Seirei Gensouki Vol. 19 - Chapter 3 Completo
Chapter 3: Los Heavenly Lions
Los Heavenly Lions. Un grupo veterano de mercenarios que una vez fue liderado por Lucius Orgueil.
Presentemente, 50 mercenarios llevando el uniforme del grupo estaban volando hacia el Castillo Galarc. Descendieron rápidamente hasta que alcanzaron una altitud de 200 metros, y empezaron a disparar balas de luz hacia el suelo.
Cada bala de luz tenía un diámetro de varios centímetros. Eran balas de energía mágica, pero se podían comparar con duros orbes con un peso de 1 kilogramo siendo disparados a una velocidad de 300 km por hora. Tal ataque estaba siendo disparado rápidamente por 50 personas al mismo tiempo.
Las balas de luz se volvieron una lluvia, acercándose al suelo en instantes. Su objetivo era Sara en el techo, Celia y los demás alrededor de la mansión, y los dos pelotones de caballeros aéreos que el Rey François había mandado. Se dividieron en grupo en proporción al número de objetivos.
"Haaah!"
Sara y Alma invocaron una gran barrera de esencia mágica, bloqueando las balas para que no los alcancen. Sara se enfocó en reducir el daño a la mansión, mientras que Alma protegió a los demás a su alrededor. Su defensa fue un éxito, pero los caballeros aéreos estuvieron a merced del ataque.
"Gah!?"
"Gwargh!"
Los caballeros y grifos soltaron gritos de dolor mientras eran golpeados por el ataque.
Los caballeros que fueron golpeados críticamente se desmayaron, y sus grifos se volvieron agresivos por el dolor. Y aunque tuvieran medidas de seguridad, empezaron a caer de sus sillas de montar uno a uno. Para cuando el ataque se detuvo, no había nadie más volando. Fue un pandemonio.
"Ngh..."
Sara y Alma fueron incapaces de hacer algo más que ver. Los ataques eran incesantes, dejándolas sin más opción que enfocarse en mantener activa la barrera. Durante ese tiempo, los atacantes se acercaron al suelo para aterrizar.
Tch, todos los objetivos primarios están ilesos. El señor Reiss dijo que había una alta posibilidad de que bloquearan el primer ataque, pero al menos uno debería haber caído para hacernos el trabajo más fácil...
Uno de los mercenarios de los Heavenly Lions, Arein, chasqueo la lengua con fastidio, pero inmediatamente recobró los estribos.
"Sigan el plan! Lucci, tu escuadrón toma la parte exterior! Ven, tu escuadrón va dentro de la mansión! Mi escuadrón será la unidad de comando. No dejaremos que los caballeros se acerquen a pie. Muévanse!" le ordenó a sus camaradas.
"Bien!"
Los mercenarios se movieron rápidamente. 30 de ellos continuo el ataque desde arriba con Arein, mientras que los demás se dividieron en 2 grupos y descendieron al suelo. 11 mercenarios y Lucci aterrizaron cerca de las paredes de tierra que Celia había puesto anteriormente, mientras que Ven y los 7 restantes se acercaron a la puerta principal de la mansión.
"Ngh, los enemigos van hacia la mansión...!"
El número de atacantes disparando desde arriba había decrecido, pero la fiera lluvia aún continuaba. Sara no tenía más opción que continuar manteniendo la barrera.
Me están ignorando por completo... Van tras las princesas!? Esto es malo!
Sara supuso el objetivo de los mercenarios y llamó a los demás abajo. "Iré a apoyar a los demás adentro! Encárguense de lo que pase afuera!"
"Ve, Sara!" Celia contesto inmediatamente. La lluvia de balas trato de impedir que Sara se moviera. Pero...
Con sus fuerzas separadas, el enfoque hacia mí ha disminuido. Si es así...!
Mientras mantenía la barrera, Sara invoco varias lanzas de hielo a su alrededor. Entonces, las disparó hacia los lados, enviándolas hacia el cielo en curva. Controlo sus trayectorias con artes espirituales, apuntando hacia los mercenarios que la estaban atacando.
"Tch."
Los mercenarios hicieron círculos en el aire, evitando las lanzas. Al hacerlo, su ataque en Sara se detuvo por un momento.
"Ahora!"
Sara vio una pequeña abertura y uso la oportunidad para bajar al suelo, corriendo hacia la mansión a través de la ventana.
*****
Mientras que Sara regresaba a la mansión, los mercenarios a cargo de Lucci aterrizaron.
"Guh, están del otro lado de mi pared de tierra...!" Celia dijo en frustración.
El momento de aterrizaje era una gran oportunidad para contratacar, pero lo hicieron fuera de su línea de visión para evitar su magia. Su conocimiento acerca de cómo manejar el terreno en batalla, su estrategia cuidadosamente planeada--era claro que era un enemigo mucho más formidable que los vestigios que atacaron anteriormente.
"Quattuor Magi: Magicae Displodo."
Celia fijó su mirada en las dos paredes que creo y recito un hechizo de ataque. Magicae Displodo era un hechizo que disparaba un poderoso cañón mágico. haciéndolo en extremo letal. La posibilidad de bajas pasó por la mente de Celia.
...No es momento para contenerme!
Si dudaba ahora, alguien entre ellos podría morir. Manipulo su magia lo más rápido que puso, tomándose 3 segundos para crear 4 círculos mágicos frente a ella. Sin embargo, no los disparo de inmediato.
"Potentia Incantatio! Superfundo!" gritó.
El brillo de los círculos mágicos incremento en luminosidad. Momentos después, 4 poderosas explosiones de luz fueron disparadas de los círculos como balas de cañón.
Estaban, por supuesto, dirigidas a las 2 paredes de tierra que Celia había creado. La punta de la luz colisiono con una gran explosión. Al controlar la trayectoria de los hechizos, se aseguró de romper por completo las paredes. En realidad, los enemigos del otro lados de la pared fueron enterrados vivos por los escombros.
"Ooh!" los caballeros festejaron.
Pero inmediatamente después.
Boom
El escombro fue mandado a volar con gran fuerza.
"Q-Que...!?"
Un torrente de oscuridad vino del otro lado de la pared, tragándose las 4 balas de Celia en un violento torrente.
"Guh...!"
Todos se prepararon para la onda de choque--Excepto por Alma. Ella movió la barrera que había puesto sobre sus cabezas al frente, bloqueando el viento que avanzaba. Los escombros colisionaron con la barrera, pero se desintegraron al impactar.
