El Mago que se Alzó del Fracaso Vol 2 - Parte 6

 *

Un día, Lecia fue llamada a la oficina principal de Joshua en la casa Raytheft. Esta era una habitación en donde las cabezas de la casa de los Raytheft han manejado sus asuntos por generaciones. Dos banderas de los Raytheft colgaban de la pared detrás del escritorio. La alfombra y las cortinas eran de un color tranquilizador, y el sofá de cuero junto con la mesa de cristal permitían que la oficina funcionara como sala de estar.

Los Raytheft siempre han mantenido su casa de manera práctica desde antes que ganaran su título, sin favorecer las decoraciones elaboradas y muebles que las otras casas nobles atesoraban. En vez gastar en decoraciones superficiales, los Raythefts preferían gastar su dinero en su presupuesto militar, o por el bien de la corona. Este credo fue pasado desde la formación del Vizcondado. Creyendo que su dinero sería mejor gastado en otras cosas, los únicos objetos en la casa que han sido comprados recientemente fueron los Sol Glasses y mesas, al igual que algunos vitrales hecho de vidrio escarchado.

Lecia se sentó junto a su padre en el sofá frente al escritorio. El hermano de Joshua, Craib Abend, estaba sentado frente a ellos al otro lado de la mesa de cristal. Lecia amaba a su tío. Incluso poniendo a un lado su legendaria disposición, él la consentía como si fuera su propia hija.

"Gracias por aceptar mi invitación, Hermano," Joshua dijo.

"Si, no hay problema. Pero, que sucede? Te ves realmente serio." Craib frunció el ceño.

Joshua estaba siendo particularmente formal, dada la manera usual en la que le hablaba a su hermano. A pesar del resentimiento que tenían, ambos se reconocían como familiares.

Lecia se preguntó por qué su padre estaba actuando tan extraño. Acaso estaba enojado por algo? Fastidiado? Lo que sea que fuera, parecía ser algo negativo.

Sin responder la pregunta de Craib, Joshua sacó algo de la bolsa a su lado. Parecía ser un tubo de cristal dentro de un marco de madera. Al fondo del tubo de cristal había una cantidad de líquido rojo. Había una recta de números grabada en el marco como si se tratara de una balanza. Lecia jamás había visto algo así antes, y ni se podía imaginar para que pudiese ser usado.

Joshua lo coloco en la mesa frente a todos.

"Tengo algunas preguntas acerca de esto," lo anuncio secamente.

Craib exhalo el humo del cigarro en su boca hacia el techo antes de contestar.

"Bien, pero debo preguntarte algo primero, dado que soy un mago estatal y eso. Exactamente de donde sacaste esto?" El tono de Craib fue incluso más seco que el de Joshua, como si Joshua estuviera en problemas.

"Entiendo que esta herramienta está siendo protegida de manera minuciosa. Alguien me la presto como un favor especial."

"Extorsión, eh? Bastardo..."

"A esos extremos me vi forzado a llegar para poder obtener uno."

Incluso aunque no supiera que estaba pasando, Lecia infirió por la conversación que la cosa en la mesa era muy importante.

"Padre, exactamente que es ese objeto?"

"Es...una herramienta que puede medir el volumen etérico."

"P-Puede medir el éter?"

"Correcto. El mago simplemente libera éter de esta manera..."

Cuando Joshua lo hizo, el líquido rojo al fondo del tubo empezó a subir. Los números, Lecia se dio cuenta, deben de indicar que tanto éter se estaba detectando. No podía creerlo. Habiendo estudiado magia por tanto tiempo, instantáneamente entendió que tan significativo era un aparato como este. Como maga, también quería probarlo inmediatamente, pero también sabía que no era algo que podía tratarse a la ligera.

"Lecia," Craib empezó con calma, "este es un secreto nacional. Aún no se anuncia públicamente. No puedes decirle a nadie de esto, o acerca de lo que se diga en esta reunión. Entendido?"

"S-Sí, señor." Pauso antes de atreverse a preguntar, "Ni a mi hermano?"

"En efecto."

"...Entiendo."

Lecia estaba decepcionada. Su hermano se enterará que algo como esto existe, estaría realmente emocionado. También le había enseñado tanto. Era una lástima que no pudiera pagárselo al compartir uno de sus secretos. Apenas y contuvo su suspiro de frustración. Tampoco se perdió el ceño fruncido que cruzo por el rostro de Joshua cuando pregunto acerca de su hermano. Sin embargo, no dijo nada, optando por preguntar más acerca de la herramienta.

"Hermano," Joshua dijo.

"Mira, no sé por qué me estás preguntando acerca de esto."

