El Mago que se Alzó del Fracaso Vol 2: Ch.3 Pt.6

 *

"C-Capitán!" uno de los hombres dijo, mientras se acercaban al elfo.

"Ustedes nunca lo habían visto antes, verdad? Conozcan a Gown, el Duende del Cementerio! Asegúrense de agradecerle por todo lo que hace!"

Sus hombres bajaron la cabeza ante Gown.

"Barbaros! Hola!" el elfo dijo felizmente.

"Que tal! Siempre trabajando tan duro, huh? Oh, y dime Capitán, por favor!"

"Aye-aye Capitán!" Gown levantó sus brazos alegremente.

Si Gown está tan feliz de verlo, supongo que podemos confiar en él.

"Ustedes regresen por el momento, sí?" El capitán le dijo a sus hombres.

"Huh?"

"Tengo que atender algo."

"Podemos hacerlo con usted, Capitán!"

"Tranquilos, tranquilos! En cualquier caso, ustedes tienen que hacer algunas preparaciones. Las cosas se pondrán críticas." El capitán sacó una pesada bolsa de su maleta y la pasó hacia sus hombres, sacándoles una ovación.

"Por atender algo te refieres..." Arcus empezó.

"Sep, los voy a ayudar. Cómo agradecimiento, sí."

"No nos has ni preguntado."

"Hey, debe admitir que tener a un adulto de su lado será útil."

"Lo sé, pero..." Arcus miró a Gown.

"No me molesta que nos ayude! El Capitán es super confiable!"

"Ves? Si el elfo concuerda, está decidido, no?"

"Supongo que no tengo opción." Arcus suspiro.

"Los favores deben devolverse! Eso es lo que significa surcar el mar! Y es mejor regresar los favores mientras siguen frescos!" El hombre sonrió. "Mi nombre es Barbaros. Soy un navegante. No me quedaré por mucho tiempo, pero espero que nos llevemos bien!"

Arcus se inclinó a confiar en el juicio de Gown, pero aún tenía reservaciones. Los niños se presentaron ante Barbaros. Fue entonces que Arcus se dio cuenta de que Sue estaba extrañamente callada. Observaba en silencio la espalda de Barbaros.

"Sue?"

"No es nada. Lo prometo," Sue contesto con una sonrisa.

Con eso, los niños y Barbaros siguieron a Gown para continuar con su persecución de los conspiradores.

Por lo que Arcus escucho en la taberna, cabía la posibilidad de que el grupo al cuál Gown seguía fueran espías industriales de otro reino. Las palabras "éter" y "Gremio" definitivamente salieron en su conversación. La palabra "medir" fue la clave. Seguramente estaban armando un plan para infiltrarse en el Gremio de Magos. Aunque no hicieran mención del etómetro en sí, sonaba a que estaban al tanto de que un aparato como ese existía.

No era difícil saber cómo fue que se enteraron de ello. Por su conversación fragmentada, sonaba a que ingerir la hierba te daba el poder de ser temporalmente intangible. Si eso era cierto, era posible que se infiltren en el Gremio y reúnan información, aunque no puedan ver el método en sí de producción. El mejor curso de acción, pensó, sería dividirse del grupo e ir hacia el Gremio.

Los niños dejaron la taberna y callejones atrás, junto a su nuevo compañero, Barbaros. Gown los guiaba tras los perpetradores.

Arcus necesitaba que los otros supieran sus intenciones.

"Lecia," susurró.

"Que sucede?"

"Sabes del etómetro, verdad?"

"Lo sé! Tu eres quién lo inventó, verdad, Hermano?"

"Verdad."

Los ojos de Lecia brillaron y formó una sonrisa. Sin embargo, momentos después, frunció el ceño en sospecha. "Por qué me dices esto ahora?"

"Oye, esto tiene que ver con lo que estaban diciendo esos sujetos en la taberna?" Sue preguntó.

"Me temo que no tengo idea de lo que hablan," dijo Charlotte.

"Hace unos dos años, le presente cierta herramienta mágica al Gremio de Magos. Parece que el grupo al que perseguimos está tras eso, Mi Lady," Arcus explicó.

"Es increíble! El poder de los magos de nuestros ejércitos se disparó prácticamente de la noche a la mañana!" Sue dijo.