El viento eventualmente ceso, dejando una nube de polvo que obstruyo su vista. Los mercenarios tampoco serían capaces de verlos.
"Ha! Ha! Haha!" Del otro lado de la pared, se encontraba un hombre riendo alegremente. Era el hombre más alto del grupo, Lucci.
"Rayos, esta espada es increíble! El recuerdo del capitán es impresionante!"
Observo la espada negra en sus manos con una sonrisa y una expresión de locura en sus ojos.
"Ngh... Alma, mantendré al enemigo en la mira y asegurare una línea de visión. Mueve la barrera del frente."
"Bien!"
"Vortex." Celia uso un nuevo hechizo para aclarar su visión y mantener a los enemigos en la mira. Un vendaval fue liberado de su hechizo mágico, deshaciendo la nube de polvo mientras avanzaba. Sin embargo--
"Ven a mí!" Otra onda de choque de oscuridad soplo violentamente hacia ellos. Lucci había blandido la espada en su mano, cortando la magia de viento que Celia había usado.
Al mismo tiempo, su visión se aclaró rápidamente. Todos los escombros ya habían aterrizado, por lo que ambos lados pudieron verse apropiadamente. El lado de Celia se encontró con 12 mercenarios en uniformes negros de combate.
"Q-Que fue eso...?" Celia tembló preocupada.
"Todos, saquen sus espadas! Fortifiquen sus habilidades físicas!"
Louise sacó su espada e inmediatamente asumió su pose de combate. Recito el hechizo para mejorar sus habilidades físicas, seguida de sus seis subordinados.
Era una mala idea actuar sin conocer la posición del enemigo, pero ahora que eso ya no era problema, la batalla podría empezar en cualquier momento.
"Tomare la recitación de la barrera, Alma. Magicae Murum," Celia recito en apuro. Su barrero se sobrepuso con la de Alma desde adentro, creando una pared en contra de los ataques físicos y mágicos.
Mantener la barrera limitaba los movimientos del hechicero, por lo que era mejor que ella se encargue de eso en vez de Alma.
Los ataque desde arriba cesaron luego de que Sara entrara a la mansión, pero no podían saber cuándo empezarían nuevamente. Tenía que mantener la barrera por precaución--esto era lo que significaba tener el control del aire.
"Por favor." Alma asintió y cancelo su propia barrera. Avanzo mientras miraba mal a Lucci y a los demás mercenarios con su arma lista. Aun así, a pesar de la atmosfera críticamente tensa, Lucci soltó una carcajada sin razón alguna.
"Hahaha!"
Fue tan macabro que Celia y los demás fruncieron el ceño.
"Celia, te diste cuenta?" Alma le murmuro a Celia sin mover la mirada.
"Darme cuenta de qué...?"
"Ese hombre con la espada negra es parte de la banda que nos atacó de camino a Rodania con las princesa." Alma lo enfrentó en persona, por lo que lo recordaba claramente.
"Ah...!" Celia reacciono.
"Ha! Parece que finalmente te acordaste de nosotros! Hasta nos pusimos nuestro uniforme de escuadrón para darles más pistas. Oye, continuemos en donde lo dejamos la vez anterior."
Lucci apunto con su espada a Alma sin tratar de esconder su identidad. Alma ganó la vez anterior, pero su actitud parecía implicar que tendría una victoria segura esta vez.
De qué reino es ese uniforme de caballeros aéreos? Será el uniforme de un escuadrón de mercenarios? En cualquier caso, por qué atacarían nuestro castillo en esos uniformes claramente identificables...?
Sin saber nada de él, Louise empezó a hacer suposiciones. Al igual que los caballeros de Galarc, este grupo de personas llevaba un uniforme de combate con el mismo diseño. Pero dejando eso de lado--
"Esa mocosa con el mazo y esa pequeña hechicera que están haciendo la barrera son nuestros objetivos, verdad, Lucci?" un mercenario a un lado de Lucci preguntó.
No había nadie más alrededor que les resultara familiar a Alma y Celia.
"Sí, igual que en la reunión. Ustedes vayan por la hechicera. Encárguense también de los extras alrededor. La mocosa que tiene el martillo será mucho para ustedes, así que es mía."
"Sólo porque ahora tienes la espada del comandante..." una voz murmuro con fastidio. Los otros mercenarios vieron la espada negra de Lucci con malestar.
"Yo fui el único que era compatible, recuerdas?" Lucci dijo arrogantemente. La negra espada encantada que Lucius usaba era poderosa. Habían sido testigos de su poder hacer poco. Era entendible que Lucci estuviera emocionado por pelear, pero--
"Tch... No olvides que tomar a uno de los objetivos de rehén es suficiente para cumplir con la misión," un hombre le advirtió a Lucci, recordándole que no olvide cumplir con el objetivo por su entusiasmo.
"Claro. Para qué más estamos aquí?"
Lucci miró mal al hombre, frunciendo el ceño. Estaban aquí para vengarse del hombre que mató a su capitán.
"Terminemos con esto antes de que vengan los refuerzos enemigos. Síganme."
Recobro los estribos y regreso su mirada hacia Alma, adoptando su pose de batalla.
"Celia."
Sintiendo los movimientos del enemigo, Alma llamó a Celia mientras se movía para pararse frente a ella. Planearon una estrategia usando la menor cantidad de palabras posibles.
"Lo sé."
Celia tenía una barrera encima y en frente de ellos, pero removió la que estaba en frente. Alma entonces caminó recto.
Luego, Louise y los demás caballeros se pararon frente a Celia. Ella ajusto la forma de la barrera para crear la forma de un domo con una abertura frente a los caballeros.
Una vez que Alma vio eso, golpeo el suelo con su mazo. Una gruesa pared se levantó detrás de ella, deteniéndose a una altura de un metro. Parcialmente bloqueo la sección de la barrera que Celia dejó abierta frente a los caballeros.
"..."
Ya habían confirmado que ambos lados podían realizar ataques de largo alcance. Sería temerario el tan sólo avanzar sin más, por lo que no tenían más opción que verse con cautela entre ellos.
Sin embargo, mientras más tiempo pasaba, en más desventaja se encontrarían los atacantes, por lo que el silencio pronto se rompería.
"Ven a mí!"
Lucci y Alma gritaron al mismo tiempo.
Lucci corrio hacia Alma, seguido por los demás mercenarios momentos después.
Son rápidos...
