El Mago que se Alzó del Fracaso Vol 2: Ch.3 Pt.5
*
"Yo me quedaré aquí!" Dijo Gown. "Si no la gente me reconocerá!"
"Bien. Entonces espera aquí."
"Lamento no poder ayudar mucho! Den los mejor de sí mismos!" Gown agitó su manga hacia el grupo mientras entraban.
A este punto, aun podían pretender ser un grupo de niños entrando por error.
"Ahora qué? No queremos que los meseros sospechen," Arcus dijo.
"Tengo una idea," Sue dijo, sacando dinero de su bolsillo. Se le acercó a uno de los meseros esperando en las mesas.
"Necesitamos un lugar para escondernos. Podríamos quedarnos aquí por un tiempo? Prometemos no causar problemas."
Su voz fue tan natural como la de cualquier agente secreto mientras le mostraba al mesero la cresta de su familia y le pasaba una moneda de oro. Luego de una pausa por la sorpresa, el mesero asintió.
Era natural que reconociera esa cresta. Era común ver las crestas de las familias con rango de Marqués o superior en las banderas durante los eventos públicos. Era igual que el sistema de patrocinadores en el mundo del hombre. Entre los ciudadanos de la capital, esas crestas eran de conocimiento público.
"Ahora deberíamos estar bien," Sue le informo a los demás con una sonrisa.
Ahora todo lo que necesitaban hacer, era identificar a las personas que seguían.
Observaron la taberna. Brillantes Sol Glasses colgaban del techo, y otros estaban ubicados en ciertos lugares para proporcionar más luz. El mostrador tenía alineado diferentes tipos de alcohol, con 2 o 3 barrenderos sirviendo bebidas. El sonido de algo friéndose podía escucharse, lo que sugería que había una cocina fuera de la vista de todos.
Varios clientes estaban disfrutando sus bebidas, algunos relajosos, y otros tirados, durmiendo en el mostrador. Había otros que sólo estaban comiendo en sus mesas. Ninguno se veía como los malhechores que Gown estaba buscando, aunque podría haber más al fondo de la taberna. El grupo se adentró más en el establecimiento, echándole un ojo a las mesas. A cambio, recibieron miradas confundidas.
Fue entonces que vieron a algunas personas sentadas en la esquina de la habitación, vistiendo ropa familiar.
"Son esos?" Arcus murmuro.
"Ese hombre loco estaba vistiendo algo similar!" Charlotte dijo calladamente.
Llevaban ropa de viaje, comunes en la capital. Aunque no podían estar seguros de que no fuera una coincidencia, ellos eran unos buenos candidatos. Arcus y sus amigos se sentaron en una mesa cercana, y empezaron a escucharlos lo mejor que podían entre toda la gente.
"Estás...seguro...a salvo?"
"...mente seguro. No necesitas mucho...volverte...intangible."
Parecía que uno de ellos estaba tratando de convencer a otro de algo. Podrían hasta estar hablando de la hierba que Gown había mencionado.
"Que me dices de...?"
"Ten....malos...fectos?"
"Que fast..."
"N...dencia...vidate de eso."
Ahora parecían estar hablando del hombre víctima del maleficio. Sonaba a que lo habían abandonado a su suerte.
"...edir...éter."
"Y...remio...agos."
Los ojos de Arcus se abrieron, y casi se cae de la silla por la sorpresa.
"Uh oh!" mantuvo la respiración.
"Arcus! Que estás haciendo!?" Sue dijo, asustada.
El grupo de la mesa se giró para ver la conmoción. Se darán cuenta de que los niños los estaban escuchando? Arcus se tensó.
"Que hace un grupo de niños en un lugar como este? Y son nobles! No sabía que este reino era tan permisivo."
De la nada, una voz los llamó. Arcus se giró y quedó boquiabierto por la nueva persona. Debía ser uno de los hombres más altos que Arcus había visto. Incluso sentado sería más altos aunque los niños se paren. Parado, debía de medir 2 metros, si no es más. "Gigante" no empezaba a describirlo. Llevaba un largo sable en la espalda, y un sombrero de punta en la cabeza. Arcus no podía dejar de preguntarse si la copa que tenía en las manos estaba llena de ron. Levantándose de su silla, el hombre se les acercó.
"Por qué no vienen conmigo!? Les enseñare acerca de las maravillas del mundo!" El hombre se agacho y tomo a Arcus del cuello de su camisa, como un gato.