"Es realmente impresionante," Lecia concordó. "Tengo algunos en mi posesión."

"Suena a un gran logro," Charlotte dijo. 

"Bueno, sucede que el Maestro de Gremio me permitió tener un taller dentro de los terrenos del Gremio. Me sonó a que el grupo en la taberna tenía planeado infiltrarse." 

"Quieres decir que desean robarse tu invento?" Preguntó Charlotte.

"Eso creo. El invento, y la tecnología detrás de él."

Charlotte rápidamente unió las piezas y frunció el ceño. "Pero si están usando esa hierba para sus planes..."

"Pueden entrar y salir del Gremio cuando quieran!" Sue dijo.

No era sólo eso. Si las hierbas fueran muy fuertes para su usuario, podrían terminar causando un gran daño. El Gremio era una aglomeración de fuerzas etéricas--la condición ideal para que un demonio de maleficios se manifieste al generar un poco de caos. Las cosas eran peores de las que Arcus anticipaba. Necesitaban urgente un plan.

"Que deberíamos hacer, Hermano?"

"Me adelantaré al Gremio y les advertiré para que aumenten la seguridad. Esperemos que eso haga que esos sujetos lo piensen dos veces antes de hacerlo."

Aunque la hierba les permita pasar a través de las paredes, con más guardias, tendrían que tener mucho cuidado. De seguro planeaban hacerlo en un momento en que la guardia esté baja. La advertencia de Arcus cambiaría las cosas y los obligaría a pensarlo nuevamente--quizá hasta retirarse--dándole más tiempo a los niños.

"Te escucharán, verdad, Arcus?" Charlotte preguntó.

"Es su política el de tomarme en serio dado que mi invento fue aprobado; ya me han confiado su producción y la seguridad en torno a este. Aunque me gustaría que tuviéramos más personas de nuestro lado."

"El Gremio no estará en posición de prestarte a nadie, verdad?"

Es justo como Charlotte dijo. Una vez que Arcus les advierta, la prioridad del Gremio será defenderse, y todos su magos serán desplegados para ese fin. Hasta los magos en el proyecto del etómetro necesitarán dedicarse a la defensa, o deberán estar disponibles para destruir cualquier documento crítico de ser necesario. Era muy arriesgado pedirles que dejen sus puestos. Siempre podía pedir a un trabajador de baja categoría o a los guardias de la ciudad para que los ayuden, pero todo el proceso para que sean transferidos bajo su mando tomaría mucho tiempo.

Arcus le echó una mirada a Sue, preguntándose si su estatus podría darle alguna ventaja, pero ella agitó su cabeza. Arcus llamó a Gown para explicarle la situación, y el elfo accedió a que pudiera dividirse del grupo. Ahora más que nunca estaba más que agradecido de que él y Gown se encontraran con Sue y las otras. Con una gran fuerza de pelea acompañándolo, Gown no necesitaba que Arcus se quedará. Las chicas eran hasta más fuertes que él.

Notando la pequeña conmoción, Barbaros habló. "Que pasa?"

"Debo ir a un lugar por mi cuenta," Arcus dijo.

"Es verdad!" Gown añadió para ayudarlo. "Así que, podrías quedarte con nosotros para ahuyentar a los tipos malos, Capitán?"

"Espera."

"No ayudarás?"

Barbaros hizo una pausa. "No tengo otra opción, considerando que fuiste lo suficientemente generoso para permitir que me uniera. Sólo tengo curiosidad del por qué tan de repente."

Es probable que Barbaros se haya unido por su interés en Arcus y su solución a su escenario de guerra. La actitud desdeñosa de Sue hacia el capitán no estaba mejorando su frustración por tener que partir caminos.

"Que harás después de eso? Cómo nos encontrarás cuando termines?"

"No hay problema con eso!" Gown tomó la linterna de su cintura y la encendió. Momentos después, había un segundo Gown a su lado. Todos quedaron boquiabiertos, aparte de Barbaros. Él estaba sobando su mentón en contemplación.

"Así es como puedes estar en todos lados al mismo tiempo, huh, pequeñín?"

"Así es!"

"Entonces, uh... dividiste tu consciencia en 2, o es algo así como una copia?"

"Soy Gown! Ambos somos uno!" Los Gowns dijeron al mismo tiempo.

"Me temo que me dará un dolor de cabeza," Charlotte murmuro.