Ese tipo de velocidad no era posible tan solo con las habilidades físicas mágicamente fortificadas: tendrían que también estar usando espadas encantadas que refuercen el cuerpo físico. Los movimientos de Lucci en particular eran algo especial; era considerablemente más rápido que los demás.
Sin embargo, Alma también tenía sus cuerpo y habilidades físicas fortificados, lo cual hizo posible que pudiera capturar su movimiento inicial de manera precisa.
Esta formación fue la correcta, después de todo.
Los caballeros en su lado sólo podían fortificar sus habilidades físicas, por lo que no podrían haber seguido esa velocidad. La última vez que peleo contra Lucci, Arein, y Ven, los 3 poseían espadas encantadas que fortificaban su cuerpo físico. Con temor de que los demás mercenarios posean armas similares, le pidió a los caballeros que retrocedan.
"Hah!" Alma se impulsó hacia adelante, y momentos después, Lucci estaba a su alcance.
Sin embargo, lo mismo se aplicaba a Lucci. Sus armas chocaron con un fuerte sonido. Alma trató de empujarlo con su fuerza de enana, pero Lucci tenía más fuerza de la que había esperado. De hecho, era claramente más fuerte que la última vez que pelearon. Podía ver que tenía una poderosa fortificación física gracias a la espada encantada de Lucius.
"Guh..."
"Rayos, de dónde viene esa fuerza animal!?"
La fuerza física de Alma ganó por un poco, haciendo retroceder a Lucci. Sin embargo, no fue suficiente para hacer que pierda el equilibrio, ya que enseguida avanzo una vez más.
"Te estás demorando mucho, Lucci!" Mientras lo hicieron retroceder, dos mercenarios avanzaron, blandiendo sus espadas hacia Alma.
"Oigan! Esa es mi presa!" Lucci gritó.
No importa que tantos haya de ustedes. Ninguno me pasará! Alma golpeo el suelo con su mazo, inafectada por el número de oponentes. El suelo se abrió, con una onda de choque que mandó a volar piedras y escombros.
"Gah!"
"Quítense de mi camino!"
Ambos mercenarios retrocedieron y Lucci avanzo en su lugar.
"No te dejaré!" Alma golpeó el suelo nuevamente con su mazo, creando estacas de tierra con su esencia mágica, muy similar a un puercoespín.
"Ooh, que miedo." Lúgubre oscuridad fluyo de la espada de Lucci. Con un corte, aplanó las estacas de tierra, y con otro, trató de cortar a Alma, ya que no había más obstáculos.
"Ha!" Alma levantó su mazo por puro reflejo, bloqueando la espada de Lucci.
"Esta mocosa es mi presa! Ustedes ataquen a los demás por los lados!" Lucci le gritó a los demás mercenarios.
"Tch!" Algunos mercenarios fruncieron el ceño con fastidio, pero se tragaron su orgullo y priorizaron su objetivo. Se dividieron como se les ordeno, pasando a Alma para ir por Celia y los caballeros.
"Ahora!"
"Ignis Lecit!"
"Fulgur Sphera!"
Por órdenes de Louise, dos de los caballeros recitaron magia de ataque a través de la abertura de la pared frente a ellos. No eran hechiceros, por lo que su habilidad era limitada, pero aun así podían usar hechizos de baja rango--y cuando se trataba de pelear contra humanos, la magia de bajo rango era más que suficiente para ser una amenaza.
Mientras que la barrera los protegía de ataques externos, no había forma de atacar desde dentro de la barrera. Es por eso que Celia dejó abierta la parte frontal de la barrera, y Alma construyó una pequeña pared para que actúe como obstrucción.
Así, Alma podría detener a los enemigos avanzando por el medio, mientras que Louise y los caballeros podrían detener a los enemigos tratando de rodearlos con hechizos de tipo orbe. Ese fue el plan que a Celia se le ocurrió. Sin embargo...
"Tch."
Los ataques de tipo orbe eran letales incluso a bajo rango, pero a cambio de su poder, su velocidad era lenta. Esto hacía difícil apuntar a soldados con experiencia con cuerpos fortificados por espadas encantadas. Los mercenarios retrocedieron y rodearon los puntos de impacto, negando los hechizos.
"Photon Projectilis!"
Otros dos caballeros apuntaron en el momento en que los mercenarios evadieron los hechizos.
Esas proyectiles tenían menos poder que los hechizos de tipo bala, sin embargo, tenían una mayor velocidad. Las balas de tipo luz eran las más rápidas de todas, pero...
"Que fastidio."
"No son los inútiles que pensaba. Tienen buena habilidad."
Los mercenarios continuaron evadiendo la magia con facilidad. Incluso tenían la calma para quejarse mientras saltaban de un lado a otro.
Mientras tanto, el mazo de Alma colisiono con la espada de Lucci en una batalla de vida o muerte. "Tomo esto!"
Lucci evidentemente era más fuerte que la vez anterior. Sus técnicas básicas no habían mejorado, pero sus habilidades físicas habían mejorado dramáticamente. Alma tenía un poco más de fuerza física, pero estaban a la par en términos de velocidad. Sobre todo, Lucci tenían mucha más experiencia peleando con otras personas. Toda su experiencia como mercenario no era por gusto.
Se supone que debería encargarme de la mayoría de enemigos! Alma apretó los dientes, frustrada de sólo poder distraer a un solo enemigo. Era en momentos como estos que su falta de experiencia la dejaba en desventaja.
"Ha. Veo que tus amigos se enfocaron en la defense para ganar tiempo. Pero no resistirán por mucho," Lucci le dijo al ver el pánico en la expresión de Alma mientras blandía su espada.
"Guh..."
La situación no se veía bien. Los atacantes eran todos habilidosos mercenarios del reconocido grupo de los Heavenly Lions. Aunque no pudieran avanzar con la barrera y los hechizos estorbándolos, no se retirarían fácilmente.
"Photon Projectilis."
Los mercenarios empezaron a contratacar mientras evadían. Su objetivo era, por supuesto, la parte desprotegida de la barrera.
La pared que Alma hizo daba buena cobertura en contra de los proyectiles, pero había huecos para que los caballeros expongan la parte superior de sus cuerpos y disparen su magia. La balas de fotón pasaron por esos huecos y rebotaron dentro de la barrera.
"Ngh. Lady Celia, cúbrase."
"O-Okay." Con la orden de Louise, Celia se agacho. El factor más importante de un duelo mágico era la cobertura. El riesgo de ser golpeado era reducido por la cantidad de cobertura que tenías mientras recitabas.