"S-Suéltalo!" Sue gritó.
Mientras Arcus se quejaba y liberaba, el hombre se agacho y vio a los otros niños en la mesa.
"Cálmense," les murmuro, su voz muy baja para que las otras mesas lo escuchen. "Quieren que sepan que están aquí? Deben hacer silencio."
"Huh? S-Sí..." Arcus rápidamente recobró la calma al escuchar esas palabras.
Lecia saltó de su asiento. "Hermano! Hermano, mira! Mira todo esto! Jamás había visto algo así antes!"
Arcus reconoció enseguida que estaba tratando de hacer que no parezcan sospechosos.
"C-Claro," se unió. "Es tu primera vez en una taberna."
"Wow! Me encantaría probar algo de alcohol!"
"Yo igual," Charlotte se metió.
"Vamos, vamos. Aún son muy jóvenes! Deberán conformarse con leche de momento, sí?" el hombre dijo.
"Oh..." Lecia bajó la cabeza.
"Que pena..." Charlotte se giró malhumorada.
Cualquiera viendo la escena probablemente la encontraría tierna. Por lo menos, ya no estaban levantando tanta sospecha.
"Bien hecho, Lecia!" Arcus murmuro.
"No fue nada."
"Muchas gracias también, Lady Charlotte."
"No hay de qué."
En ese momento, Sue miró a Arcus. "Ven conmigo un segundo," ella murmuro.
"Que? Ahora? Pero--"
"Sí, ahora."
Eventualmente, Arcus aceptó, y ambos se prepararon para irse, esperando la oportunidad para decirle a los demás.
"Qué sucede?" le preguntó a Sue. "Sabes que pasamos por muchos problemas sólo para llegar aquí?"
"Lo sé. Pero confía en mí."
"Bien, pero es un poco difícil irnos ahora..."
"...Lo sé." Sin embargo, Sue parecía querer estar en cualquier otro lugar que no sea esta taberna en estos momentos.
"Entonces, por qué están interesados en ese grupo?" el hombre les pregunto.
"Por cosas de la vida."
"Hey, los saqué de problemas. Pueden decirme algo, no?" el hombre siguió.
Arcus frunció el ceño. Algo no se sen tía bien acerca de este sujeto.
"Mira, estamos agradecidos, pero por qué nos ayudó en primer lugar?"
"Simple. Ustedes estaban peleando junto con Gown hace poco, verdad?"
"Nos viste?"
"Sep. Me impresionaron, saben. Dieron buena pelea para ser un montón de niños. Me dio curiosidad, por lo que quise hablar un poco con ustedes."
"Entonces nos seguiste hasta aquí?"
"Sep!" Una pequeña sonrisa se formó en la boca del hombre.
Si eso es verdad, significa que llegaron hasta aquí sin darse cuenta que había un gran hombre siguiéndolos. En primero lugar, era extraño que tenga tanta curiosidad como para seguirlos, pero que lo hayan notado hacía las cosas aún más extrañas.
"Entonces?" él dijo.
Arcus pausó. "Ese grupo parece estar conectado al hombre loco de antes."
"Es por eso que los están siguiendo? Eso requiere agallas. Ahora quieren jugar al héroe y atraparlos?"
"Más o menos."
"Nah, tiene que haber algo más, o Gown no estaría con ustedes. Pero bueno, me conformo con eso. Sé que no es de mi incumbencia. Además, que tanto planean quedarse aquí? Pienso que ellos estarán aquí durante un buen tiempo, saben?"
"Bueno, esperaremos hasta que hagan algo."
No había otra opción. Ese definitivamente era el grupo al que perseguían. "Hey, ya sé! Quieren ayudarme con algo?" el hombre dijo de repente.
"Qué?"
"Huh?"
"Parecen ser niños inteligentes. Para mí, al menos." El hombre sacó un pedazo de tela y lo que parecía una pieza de ajedrez de su mochila. "Alguna vez han jugado ajedrez de batalla?"
"Un poco," dijo Arcus.
"De vez en cuando," dijo Charlotte.
"Muy bien."
Lo que el hombre tenía no parecía ser ajedrez de batalla. Las piezas en su mayoría parecían pequeños barcos, y había un pedazo de tela en vez de un tablero, en su mayoría marcado con tinta azul.
"Tiene un tema náutico?"