"Ya he eliminado todas las otras posibilidades acerca del origen de este invento. Tú eres el único que queda ahora."

"Huh?"

"Tú inventaste esto?"

"Nope."

"Por favor, no finjas ignorancia."

"Yo no lo hice. Que, realmente crees que soy tan brillante?"

"Si no fuiste tú, entonces de donde rayos salió!?" Joshua demandó de repente.

Lecia brinco ante el grito de su padre. Craib, por otro lado, solo sonrió.

"A que te refieres con 'de donde salió?' Pensé que estabas seguro de que había sido yo."

"Santo cielo, déjate de teatros!"

"Okay, okay, estoy siendo un fastidio, lo sé." Craib fumo un poco más de su cigarro.

La habitación cayó en un silencio incómodo. Armándose de valor, Lecia estiro su mano para tomar el aparato. Era fácil de sostener, y tampoco muy pesado. Trató de liberar un poco de éter. Y enseguida, el líquido rojo empezó a moverse en el tubo. Las unidades estaban claramente marcadas en la madera, tanto que solo se necesitaba un vistazo para saber que tanto éter se liberaba. En ciertas partes de la madera, había caracteres que no pertenecían ni al lenguaje de Lainur ni a la Lengua Ancestral. Lecia se preguntó si era algún tipo de firma. Al mismo tiempo, le parecían bastante familiares.

Oh!

Lo recordó. Lo entendió. Sabía quién hizo esto.

El meticuloso detalle. Los sellos, cada línea hecha con mucho cuidado. Los reconocería en cualquier parte. Era él. Él hizo esto.

Cuando Craib dijo que no había sido él, estaba diciendo la verdad.

Hermano...

Lecia ya sabía que tenía talento, pero esto estaba a otro nivel.

Fue allí cuando se dio cuenta de otra cosa: era debido a este aparato que Gastarque se le había acercado en el salón. Su conversación con su hijo cobró sentido. Debió haber regresado de la importante reunión en donde este aparato y su inventor fueron revelados. Es por eso por lo que Gastarque le advirtió acerca de quedarse atrás e ignoro a Joshua cuando le pregunto acerca de eso.

Su hermano siempre había sido ignorado por sus padres e incluso los sirvientes. Pero ahora había logrado algo que completamente eclipsaba los años de miseria que pasó mientras crecía. Lecia sintió como su corazón se llenaba de alegría.

"Regresa eso a quien sea que te lo haya dado, Joshua, y lo dejare pasar."

"Muy bien."

"Seguro? El rey está manteniendo su ojo en esto, sabes, y yo ya conversé con él. Si haces algo raro, no dudara en destruir el nombre Raytheft."

"Pero...Pero, yo..."

Joshua empezó a protestar, pero se rindió inmediatamente después. Sus hombros bajaron ante el peso de su decepción.

"Sé que es un fastidio. Aunque juro que no fui yo quién lo hizo. Te lo diría si fuera yo."

Era el que Craib se negara a responder más preguntas lo que llenaba al padre de Lecia con decepción? Ella no pensaba que eso fuera correcto. En vez de eso, debe de ser porque Joshua estaba preocupado de que Craib no se lo dijera aunque haya sido ÉL quien creara algo como esto. Aunque fueran hermanos, Joshua podía ser bastante severo con Craib a veces, y Craib usualmente lo molestaría cuando se portara así. Su relación era complicada, por no decir menos, pero si hay algo de lo que Lecia está segura, era que ellos no se desagradaban. Si lo hicieran, no habría manera de que Joshua permitiera que Craib venga a la propiedad sin aviso alguno, y tampoco se llamarían para discutir ciertas cosas como lo hacen. Si no se soportaran, no se verían tan a menudo. Serían abiertamente hostiles el uno con el otro. A pesar de su historia, compartían un lazo especial. Es por que Joshua se molestó tanto con Craib--su hermano--por no decir nada.

Pero fue Arcus quien hizo este aparato, y Craib estaba tratando de esconder ese hecho de Joshua.

Joshua guardo el aparato nuevamente, y Craib coloco una bolsa sobre la mesa. Sacando algo de ella, se lo pasó a Lecia.

"Este es para ti."

"Para mí?"

"Sí."

Era otro aparato como el que Joshua acababa de guardar.

Las cejas de Joshua se levantaron por la sorpresa. "Estás seguro?"

"Esto es lo que el inventor quería. Cuídalo bien, sí? No puedes dejar que otras personas lo usen, y hagas lo que hagas, no lo pierdas."

"Sí, sí, lo sabemos."

"Y tú no te atrevas a quitárselo."

"Jamás lo haría!"

"Bien. Y no olvides que el rey tiene un ojo sobre esto, sí? Eso es lo único que puedo decirte."