"Mantengan sus cabezas abajo, y disparen su magia! Háganlo hasta que se queden sin esencia mágica!"
"Sí, capitana!"
Los caballeros se agacharon y continuaron lanzando hechizos sobre la pared, pero su precisión naturalmente bajo al estar en esa posición. Eso hizo que los mercenarios se puedan mover más fácilmente.
"Muy bien, rodéenlos!"
"Una barrera de este tamaño debe de ser difícil de mantener!"
"Rómpanla con sus ataques!"
Eventualmente, los mercenarios los rodearon por todos lados y empezaron a atacar la barrera.
"Ugh..."
Pánico llenó el rostro de Celia mientras veía como los terribles atacantes golpeaban su barrera con sus armas y magia.
No cabe duda de que una barrera es un poderoso método de defensa, capaz de bloquear cualquier ataque y mantener alejados a los intrusos, pero también consumía un montón de esencia mágica. El tan sólo mantenerla consumía esencia, pero bloquear ataques consumía aún más. El consumo de esencia se elevaba exponencialmente mientras más aumentara el área de la barrera, y su fuerza disminuía mientras menos esencia quedara.
Si quisiera minimizar su consumo de esencia, tendría que hacer la barrera más pequeña mientras la mantenía fuerte para aguantar los ataques enemigos--pero hacerlo no era nada fácil. La mayoría de las personas no tenían más opción que usar toda su esencia mágica sólo para hacer la barrera lo suficientemente grande. Es por eso que las barreras normalmente consumían más esencia mágica de la necesaria. No era práctico usar el hechizo en un campo de batalla a menos que el ataque fuera inevitable.
Celia tenía mucha más esencia que el hechicero común, pero hasta ella estaba teniendo dificultades al tener a más de 10 mercenarios golpeando su barrera. Básicamente se encontraban a bordo de un barco hundiéndose--y en el momento en que se le acabara la esencia, los enemigos los derrotaran enseguida.
E-Está bien... Tengo la esencia de la piedra espiritual que Rio me dio, y ya han causado el suficiente alboroto. Los refuerzos llegaran pronto. Sólo tengo que aguantar...!
Rio no se encontraba aquí... Ese hecho le pesaba mucho. Pero para probar que estaba bien sin él, tenía que pelear.
Celia apretó la piedra espiritual que recibió de Rio y frenéticamente se dijo que todo estará bien.
Alma pudo ver como Celia sostenía la piedra espiritual mientras peleaba, y tomó una decisión.
No tengo otra opción...!
Aún tenía un as bajo la manga, y esperaba mantenerlo oculto--no, su aldea le había ordenado mantenerlo oculto a toda costa. Pero si no lo usaba aquí, la situación se volvería irremediable.
Ifrita!
Alma gritó el nombre de su espíritu contratado de clase media en su corazón. Una gigante bestia con forma de león apareció de la nada.
Ifrita inmediatamente se lanzó contra los mercenarios rodeando la barrera.
*****
Un poco antes de que Alma invocara a Ifrita...
En los jardines colgantes del castillo, el Rey François ya estaba al tanto de que los nuevos atacantes eran humanos. De hecho, presentemente, se encontraba viendo lo que estaba sucediendo.
Era claro que las batallas en el suelo no estaban resultando bien. Varias personas habían entrado a la mansión, y los jinetes de grifo enemigos rodeaban el cielo, previniendo que los refuerzos se acercaran al área.
"La osadía de estas persona..."
François apretó los dientes para calmar su furia y frustración. Perder su calma no ayudaría a la situación, sobre todo, tenía su dignidad como rey. No podía hacer algo tan impropio como perder los estribos y empezar a gritarle a sus subordinados.
Además, ya había dado las órdenes para lidiar con la situación. Los caballeros en el suelo seguían en combate con los vestigios, pero los caballeros aéreos se dirigieron a la mansión.
Sin embargo, los vestigios que precedieron el ataque de los mercenarios habían creado mucho caos en el castillo, por lo que los equipos de apoyo estaban enfocados en transportar a los heridos. 1/3 de los caballeros aéreos estaba estacionado en el castillo, pero de los 600 caballeros disponibles, solo 100 podían enviarse como refuerzos.
A pesar de eso, aun había un considerable número de tropas volando hacia la mansión de Rio al mismo tiempo. Arein y sus subordinados no tenían más opción que interceptarlos, terminando su ataque aéreo en Celia y los caballeros en el suelo. Pero eso fue lo mejor que pudieron lograr.
Había 30 mercenarios en el grupo de Arein, y un número de ellos descendió para detener a los refuerzos en tierra. Por sus números, el Reino Galarc tenía una ventaja aplastante, pero lo más difícil era el fuego de apoyo que los caballeros aéreos lanzaban ocasionalmente.
Sobre todo, los mercenarios que habían descendido liberaron a sus grifos para que asistan a los demás en el aire. Debido a esto, Galarc aún no tenía el control del aire.
Con ataques desde arriba y desde abajo, los caballeros aéreos se vieron forzados a combatir con el escuadrón de Arein. François podía ver cómo estaban teniendo problemas para avanzar.
"Su Majestad! Los atacantes han sido identificados! El emblema de sus uniformes el del grupo de mercenarios conocido como los Heavenly Lions."
Un soldado corrio hasta donde François estaba siendo protegido por sus caballeros y hechiceros. Finalmente, la identidad de sus enemigos fue revelada.
"Que?" François frunció el ceño.
Era un grupo famoso de mercenarios, por lo que había escuchado antes el nombre. Pero lo que captó su atención era su líder, el hombre que fue asesinado por Rio al ser el enemigo de sus padres. También era el culpable del secuestro de Christina y Flora.
"Hmmm..."
Presentemente, esos mercenarios estaban atacando la mansión del asesino de su líder. Dentro de la mansión se encontraban las dos princesas que previamente habían secuestrado.
François pensó en el por qué los Heavenly Lions lanzarían un ataque como este.
*****
Mientras tanto, el escuadrón de Ven justo había entrado por la puerta principal de la mansión. Los mercenarios abrieron cada puerta mientras pasaban revisando el interior.
"Soy Sara! Por favor, abran!"
Sara tenía la ventaja de conocer el interior de la mansión, por lo que fue directo a la ventana que conectaba con el cuarto seguro. Sin embargo, sabía que podría se confundida con un enemigo si entraba así nada más, por lo que golpeo la ventana con apuro.