*

Arcus y el segundo Gown corrieron a través de la oscura capital, directo hacia el Gremio de Magos. Mientras más tardaban, más era posible que se filtre información del etómetro. Dado los efectos de la hierba, era poco probable que el objetivo de los espías sea el de robar el aparato, pero incluso con el más pequeño hueco en el velo de secretos a su alrededor, todo el esfuerzo de Arcus habría sido para nada.

No había tiempo que perder. El sólo correr tomaría mucho tiempo, por lo que el par aumento su fuerza con hechizos; la gente que pasaban se los quedaba mirando boquiabiertos. Pasaban a través de los civiles como un vendaval, corriendo lado a lado con los caballos que montaban los oficiales del gobierno. Arcus sintió un poco de satisfacción ante la mirada de sorpresa de todos, pero no tenía tiempo de contemplarlo.

No paso mucho antes de que el Gremio de Magos entrara a la vista. Era el símbolo de los avances mágicos del reino, y un lugar en donde los magos llevaban a cabo sus investigaciones sin parar. Dado que siempre había alguien trabajando duro, los Sol Glasses brillaban permanentemente dentro para mantener el edificio encendido a todas horas.

El edificio negro estaba rodeado de una alta pared con púas, y la tierra alrededor era un completo baldío para evitar que alguien echara un vistazo sobre las paredes. Como el lugar estaba activo las 24 horas al día, había muchos guardias con una permanente estadía en el Gremio. Estaba tan bien defendido que incluso una entidad tan poderosa como una nación extranjera sería una tonta al tratar de infiltrarse.

En el caso de Arcus, era reconocido como el inventor del etómetro, por lo que se le permitía la entrada sin preguntas. Rápidamente explico lo urgente de la situación al guardia de la entrada principal, quién luego le permitió entrar. Dejando a Gown esperando con el guardia, Arcus se apresuró hacia el edificio principal.

Le informó a la recepcionista que había una urgente situación amenazando al etómetro, y pregunto si el Maestro de Gremio Godwald o su secretario, Balgeuse, se encontraban. Afortunadamente, ambos se encontraban presentemente en la zona de pruebas del Gremio.

Arcus rápidamente le agradeció a la recepcionista antes de apresurarse nuevamente, sólo para encontrarse con un rostro terrorífico cubierto de cicatrices en la esquina del claustro. Gritó, con el primer pensamiento en su cabeza siendo el que se trataba de un jefe mafioso o un demonio del infierno. Fue un susto barato como el de cualquier película de terror de bajo presupuesto, pero aun así, Arcus cayó hacia atrás del susto.

El rostro terrorífico le pertenecía al mismísimo Maestro de Gremio, Godwald Sylvester. Su arrugado rostro se arrugo aún más mientras observaba a Arcus. "Arcus? Pareces sorprendido de verme."

"Uh. O-Oh, bueno..."

Arcus no iba a admitir que había sido el rostro del Maestro de Gremio lo que lo había asustado así. Conocía a Godwald lo suficiente como para entender que hasta el temor de un niño haría que se active su complejo por su severa apariencia.

Aunque Arcus se quedó callado, no tenía ni por qué; Balgeuse estaba allí para arruinar sus esfuerzos.

"Estoy seguro de que cualquiera tendría la misma reacción al verlo aparecer desde una esquina, señor. Causó muchos sustos en su tiempo."

"Sí, Sí! Puede que hasta hubiera muertos! Debes tener más cuidado!" Dijo Mercuria, quién también estaba con Godwald.

"No tienen que hacer comentarios cada vez!" Godwald gruño. Mercuria puso su sombrero puntiagudo sobre su rostro, mientras Balgeuse soltó una risa. Vaya manera de hablarle a un superior, pero quizá el viejo secretario y Noah sean tal para cual.

Aparte de ambos, el Maestro de Gremio guiaba a un gran grupo. No parecían ser empleados o magos del Gremio, juzgando por sus vestimentas. Se manejaban elegantemente, al igual que nobles de oficiales de alto rango, pero sus vestimentas no eran de ningún estilo común en el reino.

No había duda de que eran importantes, pero no eran de Lainur. La mujer en medio del grupo tenía un particular aire de importancia. Era una joven mujer con ondulado cabello rubio oscuro. Arcus la pondría en sus veinte. Vestía un inusual uniforme militar, y sus ojos tenía un brillo de arrogancia que era único entre el grupo.