"Lo tendremos en mente," Joshua dijo, y lo dejo en eso.

Si la corona estaba involucrada, no podía hacer nada para interferir. Lecia estaba segura de que si su padre realmente lo pensara bien, se daría cuenta de quién lo había creado. Pero parece que no lo haría. Lecia se preguntaba el por qué.

Entonces se dio cuenta: no quería aceptarlo. Es por eso por lo que estaba tan desesperado en descubrir que su inventor fuera alguien más. Quería seguir pensando que el chico a quién desheredo era la persona sin talento que él siempre afirmaba que era. A pesar de su habilidad mágica, a pesar de lo que había creado, Joshua no quería aceptar la verdad.

Craib debió entenderlo, y estaba usando su testarudez en su contra. Joshua solo aceptaría la verdad cuando fuera forzado a confrontarla. Es por eso por lo que Craib nunca respondió a su pregunta directamente: porque no tenía caso. Quizá el inventor mismo se imaginó que esto pasaría. Quizá sabía que las personas preferían creer en lo que ellos querían creer. También menciono ideas similares cuando hablo acerca de la situación con el marqués, y acerca del mercenario contra el que peleo ese día. Una vez que Arcus convenció al mercenario de que era alguien sin talento, su enemigo se adhirió a esa percepción hasta el final. Lo que estaba pasando frente a Lecia en estos momentos era exactamente eso. Incluso ahora, Joshua seguía llamando a su hermano inútil. Hasta donde él sabía, Arcus tenía que mantenerse de esa manera.

Lecia espero sin duda de que su entrenamiento se volvería mucho más estricto desde ese día, y lo recibiría con alegría. Si no empezaba a aspirar más alto, solo sería dejada atrás.

*

Meses pasaron desde la revelación del etómetro. Fue la más grande invención para el reino en años recientes, pero había muy poca emoción. El Gremio mantuvo su promesa de mantenerlo en secreto y su exclusividad; hasta en las esquinas menos escrupulosas de Lainur había rumores acerca de la existencia del aparato.

Arcus encontraba esta atmosfera emocionante y brevemente considero darle un nombre código al etómetro, pero eso no sucedió. Tomo la decisión de no revelarse como el inventor hasta ser un adulto autosuficiente; más temprano que eso, y probablemente no podría obtener todas las recompensas de su logro. De momento, su revelación general estaba siendo atrasado para servir a los intereses de la corona, y por el momento, eso le venía bien a Arcus.

Por ahora, solo estaba feliz de que su invento esté siendo financiado, y por cómo iban las cosas, probablemente podría pedirle un favor a la corona si lo necesitaba. Nada saldría de ser codicioso o impaciente, Arcus pensó, y siempre era bueno actuar de acuerdo con la situación de uno.

Había cierto dicho en el mundo del hombre: "Los árboles altos reciben mucho viento." En esos términos, Arcus ya era lo suficientemente alto; por lo que se decidió a actuar con la mayor precaución posible.

Como se prometió en la reunión, el etómetro empezó a entrar en el ejercito el siguiente día, y los magos estatales ya se estaban dedicando a estrenar el invento con sus entrenamientos. Dado que no había existido nada como eso antes, le tomaría a Arcus unos meses antes de que pudiera asegurarse objetivamente de sus efectos. Aparentemente, ya estaba probando ser invaluable en el sector médico. A diferencia del ejército, donde eran usados para toda una unidad, en los hospitales solo podía utilizarse para una solo persona a la vez. Todos los signos en el frente médico apuntaban hacia la efectividad del etómetro, ya sea en equiparar a los curadores o en la aceleración de su entrenamiento, mejorando la calidad y accesibilidad de los cuidados médicos. Arcus se sorprendió de encontrar que una carta de agradecimiento le había llegado.

Hasta escucho que varias empresas manejadas por la familia real, incluyendo las que hacen soda, y papel, estaban teniendo grandes mejoras gracias al etómetro. El mal manejo del éter causaba accidentes casi diariamente en esas industrias; la introducción del etómetro había marcado una gran diferencia.

Sin mencionar que también escucho que querían introducir los etómetros para las clases del Instituto Real, pero que estaban esperando el momento adecuado para hacerlo. Finalmente, estaba el asunto de producir más etómetros. Peticiones empezaron a llegar de la familia real a través del Gremio de Magos. Dejaron a Arcus en una encrucijada; expandir los parámetros de manufactura conllevaría revelar el secreto del éter amasado, y al igual que con el etómetro, prefería guardar ese secreto hasta el momento en el que sea más provechoso de publicitarlo.