Los caballero dentro de la habitación habían estado viendo lo que sucedía afuera, por lo que aunque les sorprendió la repentina aparición de Sara, inmediatamente la dejaron entrar.
Para frente al corredor que llevaba al cuarto seguro estaba Satsuki, empuñando su Arma Divina en forma de Lanza, Latifa con su daga, y Vanessa. Satsuki y Latifa estaban en el cuarto seguro, pero decidieron unirse a la defensa cuando empezó la batalla.
"Permiso..."
Temiendo que el enemigo detectara su ubicación, Sara mantuvo baja su voz mientras entraba. Hizo una gesto de silencio con sus manos, para que los demás se mantuvieran callados.
"Sara."
Podían ver la batalla fuera de la ventana, por lo que ya deberían estar al tanto de la situación. Satsuki llamó a Sara en voz baja, con una expresión de preocupación en su rostro. Justo entonces, Miharu, Christina, Flora, y Charlotte salieron del cuarto seguro.
"Hay intrusos en la mansión. No son monstruos... sino personas."
"B-Bien. Qué hacemos?"
Al escuchar que sus oponentes eran humanos, hizo que Satsuki se preocupara aún más. Los otros estaban igual de nerviosos. La batalla apenas y había empezado afuera.
"Los derrotaré."
Sara vio entre la entrada del cuarto, la ventana, y la dirección del cuarto seguro. Entonces, luego de un momento de duda, reunió su determinación. "Todos aquí continuarán protegiendo este cuarto. Yo derrotaré a los enemigos en la mansión."
Se dirigió hacia la puerta que llevaba al corredor de afuera.
"Y-Yo también iré," Satsuki se ofreció apresuradamente. Sin embargo...
"Tu lanza será difícil de usar en un corredor. Si quieres pelear, deberías hacerlo en esta habitación. Vi un total de 8 intrusos. Quédate en esta habitación y lucha contra cualquiera que se me pase."
La palabras de Sara implicaron que el enemigo podría estar buscando esta habitación.
"Entiendo..." Satsuki asintió, tragando por los nervios.
"Es posible que te ataquen por ambos extremos del corredor. Te acompañaremos," una de las 2 Damas bajo el mando de Louise dijo, sacando su espada. Estaban equipadas con espadas cortas perfectas para pelear en interiores.
"Por favor," Sara dijo, manteniendo corta su respuesta. Vio la entrada del cuarto seguro. "Latifa, permanece aquí. Si los enemigos entran, tú y Satsuki serán la última línea de defensa."
"Okay..."
Latifa asintió con una rígida expresión. Fue en ese momento que la batalla fuera de la mansión comenzó. El fiero sonido del choque entre espadas llegó a sus oídos.
"Una vez que dejemos la habitación, asegúrenla y aléjense de la puerta. También tengan cuidado. Ahora..."
Con esas palabras a Satsuki, Sara intercambio miradas con las dos Damas. Todas asintieron entre sí, y entonces salieron al corredor.
La sala de reuniones estaba al final del corredor del primer piso. Dado que el corredor conectaba al salón de la entrada y al comedor, era posible que los enemigos vinieran por ambas direcciones.
"Dividámonos para proteger el corredor," Sara sugirió.
Los mercenarios aparecieron desde una habitación a lo largo del corredor cerca de la entrada. Se estaban moviendo en pareja, por lo que gritaron fuertemente para que los otros intrusos en la mansión los escucharan. "Yo me encargo de ellos. Protejan el lado del comedor!"
En el momento en que termino de hablar, Sara se impulsó hacia ambos mercenarios.
"Es la chica con dagas y cabello plateado! Ten cuidado!"
"Su espada encantada le da el poder de controlar el agua. Suena divertido!"
Ambos mercenarios compartieron información mientras sacaban sus espadas y avanzaban hacia ella. Tomaron una posición diagonal entre ellos mientras cerraban la distancia. No había duda en sus movimientos--estaba claro que eran peleadores veteranos.
Probablemente recibieron una explicación de Arein, Lucci, y Ven, quienes previamente pelearon contra Sara. Había usado artes espirituales de agua para derrotar a los tres, por lo que asumieron que su espada encantada controlaba el agua.
Saben de mí? Entonces...!
A este punto, Sara aún no sabía la identidad de su oponente. Estaba confundida por escuchar que tenían información de ella, pero no iba a dejar que eso afectara sus movimientos. De hecho, si ya lo sabían, no había necesidad de ocultarlo.
"Haaah!" Unos pasos antes de que los dos entraran en contacto, blandió una de sus dagas para liberar un corte de agua. El poder fue suprimido en consideración del interior de la mansión, pero era lo suficientemente fuerte para sentirse como un directo latigazo en contra de una persona.
"Whoah, vaya!" Ambos mercenarios evitaron los cortes de agua al pasar por debajo de ellos.
Qué rápidos!
Sara pudo ver cómo su velocidad de reacción era más rápida que la de un caballero con sus habilidades fortificadas. Los intrusos dentro de la mansión estaban equipados con espadas cortas, pero de seguro eran espadas encantadas.
"Toma esto!"
Uno de los mercenarios fue a los pies de Sara mientras se barría. Pero en vez de usar la hoja para cortar sus pies, trato de golpearla con el lado plano de la espada.
"Ngh!" Sara saltó para evitar el ataque.
"Te tengo!"
El otro mercenario también blandió el lado plano de su espada hacia Sara mientras estaba en el aire. A menos que pudiera volar libremente, saltar siempre te dejaba indefenso. Ese fue el razonamiento tras esta estrategia, y fue ejecutada perfectamente. Lo único que Sara podía hacer era bloquear el ataque con su daga. Pero...
"...Huh?"
La espada del hombre golpeo el vació.
Sara había saltado en medio del aire. Procedió a hacer un giro hacia atrás para evadir el ataque, retrocediendo con ágiles pasos.
"Haaah!"
Lanzó artes espirituales cortantes de ambas dagas hacia los mercenarios que terminaban de ejecutar su ataque.
"Maldición!"
"Whoah!"
Los mercenarios fueron los que no tuvieron más opción que recibir el ataque. Trataron de recuperar su balance y caer rápidamente, pero reaccionaron muy tarde para evitarlos. En vez de eso, ambos bloquearon el ataque.
Uno de los ataques que Sara liberó fue un corte de agua. Bloquearlo causo que los hombres sintieran un fuerte impacto mientras el agua salpicaba por todas partes. El otro ataque que realizó fue un corte de hielo.