Arcus ofreció una simple reverencia antes de que el Maestro de Gremio se metiera.

"Oh, discúlpenme por no haber hablado más pronto. Este pequeño maestro ha hecho mucho por el Gremio. Arcus, no necesitas preocuparte por estos invitados."

"Sí, señor."

No era problema. No quería molestarse con largar introducciones en estos momentos, dado las circunstancia.

"Entonces, que te trae por el Gremio, Arcus?" Mercuria preguntó.

"Bueno, verán..." Arcus hizo una pausa antes de girarse hacia Balgeuse. "Señor Balgeuse. Por favor, podría convocar un Código C?"

"Código C? Este debe ser un gran predicamento." Aunque su expresión permaneció serena, sus cejas temblaron un poco.

Godwald se puso pálido. "Exactamente que sucede?"

"Sí, sí! Código C significa la destrucción de todos los documentos, no?"

Arcus reunió a los 3 y bajó su voz.

"Hay posibilidad de que la información sea robada."

"Robada? Dónde escuchaste eso? Nosotros seguro no hemos escuchado nada!

"Del Duende del Cementerio!"

"G-Gown? Por qué te dijo eso?"

"Bueno, es una larga historia, pero en estos momentos lo estoy ayudando con algo, y escuché a un grupo teniendo ese tipo de intenciones."

Godwald frunció el ceño. Arcus notó que estaba temblando, preguntándose si el Maestro de Gremio estaba enojado con él.

"Hay mucho que me gustaría decir, pero entiendo la urgencia de la situación. Balgeuse."

"A su servicio, señor."

"Cassim está en la capital. Convócalo y ponlo a cargo de la defensa."

"Muy bien, señor." Balgeuse hizo una reverencia hacia la mujer de cabello rubio oscuro antes de irse.

"Que harás, Arcus?"

"Iré de regreso con Gown para seguir a los perpetradores. Lo lamento, pero podría encargarse del área de producción?"

"No puedo decir no cuando nuestro estimado elfo está involucrado. No te expongas tanto al peligro, sí?"

"Sí, señor. Lamento mi apuro." Arcus hizo una reverencia, y entonces...

"O, fresca sangre en el recipiente. O, carne y hueso que hacen al hombre. Continúen por sus caminos conocidos. Llenen este cuerpo de inquebrantable fuerza y sacien mi sed sin fin. Mientras mi voz abre la puerta, que mi carne y sangre despierten."

Ese era el hechizo de Arcus para aumentar sus habilidades físicas de manera temporal: RENDIMIENTO DÉCUPLO. Con ese poder recorriendo su cuerpo una vez más, Arcus corrió y saltó sobre las paredes con púas alrededor del Gremio.

"Creo que es tiempo de que hagamos esas paredes más altas."

"Un hechizo para aumentar las habilidades físicas, hm?"

"No me sonó a que podría funcionar en otros. Craib tenía razón cuando dijo que al muchacho se le ocurría magia inusual."

"Sí, sí! Estoy segura que hasta a Frederick no le importaría perder algo de sueño si escuchara esto!" Mercuria dijo. "Ahora, por favor, permítanme ayudar."

"Gracias. Si no te importa, podrías empezar divisando algunos planes de defensa? No debe pasar mucho para que Cassim se te una."

"Sí, señor!"

El Maestro de Gremio entonces se giró hacia Meifa Darnénes, la mujer de cabello rubio oscuro. "Me disculpo por el retraso en su tour."

"Pasó algo, Vajra?"

"No, no, nada importante. Nuevamente, permítame disculparme por la interrupción."

"Nada importante..." Meifa murmuro, girándose para observar la pared al frente del claustro. "Aun así, está en consonancia con la reputación de este reino que tal joven niño sea capaz de usar magia de esa manera."

"Arcus es un prodigio. La mayoría de niño no se le comparan."

"Es así?"

"Sí, aunque sí estamos bendecidos con muchos jóvenes talentosos. Él sólo es uno de ellos," Godwald dijo rápidamente.

"Ya veo."

Aunque el Maestro de Gremio le puso un alto al tema, Meifa siguió observando la pared por la que saltó Arcus en contemplación.

*

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