Hoy, Arcus se encontraba trabajando en el jardín de la propiedad Abend, concentrándose en la elaboración de alcohol, como lo hacía cada vez que tenía tiempo de sobra. Estaba, claro, confiando de la ayuda de Klin Botter en estas ocasiones. Solo recientemente había podido cultivar un espécimen vivo del ingrediente herbal que necesitaba. Usualmente se hallaba en las planicies al norte de Lainur, pero afortunadamente uno de los magos estatales--Muller "Bienvenida sea la Lluvia" Quint, la maga médica quien casi se vuelve un mar de lágrimas por la revelación del etómetro--se encontraba cultivando algunas y estuvo más que feliz de compartirlas. Cuando recibió a Arcus para entregarle la planta, dejó en claro que solo necesitaba decirlo, y ella enseguida apartaría tiempo para asistirlo en su trabajo de cualquier manera posible.

Arcus empezó a cultivar el espécimen en el jardín de Craib, guiando su crecimiento mágicamente de acuerdo con las instrucciones del libro. El objetivo final era el de transformarlo en el "soma" descrito en el libro--y ahora esto se encontraba frente a él.

Arcus se encontró sin palabras. Tal parece que el soma era más que solo una planta. Era un árbol, y uno de gran proporción, para variar. Pensar que tal pequeña planta podría transformarse en todo un árbol a través de medio mágicos. Empezó a crecer desde el primer momento en que Arcus vertió magia en él, y siguió creciendo por meses. Creció tan rápido que Arcus tenía miedo de haber creado alguna rara mutación genética.

Golpeo el tronco de manera experimental. Era tan fuerte y grueso como cualquier otro árbol.

"Si alguna vez quiso hacer carpintería, ahora tiene los materiales para hacerlo," Noah señalo cuando lo vio.

"Hey, Arcus," dijo Craib, haciendo a Arcus aterrizar de su nube.

"Sí?"

"Te di todo el permiso de practicar tu magia en mi jardín. Nunca dije que podrías crear tu propio bosque."

"Aunque sería muy peligroso hacerlo en mi casa," Arcus objetó. "Joshua y Celine me matarían."

"Que? Entonces hacerlo en mi jardín está bien? En primero lugar, como es que hiciste crecer un árbol de esta manera en tan solo unos meses?"

"Er...realmente y tampoco lo sé."

"Me estás bromeando?"   

"Ahhh! Ow! Ow! Alto!" Arcus se retorció mientras su tío aplastaba su puño suavemente contra su cabeza. Realmente no le agradaba ese hábito de Craib. Le preocupaba que impidiera su crecimiento.

Arcus creo un dispositivo similar al que se usa para recolectar sabia de los árboles de maple. Cuando lo colocó en la corteza, la sabia salió. Tomando un poco en su dedo, la lamio.

"Huh. Está dulce."

El sabor era sutil, pero tenía un poco de dulzura.

Craib siguió el ejemplo de su sobrino. "Entonces, que planeas hacer con esto, Arcus?"

"Que? Oh, um...No te lo diré!"

"Ah, cierto, así que sigue siendo secreto, huh? Bueno, esperare a que puedas decírmelo, entonces." Craib dijo, entrando a la casa.

Arcus no podía admitir que planeaba hacer alcohol con eso, aunque no pensaba que Craib se enojaría por eso.

Es solo que...

Por alguna razón, sintió que admitirlo crearía algún tipo de problema, aunque sabía que no podría mantenerlo en secreto por siempre. Una parte de él estaba tentada en rendirse con todo esto.

"El siguiente paso es poner esta cosa en un barril con algo de levadura..."

Arcus no sabría lo que funcionaría mejor hasta intentarlo, pero esperaba que haya un ganador entre todas las variedades que Noah procuro. En términos de preservación, todo lo que necesitaba era los sellos correctos para los barriles. Ya había sellos en el sótano para mantenerlo a una temperatura constante. Tomo un año llegar a este punto, pero ahora funcionaba como una mini destilería. Fue Craib quien amablemente le dio ese espacio a Arcus para trabajar, y, gracias a los sellos funcionando como aparatos eléctricos, era tan adecuado como cualquier lugar de elaboración de alcohol en el mundo del hombre. Aparte de la regulación de temperatura, Arcus también podía manipular los sellos para congelar sus productos e ingredientes.

"Sabes, quizá si los sellos realmente hicieran las mismas cosas que los electrónicos, entonces nuestros mundo no serían tan diferentes, después de todo."

Sin encantamientos o éter, los sellos no eran tan versátiles como los hechizos ordinarios. A pesar de sus limitaciones, sin embargo, Arcus se preparó para dar lo mejor con este pequeño pasatiempo suyo.