"Acertaste. Probablemente no ven esta versión por estos lados, pero es el ajedrez de batalla común, en serio. En estos momentos estoy enfrentándome a un viejo amigo mío, pero no me va bien. Le he estado pidiendo a casi todos los que conozco consejos desde hace un tiempo." Dejó salir una fuerte risa.
"Esto no es un juego," Sue dijo. "Estás en una batalla real con alguien."
"Ah, captas rápido, señorita."
Sue no respondió.
"Es decir que algo como esto se supone que ayuda en una batalla real?" Arcus dijo.
El "ajedrez de batalla" que el hombre sacó no era nada como el shogi, o cualquier otro juego de mesa que Arcus haya visto. Parecía más un mapa estratégico de guerra, y sin reglas claras, Arcus dudaba de llamarlo un "juego." Era difícil de saber que tan útiles serían unos niños, dado que el hombre no les había dado muchos detalles acerca de la situación.
El hombre se rio. "Mira, sólo es un pequeño conflicto entre amigos. No le pongan mucha atención."
"Lo siento, pero realmente no tenemos tiempo para esto."
"Estás vigilando a ese grupo, no es así? No es cómo que le falten los números. Uno me puede ayudar con estos, mientras los otros vigilan a esos sujetos. Yo también lo haré."
"Yo no quiero tener nada que ver con esto," Sue dijo firmemente.
Fue algo bastante raro. De todos ellos, Arcus esperaba que ella fuera la que más se interesara por este tipo de cosas. Quizá estaba de mal humor. De hecho, pareció cambiar su comportamiento desde el momento en que este hombre apareció.
"Sólo sé acerca de combates terrestres," Charlotte dijo, "Nada acerca de cómo se pelea en mar."
Lecia agitó su cabeza para indicar que al igual de todos, ella tampoco tenía idea. Aunque tampoco podían no devolverle el favor al hombre.
El hombre empezó a poner las piezas en la tela. A pesar de sus grandes manos, sus movimientos eran precisos. Arcus estudió la tela cuando terminó.
Había una fortaleza rodeada por océano en 3 lados. El borde en curva de una ciudad se proyectaba en la tierra, marcado por grandes paredes. Flotas navales estaban reunidas en el océano, mientras batallones se acercaban por tierra. La fortaleza estaba completamente rodeada.
"Cuál es tu lado?"
"Yo estoy atacando, y mi amigo defendiendo."
Sus número eran impresionantes, pero era claro que atacar la fortaleza no sería nada fácil.
"Esto es más como hacer una simulación estratégica que jugar," Arcus murmuro.
"Déjalo así. Es más divertido si piensas que es un juego," dijo el hombre.
"Por qué no tratas de cortar sus recursos?" sugirió Arcus.
"No entraré en detalles, pero asume que es imposible."
"Que me dices de atacar por el lado de la tierra?"
"Eso significaría tener que lidiar con estas fuertes paredes aquí, por lo que perderíamos a muchos hombres mientas tratamos de pasar. Eso nos pondría en desventaja una vez que estemos dentro."
"Que tal atacar por esta ensenada?"
"Que no te sorprenda que todas las rutas marinas están cerradas. Mira aquí." Apuntó a la ensenada, la cual tenía una marca parecida a una cadena, cortando la entrada.
Con todas estas restricciones, capturar el castillo sería muy difícil. No parecía haber ninguna abertura en sus defensas.
De repente, Arcus se dio cuenta de que el mapa parecía familiar; no por su vida en este mundo, si no por su sueño.
"Oye, es esto Constantinopla?"
"Consta que cua?"
"No, no es nada."
El mapa se veía justo como Constantinopla, una ciudad afamada por su gran posición defensiva durante casi 1000 años desde su construcción. Rodeada por 3 lados con océano, y protegida por varias paredes en tierra, no era difícil de ver el por qué. Esas paredes eran más fuertes de lo que la tecnología de la época debería haber podido permitir, por lo que era difícil no ver que tan impresionante era esa ciudad.
A pesar de esto, cayó por el ataque del Imperio Otomano. Arcus trató de recordar exactamente qué sucedió entonces.
"Si pasas estos barcos sobre la tierra hasta la ensenada desde aquí..."
Durante el asedio Otomano en Constantinopla, los Otomanos movieron sus barcos por tierra sobre una colina. Tomados por sorpresa, los defensores movieron parte de sus fuerzas en territorio terrestre, y esto condujo a la caída de la ciudad en 3 meses.