Luego de aterrizar en el suelo del corredor y recuperar su balance, Sara retrocedió para observar a ambos mercenarios con sus espadas listas. Habían regresado a dónde empezaron.
"También hay hielo. Una de agua y otra de hielo, entonces."
El hombre que cortó el ataque de hielo tenía la espada congelada, causando que reaccione con cuidado.
"Más importante aún, viste cómo salto en medio aire?"
El otro mercenario estaba sorprendido de cómo Sara hizo un doble salto.
Para dejarlo claro, Sara logró hacer eso al crear una pequeña pared de esencia mágica con sus artes espirituales, usándola como escalón. Podría correr por el aire si usaba eso constantemente, pero realizarlos requería mucha habilidad--era más fácil usar las artes espirituales para volar.
Acaso estás personas...
Fue en este momento que Sara finalmente pensó en quienes podrían ser estos atacantes. Lucci y los otros pasaron por su cabeza. "Tengan cuidado! Ambos son rápidos! Tienen espadas encantada! Los otros intrusos también podrían estar similarmente equipados. Usen magia para bloquear el corredor con una lluvia de hechizos!" le grito a las dos Damas.
"B-Bien!"
Ningún mercenario se había acercado por el comedor. Ambas Damas habían estado protegiendo esa zona mientras veían pelear a Sara.
Mientas tanto...
"..."
Al final del corredor que llevaba al vestíbulo de la entrada, Ven y otros mercenarios estaban observando a Sara desde las sombras en silencio.
Pelear en interiores como un grupo era en extremo difícil. Las armas complicadas de blandir tenían el riesgo de atorarse en las paredes y muebles, había que minimizar los movimientos lo más posible, y el interior del edificio podía usarse para tomar ventaja.
Todos estos factores debían considerarse al pelear estratégicamente. Cómo mercenarios experimentados, entendían bien eso.
"No hay necesidad de enviar a todos por ese corredor. Pero podrían sospechar si no enviamos refuerzos... Dos de ustedes vayan para darles apoyo. Los 3 restantes vendrán conmigo. Quizá podamos entrar por una ventana desde afuera," Ven decidió enseguida.
"Entendido,"
"Empecemos esta fiesta!"
Rápidamente decidieron quien se quedaría y quién iría afuera. Entonces rápidamente corrieron para ayudar a sus camaradas.
"Muy bien. También deberíamos partir."
Una vez que los confirmaron, Ven llevó a los demás mercenarios fuera de la mansión.
*****
Más o menos al mismo tiempo, la batalla fuera de la mansión estaba creciendo en intensidad.
La razón fue la aparición del espíritu contratado de Alma, Ifrita. La bestia que era tan grande como para llevar a 2 o 3 personas en su espalda se había materializado de la nada, por lo que aquellos que no sabían su identidad se quedaron anonadados.
"Grr!"
"Whoah!" El mercenarios junto a Ifrita retrocedió al verlo. Ifrita usó esa oportunidad para derribarlo, mandándolo a volar. Entonces procedió a perseguirlo a una velocidad muy rápida para el ojo humano.
"Grrrah!"
"Oof..." El mercenario que cayó de espalda recibió un pisotón en su estómago. Aunque su cuerpo estaba fortificado con una espada encantada, no era un golpe que podía ser aguantado de manera segura. El daño a sus órganos internos fue tan severo que ocasiono que se desmayara.
"Qué diablos es ese monstruo!?"
Los demás mercenarios dejaron de atacar la barrera de Celia para enforcarse en Ifrita.
"Grr!"
Ifrita corrió hacia el siguiente mercenario, pero los enemigos ahora tenían más cuidado al perder a uno de su grupo. El objetivo de su ataque reaccionó ágilmente, distanciándose de Ifrita con rápidos movimientos.
"Tch, tendremos que lidiar primero con este monstruo!"
Así, los mercenarios se enfocaron en Ifrita!
"Q-Qué es esa bestia...?"
"De dónde salió?"
"Parece estar atacando al enemigo, pero..."
Louise y los demás caballeros dentro de la barrera estaban igual de confundido. Sólo los mercenarios había sido atacados hasta ahora, pero no había garantía que ellos no fueran los siguientes. Era natural que tengan cuidado. La otra persona además de Alma que sabía de la identidad de Ifrita era Celia.
"Alma..."
La existencia de los espíritus no debe serle revelada a nadie. Si había necesidad de hablarle a alguien de ellos, esa persona debería ser en extremo confiable. E incluso si fueran confiables, no serían informado de no ser necesario.
Esas eran las reglas que los ancianos le pusieron a Sara y a las otras chicas antes de partir de la aldea. La gente de la aldea de los espíritus tenía una gran desconfianza hacia los humanos por la manera en cómo fueron discriminados y perseguidos. Es por eso que la gente espiritual partió de la región Strahl antes de que la Guerra Divina comenzara, reubicándose en las profundidades de las tierras salvajes. Participaron en la Guerra Divina cuando era necesario, pero dejaron nuevamente Strahl en el momento en que acabó.
También había registros de los espíritus moviéndose a las tierra salvajes junto con la gente espiritual. También se habían rendido con los humanos. De acuerdo a las leyendas en las aldea de los espíritus, los humanos habían una vez usado hechizos prohibidos para esclavizar a los espíritus.
Es por eso que en el Strahl moderno, los espíritus eran aún más raros que las espadas encantadas. Había literatura mencionando que los espíritus existieron en algún puntos, usando poderosas artes secretas, pero todo eso era hechicería perdida presentemente.
Ningún humano vivo había visto un espíritu--ni la realeza. Había espíritus que vivían en Strahl, pero esos espíritus jamás se acercarían a un humano por voluntad propia. Incluso aunque se mostraran, siempre eran confundidos con algún tipo de animal.
Alma había escogido exponer su espíritu en frente de los humanos. Los espíritus humanoides como Aishia serían vistos como humanos al aparecer frente a otros, pero Ifrita era una bestia mítica. Era natural que los demás asuman que era un monstruos--Celia era la única que sabía quién lo había invocado.
"Tch, que fastidio... Fuiste tú quién invoco a ese monstruo?"
Lucci no se había dado cuenta de que era un espíritu, pero sospechaba que estaba sirviendo a Alma de alguna manera. La cuestiono en voz alta mientras cruzaba armas con ella.
"..."