Arcus movió los barcos al área con la distancia más corta entre la tierra y la ensenada.
"Esto te dará un nuevo lugar para atacar."
"No seas tonto, Arcus," Sue dijo.
"No puedo ver cómo podría mover los barcos a través de la tierra," Charlotte añadió.
"L-Lo siento, pero concuerdo con Lady Charlotte," Lecia dijo.
Las chicas lo vieron con incredulidad. Él estaba perfectamente consciente de que tan loca sonaba la idea.
"No rechazare esa idea sin antes pensarlo bien," el hombre dijo. "Entonces, cómo propones que llevemos los barcos a este lado de la ensenada? Es fácil cuando se trata de pequeñas piezas en un tablero, pero no tanto cuando vez el tamaño de esos navíos."
Arcus se tomó un momento para pensar. "Coloca los barcos en troncos con aceite y haz que animales los jalen."
"Ah, entonces será como transportar cualquier otro cargamento."
"No funcionara si está muy empinado o los barcos son muy grandes. También necesitas las suficientes manos para hacerlo. Sé que suena loco, pero no es imposible con la suficiente mano de obra. En el peor de los casos, tendrás que construir un camino tú mismo o algo."
No era raro que grandes grupos de hombres muevan rocas gigantes sacadas de las montañas, incluso en este mundo, y había muchas estructuras antiguas en el mundo del hombre con métodos de construcción poco claros--y ni siquiera tenían magia para ayudarlos. Mover algunos barcos a través de la tierra era perfectamente viable.
"Que me dices del suelo arenoso? Los barcos no se hundirán?"
"No si lo mojas primero para crear un puente capilar. Eso lo haría lo suficientemente sólido para pasar."
"Uh..."
"Sabes cómo la arena se pone cuando se moja? Es lo mismo."
"Aún sigue sonando un poco loco," Sue dijo.
"Eso es lo que lo hace genial. La guerras a menudos se ganan al tomar a tu oponente por sorpresa. Si el oponente no piensa que una área necesita ser defendida, será difícil que haya tropas allí, lo cual lo vuelve el mejor lugar para atacar. Identificar esos lugares en los que se haría fácil pelear también es parte de la guerra."
"Sabes, sé que tiene sentido, pero..."
Arcus sabía lo que Sue quería decir. Que algo tuviera sentido, no quería decir que fuera a funcionar . Tampoco, Arcus quería discutir, significaba que no fuera a funcionar. Además, asumiendo que se trataba de un juego amistoso, realmente no importaba.
De repente, el hombre empezó a reír, y no pasó mucho para que se golpee las rodillas de la felicidad. "Niño, tienes toda la razón! Ni por un momento se me ocurrió atacar por allí!"
"Satisfecho?"
"Completamente! Creo que acabas de darme una oportunidad para ganar!" El hombre rio.
"Hey, Capitán! Finalmente lo encontramos!" Una voz dijo desde la entrada de la taberna.
Arcus siguió la voz para ver a un grupo de hombres. No era difícil concluir que eran los asociados del hombre.
"Hey, muchachos!" el hombre gritó felizmente. "Vinieron justo a tiempo! Encontramos una ruta para esa ensenada!"
"De verdad!?"
"Sí! La victoria es nuestra!"
Parecía demasiado feliz para ser alguien en una competencia amistosa.
"Hermano, mira."
"Que co... Oh."
Entre el festejo, el grupo al que estaban siguiendo se levantó, probablemente porque la risa del hombre los estaba molestando. Se movieron para pagar antes de dirigirse a la entrada.
"Vamos," Arcus dijo, y la 3 chicas asintieron. Estaba por levantarse cuando el hombre lo agarro de nuevo. "Q-Qué pasa ahora?"
"Saben? No tienen que apresurarse. Déjenme invitarles algo como agradecimiento."
"No, realmente necesitamos apresurarnos. Sabes que no tenemos tiempo que perder."
"Muy bien. Vamos, entonces." El hombre libero a Arcus. Reuniendo a sus hombre, siguió a los niños. "No les importa que los acompañemos para saludar a su amigo elfo, verdad?"
Arcus no pensaba que iba a tomar un no como respuesta, por lo que los niños y los marineros se dirigieron hacia Gown.
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