"Me tratas con silencio? Vamos, apareció de la nada en un momento como este y empezó a atacarnos. No hay forma de que no sea tu mascota! La derrotaremos rápidamente!"
"Piensas que te dejaré? Hmph."
Alma blandió su mazo con toda su fuerza, mandando a volar a Lucci. Enseguida él hizo una acrobacia, deteniendo su impulso. Pero Alma se puso frente a él enseguida, tratando de golpearlo nuevamente.
"Tch!"
Chasqueo la lengua, y oscuridad fluyo de su espada negra.
"Huh!?" Alma tuvo cuidado con la misteriosa oscuridad saliendo de la espada. Inmediatamente cargó su mazo con esencia mágica, liberando una onda de luz.
"Rah!"
Lucci avanzo, chocando su espada contra el mazo de Alma. Cómo resultado, luz y oscuridad chocaron, cancelándose entre sí.
"Ngh..."
El poder de la oscuridad sobrepaso al de la luz, tragándose la onda y empujando a Alma.
"Quería capturarte con vida de ser posible... Pero así es como debe ser."
Con un fuerte sonido, su mazo chocó con su espada. Ahora que Ifrita había sido invocado, Lucci no tenía más opción que cambiar sus planes.
"Estabas tratando de capturarme con vida...?" Alma pregunto con sospecha. La manera en cómo lo dijo hizo que sospeche que ella era parte de sus planes.
"Heh... Desafortunadamente para ti, aún no me acostumbro a las habilidades de esta espada. No me culpes si golpeo un mal sitio, sí?" Lucci sonrió, empujando su espada contra su mazo.
"Que estás..." Alma frunció el ceño, cuando de repente sintió una ominosa onda de esencia mágica cerca de su estómago. Vio hacia abajo por reflejo.
Pero ya era demasiado tarde. Debió saltar a un lado en el momento en que sintió la esencia. Aunque era entendible--el ataque era imposible de evadir sin conocimiento previo. Rio era la anormal excepción por ser capaz de lidiar con tal horrible movimiento a la primera.
"Huh...?" En vez de dolor, Alma sintió calor. Vio hacia abajo para ver cómo una espada negra estaba clavada en ella desde atrás.
"Muévete." Lucci la pateó sin misericordia.
"Aah!" Alma gritó del dolor. La patada vino desde al frente, mientras que la espada estaba enterrada desde atrás, por lo que había sido forzada hacia la espada.
"Oops, mi error," Lucci dijo, disculpándose de forma burlona. Momentos después, la espada en el estómago de Alma desapareció.
"Urgh..." Alma cayó al suelo.
"Tch. El sangrado será un fastidio, pero al menos no le di en el corazón." Lucci decidió dejar tirada a Alma, sin molestarse en parar su sangrado. En vez de eso, dirigió su atención a Celia.
"A-Alma!" Celia gritó dentro de la barrera mágica.
"Gwaaark!" Con su ama derrotada, Ifrita rugió con furia. Abandonó a los otros mercenarios y se lanzó hacia Lucci.
"Maldición, déjenme el monstruo a mí! Rompan ya esa barrera!" Ahora, Lucci no tenía más opción que enfrentar a Ifrita.
"Guh..." Alma tomó esa oportunidad para usar artes espirituales de curación en secreto para detener su sangrado.
*****
Mientras tanto, dentro de la mansión, un poco antes de que Alma sea atravesada por Lucci...
Durante tiempos de guerra, el grupo cuidando del castillo tenía prestar peculiar atención al asegurar su campo de visión. Cuidar el castillo significaba que estaban siendo protegidos por el edificio en sí, pudiéndose esconder, pero al mismo tiempo, también significaba que no podían ver a los enemigos acercándose.
Exponerse antes los enemigos al revisar el exterior era un problema, pero esconderse por el miedo al ser descubierto tampoco era bueno. En el peor de los casos, era posible que el enemigo pueda invadir sin ser notado.
Sin embargo, a diferencia de un fuerte construido para las batallas, la mayoría de los edificios no estaban diseñados para asegurar el campo de visión o prevenir una invasión. La mansión de Rio fue construida enfocándose en la elegancia, por lo que no era ideal para aguantar durante un asedio.
Presentemente, justo a un lado de la sala en donde Satsuki y las demás se estaban escondiendo, Ven y su grupo de mercenarios se estaban escabullendo. Se comunicaban entre sí con señas de mano mientras revisaban el interior de cada ventana.
Entonces, encontraron el lugar: pudieron ver a Miharu y Satsuki dentro de la habitación. Más adentro de la habitación había un pasaje que llevaba al cuarto seguro.
Aquí es.
Uno de los mercenarios señalo con su mano. Había un total de 4 hombres fuera de la ventana, incluido Ven. Decidieron su rol en silencio y empezaron la invasión.
"Magicae Murum."
Uno de los hombres activó un hechizo para poner una barrera frente a ellos y empezó a correr hacia la ventana.
"Haaah!" Latifa, que había estado escondida en la esquina del techo sobre la ventana, disparó una bola de esencia mágica hacia la cabeza del mercenario.
"Qué!?" Recibir un ataque en la cabeza era suficiente para dejar inconsciente incluso a alguien físicamente fortificado. El primer mercenario que entró colapsó en el piso. Sin embargo, ya habían pensado en la posibilidad de una emboscada. Ver a uno de los suyos caer no fue suficiente para hacer que los demás afuera retrocedan, por lo que respondieron rápidamente.
"Arriba de la ventana!"
"Photon Projectilis!"
Uno de los mercenarios apuntó arriba de la ventana, esperando eliminar a Latifa.
"Aah!" Latifa se alejó de la ventana inmediatamente. Dio un giro en el aire y aterrizó en el piso.
"El enemigo está aquí! Miharu, regresa al cuarto!"
"B-Bien!"
Ante la orden de Satsuki, Miharu fue rápidamente al cuarto.
El lado de Satsuki naturalmente estaba al tanto de la posibilidad de un ataque. Podrían haberse escondido en el cuarto seguro para remover el riesgo de ser vistas por la ventana, pero no había manera de esconder el pasaje que llevaba al cuarto. Considerando la posibilidad de que el enemigo entre a revisar, decidieron tender una trampa. Miharu fue puesta en la sala a propósito, para que parezca que estaban indefensas.
"Siguiente!"
"Magicae Murum!"
Otro mercenario invoco una barrera mágica, intentando entrar nuevamente.
"No te dejaré!"
Sin embargo, Satsuki estaba esperando con su Arma Divina. Disparó una bala de viento de esencia mágica con su lanza, golpeando la barrera del mercenario.
"Whoah!" El mercenario que recibió el ataque fue mandado a volar varios metros fuera de la mansión.
"Entren!" Van y el mercenario restante entraron a la habitación.
"Haaah!" La primera en moverse fue Latifa. Con dagas en ambas manos, saltó hacia uno de los invasores.
"Tsk, quieta ahí..."
El mercenario inmediatamente levantó su espada para recibir el ataque de Latifa. Continuo con varios golpes de sus dagas, pero todos fueron bloqueados.
"..."
Latifa retrocedió con ágiles pasos, poniendo un metro de distancia entre ella y el hombre. Su expresión estaba rígida, y sus manos sujetando las dagas temblaban.
"Es rápida, pero..." El mercenario inmediatamente percibió que tenía muy poca experiencia cuando se trataba de matar a otra persona, o que tenía alguna clase de aversión hacia eso.
"No bajes la guardia. Es más fuerte que los caballeros de afuera," Ven le advirtió a su colega mientras enfrentaba a Satsuki.
"Lo sé. Pero cuál es el objetivo?" El hombre enfrentándose a Latifa ya no parecía estar subestimándola.
"Cualquier de los que estén atrás servirán. Estas sólo se entrometerán, así que elimínalas."
"Entendido."
Habiendo intercambiado la información necesaria, ambos se prepararon para la batalla.
"Invadir el hogar de alguien así..." Satsuki murmuro, temblando.
Ven frunció el ceño. "Huh?"
"...Quiere decir que están dispuestos a ser tratados como intrusos, no? Esto es legítima defensa!"
"Huh? Que estás... Whoah!"
Satsuki aceleró de repente, acercándose a Ven. Entonces blandió su lanza con toda su fuerza. Ven bloqueo la lanza con su espada por reflejo.
"Haaah!" Satsuki blandió su lanza por completo, mandando a volar a Ven. En respuesta a su furia, su Arma Divina aumento su cuerpo físico mucho más que una imitación de espada encantada.
"Ngh..." Ven se estrelló en la ventana y salió de la mansión.
"Es en serio...? Oye, Ven, estás bien!?" el otro mercenario gritó.
"S-Sí!" Ven se levantó y gritó. Recibió un poco de daño, pero fue afortunado en bloquear la mayoría del ataque con su espada. Mientras giraba hacia atrás, fue capaz de ajustar su aterrizaje.
"Ya lárguense!"
Satsuki fue por el otro mercenario.
"Tch."
El hombre se dio cuenta de que no sería bueno permanecer en la habitación, y se retiró por la ventana.
"No dejaré que escapes!" Satsuki lo persiguió fuera de la ventana.
"W-Wow, Satsuki..."
Latifa se sorprendió ante el inesperado giro de acontecimientos. Pero enseguida recobró los sentidos y salió por la ventana para ver la situación.
Ifrita está afuera! A-Alma!
Debió darse cuenta de que Ifrita estaba en estado salvaje por sus rugidos. Latifa vio como Ifrita se lanzaba hacia Lucci mientras Louise corría con Alma en sus brazos.
*****
Mientras tanto, arriba en los cielos en donde los grifos no podían alcanzar, Reiss manipulaba balas de luz para darle apoyo a Arein y los otros en el suelo mientras observaba la batalla. Aunque podía controlar sus trayectorias, estaba a una considerable distancia de sus objetivos. Su precisión era baja, pero era suficiente para mantener a raya a los caballeros aéreos del reino.
Sabía que había un ave espiritual de rango medio aquí, pero no esperaba otros... Entonces, deben de ser semi humanas de las tierras salvajes, Reiss pensó, deduciendo la identidad de Alma. Previamente había visto un ave espiritual de rango medio patrullando el área cuando Rio estaba acompañando a Christina hacia Rodania.
Darle esa espada a Lucci fue la decisión correcta. Esa espada es perfecta contra los espíritus. Debería ser capaz de enfrentar fácilmente a un espíritu de rango medio. Aunque parece estar teniendo dificultades... Y tampoco veo a las otras dos afuera.
Las otras dos en las que Reiss estaba pensando eran Sara y Orphia. Si Alma tenía un contrato con un espíritu de rango medio, era lógico pensar que una de las otras tenía un contrato con el ave espiritual.
Si dos de ellas tiene un contrato con un espíritu de rango medio, entonces la tercera probablemente también tenga uno... Podría lidiar con el ave si aparece en el cielo, pero otro espíritu en el suelo sería problemático.
Con uno materializado sin importar los testigos humanos, no sería extraño que los otros dos aparezcan en cualquier momento. Reiss pensó profundamente mientras se enfocaba en lo que estaba sucediendo cerca de la mansión.
Los Heavenly Lions eran todos peleadores experimentados. No tenían habilidades secretas, pero todos estaban equipados con imitaciones de espadas encantadas que pueden fortalecer sus cuerpos físicos, un efecto más fuerte que la magia. Tenían la suficiente fuerza para derrotar a un espíritu de rango medio si trabajaban en equipo. Más importante aún, estaban aquí para vengar a Lucius, haciendo sus movimientos más precisos que nunca.
Sin embargo, aunque los dos más peligrosos --Rio y Aishia--no estaban aquí, la gente alrededor de Rio también era formidable. Un arma secreta justo había aparecido fuera de la mansión en la forma de un espíritu de rango medio, y el grupo de Ven había entrado por una ventana hace unos momentos, pero fueron expulsados enseguida. La situación cambiaba rápidamente en todos los lugares.
Hay una presencia espiritual fuera de la capital? Es... el segundo espíritu de rango medio? Pero por qué está afuera?
Reiss cambió su atención de la mansión de Rio, al borde de la capital real. Entonces, dirigió su mirada sobre la región montañosa a unos varios kilómetros lejos de la capital, en donde vio a una gran ave volando.
Las cosas que involucran a este chico nunca salen de acorde al plan... No tengo más opción que usar mi carta de triunfo. Eso, y lo que queda de los vestigios en el suelo...
Reiss devolvió su mirada hacia Arein y los demás en el suelo, deteniendo su fuego de apoyo y dirigiendo su mano hacia abajo. Pero nada visible pasó. Luego de unos segundos de mantener esa posición, Reiss empezó a volar hacia las afueras de la capital.
Momentos después, todos los vestigios restantes empezaron a correr hacia la mansión de Rio al mismo tiempo.
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